GM Madrid | viernes, 14 de diciembre de 2018 h |

La Unidad de Terapia Metabólica del Servicio de Medicina Nuclear y PET-TAC del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa ha realizado este último año cerca de un centenar de tratamientos con yodo-131 para carcinoma diferenciado de tiroides. La mayoría de los tumores tiroideos son carcinomas diferenciados de células foliculares.

En España, se diagnostican cada año unos 3.000 casos de cáncer de tiroides. Esta enfermedad presenta una supervivencia muy elevada, dado que la mayoría de los casos responden de forma excelente al tratamiento. “Es tres veces más frecuente en mujeres en edades comprendidas entre los 40-50 años”, apunta Andrés Durán, especialista en Medicina Nuclear, quien indica que, aunque se trata de un cáncer poco frecuente en general, es el más común del sistema endocrino y su incidencia ha ido creciendo en los últimos años, debido, principalmente, al aumento de la vigilancia médica y la introducción de nuevas técnicas diagnósticas.

Es por ello que, desde el Servicio de Medicina Nuclear y PET-TAC, se incide en la importancia de la detección precoz, siendo recomendable realizar exploraciones periódicas de la zona del cuello, donde pueden aparecer inflamaciones propias de una lesión tumoral. Según explica Durán, en el diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides es fundamental la implicación de un equipo multidisciplinar de especialistas —endocrinos, cirujanos, oncólogos, radiofísicos y médicos nucleares, entre otros—, que aportan una asistencia integral y un mejor pronóstico de la enfermedad.

El abordaje del cáncer diferenciado de tiroides se basa en tres pilares, que son la cirugía —extirpación de la glándula tiroides—, el tratamiento con yodo-131 y la toma de hormona tiroidea. En concreto, el tratamiento con yodo se realiza con la ingesta de una cápsula que contiene un isótopo radiactivo, que es el emisor de las partículas que tienen propiedades terapéuticas.

Para este tipo de tratamientos, se requiere el ingreso del paciente en una unidad especial denominada Unidad de Terapia Metabólica, que dispone de una habitación de aislamiento, con el fin de cumplir con la eliminación controlada de residuos radioactivos y la protección del entorno de los pacientes de la radiación emitida por los mismos.

En este sentido, el Servicio de Radiofísica y Protección Radiológica juega un papel fundamental en el día a día de la Unidad de Terapia Metabólica, tanto en el cumplimiento de normas y recomendaciones internacionales sobre protección contra radiaciones ionizantes, como en la resolución de cualquier duda relacionada con la protección radiológica de pacientes, trabajadores y público en general.