María Clara Montoya Frankfurt | martes, 11 de abril de 2017 h |

Si antes la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) se diagnosticaba en personas mayores (y gran parte de estas, hombres), ahora el perfil de estos pacientes es completamente distinto. En Estados Unidos el 70 por ciento de los enfermos de EPOC tiene menos de 60 años y un 60 por ciento son mujeres, “que empezaron a fumar años después y además de eso no pudimos diagnosticarlas bien”, lamentó el catedrático de la Universidad de Texas y especialista en EPOC, Antonio Anzueto.

Anzueto participó junto al médico y especialista en enfermedades respiratorias, David Halpin, en un taller sobre el entorno cambiante de la EPOC y sus novedades organizado por Boehringer Ingelheim en Frankfurt (Alemania).

Halpin abordó en su ponencia las opciones de tratamiento actuales y destacó los broncodilatadores como el tratamiento más importante del momento.

Además, el británico hizo un repaso por los resultados del estudio FLAME, publicado en 2016 en el New England Journal of Medicine (NEJM) y en el que se comparaban directamente dos broncodilatadores (LABA/LAMA) frente a un broncodilatador y un corticoide inhalado (LABA/ICS).

La importancia de los LAMA/LABA

Para Halpin, los broncodilatadores serán el “pilar” a seguir en los próximos años ya que los corticoides “tienen un rol limitado en el manejo”.

El estándar que se sigue actualmente es el de tiotropio (LAMA), por tanto, cualquier medicamento tendrá que superar su efectividad para entrar a formar parte del tratamiento.

Según explicó el experto la terapia triple, donde se combinan los corticoides (ICS) con broncodilatadores (LABA/LAMA), será la más relevante en el futuro.

Para Halpin, la terapia triple ayudará a identificar los pacientes con la enfermedad grave, pero el fin es “promover la medicina personalizada porque no es correcto administrar medicación para EPOC de forma generalizada”, explicó.

Uno de los efectos secundarios más comunes en la terapia triple es padecer de neumonía, aunque ambos especialistas coincidieron en que esta es una comorbilidad muy común en la EPOC.

Sobre los corticoides, el experto citó diversos estudios entorno a ellos (Dynagito, Impact y Tribute) y explicó que el interés de los últimos diez años ha sido el de saber “cómo usar esos medicamentos de una forma mas efectiva y segura” ya que están muy generalizados “por falta de familiaridad y de conciencia respecto a otros fármacos, aunque sabemos que el hábito de recetarlos puede cambiar”, dijo.

La familiaridad “no solo se da con los doctores sino también con los pacientes: es necesario entender mejor los diagnósticos, la cronicidad y comprender la pérdida de eficacia”, señaló el británico.

La espirometría sigue siendo esencial

Por su parte, el guatemalteco Anzueto insistió en la importancia de la espirometría y recordó que la EPOC será la tercera causa de muerte en 2030.

“No solo será el impacto físico, emocional y social sino el coste para la sociedad y por eso hay que entender la importancia de la intervención temprana”, subraya el experto.

En la actualidad, según Anzueto, los objetivos a la hora de tratar esta enfermedad respiratoria han cambiado. “Si antes tratábamos de reducir los síntomas, ahora trabajamos en eliminar los eventos futuros y en disminuir el riesgo y la mortalidad”.

Una evolución académica constante

Otro de los temas tratados en este taller fue la “constante evolución académica” que ha tenido la literatura referida a EPOC dado el crecimiento de las publicaciones, explicó Anzueto.

Un crecimento que también cita el experto británico David Halpin, que mostró la evolución de las investigaciones en esta materia: “Si en 1996 se presentaron unas 500 publicaciones, en 2016 ya llegamos a 4500, una cantidad muy grande de literatura”, celebró.

Actualización de las guías GOLD

Anzueto también habló de la actualización y cambio de paradigma de las guías de la iniciativa global para la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, GOLD.

La de 2017 es novedosa porque se va a mejorar la herramienta “ABCD”, de uso común en la práctica clínica e incluye una revisión de las recomendaciones para el diagnóstico, evaluación y tratamiento de la EPOC.

El grupo, nacido en 1998, se ha basado en “proponer guías basadas en los síntomas del paciente, riesgo futuro de exacerbaciones, la deficiencia respiratoria, espirometrías e identificación de comorbilidades”, según arroja el informe.