En España se producen anualmente cerca de 45.000 fracturas de cadera. Una cifra que, por factores como el envejecimiento de la población, se prevé que continúe en constante aumento. Desde 2016, como iniciativa para mejorar la calidad asistencial de los pacientes mayores ingresados por una fractura de cadera, existe un Registro Nacional de Fracturas de Cadera (RNFC). GM ha hablado con una de sus coordinadoras.

Pregunta. ¿Con qué objetivo se crea el RNFC?

Respuesta. El RNFC se creó por un grupo multidisciplinar y experto en Ortogeriatría. Recoger y auditar los resultados permite conocer la situación actual, detectar aspectos en los que hay margen de mejora y evaluar los efectos de las propuestas de mejora, tanto para cada hospital que participa como para el conjunto de hospitales españoles. El efecto de los registros en la mejora de los resultados, el ahorro de gastos y la reducción de la variabilidad entre centros, ya ha sido demostrado en otros países como el Reino Unido.

P. ¿Cómo ha ido evolucionando el RNFC?

R. Desde el primer año del RNFC en 2017, en el que se computaba la participación de 61 hospitales y 9.336 casos registrados, han ido aumentando tanto los centros como el número de casos aportados. Actualmente se dispone de información sobre 50.756 pacientes recogidos en los últimos cinco años y, en este tiempo, han participado 104 hospitales en el registro. Tenemos ya más de una decena de publicaciones en revistas científicas nacionales e internacionales relacionadas con el RNFC. Gracias a estos trabajos sabemos que las características epidemiológicas de los pacientes incluidos en el RNFC por los hospitales participantes son similares a los que ingresan en todos los centros de España (comparando el RNFC con el CMBD), pero se observan mejores resultados en cuanto a mayor porcentaje de cirugía y menor mortalidad hospitalaria en los hospitales que están participando en el RNFC.

P. ¿Cuáles son los indicadores de calidad que marca?

R. Los indicadores de calidad son aquellos parámetros que nos hemos propuesto mejorar con mayor prioridad, porque ofrecen mayor beneficio al paciente o porque teníamos peores resultados. Son similares a los indicadores propuestos por otros registros o organismos internacionales como la OCDE, y se refieren tanto al proceso asistencial como a los resultados. Entre ellos figuran la intervención quirúrgica lo más precoz posible —dentro de las 48 primeras horas desde el ingreso en Urgencias—; la movilización precoz, la prevención secundaria —valorar, entre otras acciones, si pautar calcio o tratamiento osteoformador o antiresortivo para evitar nuevas caídas y fracturas—, reducir las úlceras por presión , así como lograr que los pacientes puedan caminar por su cuenta (cuando menos con andador) al mes de sufrir la fractura.

P. A tenor del último informe anual del RNFC, ¿cómo ha sido la evolución de estos indicadores?

R. Los datos nos muestran una mejora continua de la mayoría de los indicadores de calidad. Comparando los últimos datos analizados de 2020 con el primer año del RNFC en 2017, se ha reducido el tiempo que esperan los pacientes para ser operados en 20 horas y la estancia hospitalaria en 1,6 días. Asimismo, se ha aumentado la movilización precoz de los pacientes en un 12,4% y el tratamiento antiosteoporótico en un 14%, se ha reducido un 17% las úlceras por presión y un 11,2 % más de pacientes vuelven a su domicilio después de la fractura. Se operan el 98,2% de los pacientes, pero sólo precisan reintervención por complicaciones quirúrgicas el 1,8% de estos.

P. Uno de los factores más importantes para evitar futuras fracturas es el tratamiento para la osteoporosis. ¿Cómo ha evolucionado este indicador?

R. El porcentaje de pacientes que tienen tratamiento para la osteoporosis antes de la fractura es francamente bajo (entre el 5 y 7%), para un perfil de pacientes que mayoritariamente tienen osteoporosis. De hecho, sabemos que muchos ya habían sufrido alguna fractura anteriormente, y aun así se infradiagnostica la osteoporosis, o no se trata. El porcentaje de prescripción de tratamiento osteoprotector (osteoformador o antiresortivo) al alta hospitalaria ha aumentado desde 36,7% en 2017 al 50,9% en 2020. La mejora en este indicador ha sido considerable, aunque lejos aún de los datos de otros países como Reino Unido y Australia con cifras alrededor del 65-70%.

P. ¿Cómo es el perfil de paciente más afectado?

R. Suelen ser personas mayores con una cierta fragilidad previa y un cierto grado de dependencia antes de la fractura. El perfil de los pacientes incluidos en el RNFC es el de una mujer en el 75% de los casos, con una edad media de 86,7 años, con deterioro funcional leve previo a la fractura, y con deterioro cognitivo en el 46% de los casos, que mayoritariamente tienen un elevado riesgo quirúrgico y vivían en su domicilio en el 77% de los casos. Como datos de evolución, los pacientes esperan una media de 56 horas para operarse, reciben atención multidisciplinar en el 87% de los casos, se utiliza anestesia regional en el 89% de los casos, un 5% desarrollan úlceras por presión y alrededor del 5% fallecen durante el ingreso, que suele durar una media de 9,3 días.

P. ¿Cuáles son los próximos pasos para el RNFC?

R. La estrategia actual del RNFC es difundir los resultados de nuestro trabajo más allá de nuestros hospitales, y que se conozca y reconozca por las Administraciones Públicas como la iniciativa de calidad que es. Queremos presentar esta herramienta tanto al Ministerio de Sanidad como a las Consejerías de Sanidad. El Ministerio ha propuesto la posibilidad de integrar el registro en una Estrategia nacional relacionada con las enfermedades reumáticas. Asimismo, hemos iniciado un análisis diferenciado de los datos de cada región para poder presentar los resultados de cada Comunidad. Creemos que esto puede servir de estímulo para que las consejerías faciliten o recomienden la participación de los hospitales en el RNFC. Nuestro RNFC, después de 5 años de trabajo y demostrar una mejora en los resultados clínicos, necesita dar ese paso de institucionalización para garantizar su continuidad, generalizar su uso y mantener la mejora continua de calidad.

P. ¿Se está llevando a cabo desde el RNFC alguna acción adicional para mejorar el abordaje de las fracturas por fragilidad?

R. El abordaje multidisciplinar de clínicos, traumatólogos, rehabilitadores, anestesistas, enfermeras, etc., mediante modelos como la Ortogeriatría y las Unidades de Coordinación de Fracturas son las fórmulas obligadas para la atención de calidad a estos pacientes. Este modo de trabajo ha logrado reducir complicaciones, la estancia media y la demora quirúrgica, la mortalidad hospitalaria y lograr una mejor recuperación funcional con más opción de volver a vivir en su domicilio.

P. El próximo 11 de marzo se celebrará la 5ª reunión del RNFC. ¿Qué destaca de la cita?

R. Hemos logrado la participación de la Directora General de Salud Pública del Ministerio en la inauguración, así como representantes de varias Consejerías de Sanidad y queremos plantear la institucionalización del RNFC. El objetivo fundamental de esta reunión es la difusión del RNFC e intentar un compromiso del Ministerio y de las CCAA para generalizar su uso y que aporten recursos para garantizar su continuidad. A lo largo de la jornada se hablará sobre el impacto que tiene el RNFC en la gestión sanitaria, en la mejora de la calidad asistencial y en la investigación sobre este proceso.


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