GM Madrid | lunes, 29 de octubre de 2018 h |

La ingesta de alimentos que proporcionan un aporte energético excesivo podría aumentar la densidad mamográfica, uno de los principales factores de desarrollar un cáncer de mama, según ha puesto de manifiesto un estudio liderado por Marina Pollán y Virginia Lope, investigadoras del Centro Nacional de Epidemiología y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), y que ha sido publicado en la revista ‘Maturitas’.

El término densidad mamográfica se refiere al porcentaje compuesto por tejido radiológicamente denso. En este sentido, y dado que la densidad mamográfica se puede modificar, los expertos han destacado la importancia de identificar qué factores relacionados con los estilos de vida se asocian a dicha modificación.

“Existe fuerte evidencia de que la obesidad y la ganancia de peso son importantes factores de riesgo de cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas. Sin embargo, la evidencia respecto a la restricción calórica es menos consistente”, ha explicado Lope.

De hecho, en estudios experimentales con animales se ha observado que la limitación de la ganancia de peso por restricción calórica ejerce un efecto protector frente al cáncer de la glándula mamaria. Ante esto, en el nuevo trabajo se trató de evaluar la asociación entre la densidad mamográfica y el consumo deficitario o excesivo de calorías en función del tamaño corporal, la actividad física y la tasa metabólica basal de cada mujer participante.

Para ello, se reclutaron 3.517 mujeres, de entre 45 y 68 años, procedentes de los programas de cribado de cáncer de mama de A Coruña, Barcelona, Burgos, Palma, Pamplona, Valencia y Zaragoza. Dichas mujeres proporcionaron información sobre su consumo de alimentos y otros hábitos de vida, así como información relevante para el estudio.

Las mujeres fueron entrevistadas en el propio centro de cribado donde se realizaron la mamografía, la cual fue utilizada posteriormente para medir la densidad mamográfica. “Los resultados muestran que las mujeres con una ingesta calórica superior a la esperada, de acuerdo a sus necesidades energéticas individuales, presentaron una mayor densidad mamaria, siendo este aumento mayor cuando el consumo calórico excedía el 40 por ciento de los valores esperados”, ha dicho Lope.

Asimismo, los investigadores también observaron que la densidad mamaria aumentaba un cinco por ciento por cada incremento de un 20 por ciento en la ingesta calórica relativa, y que dicha tendencia fue especialmente pronunciada entre las mujeres nulíparas, en mujeres con historia familiar de cáncer de mama y entre aquellas con un patrón de dieta más occidental.

Por el contrario, la restricción calórica no pareció tener ninguna influencia sobre la densidad mamográfica de las mujeres participantes. Hasta la fecha, este es el primer estudio que analiza el efecto del consumo excesivo o deficitario de calorías sobre la densidad mamográfica teniendo en cuenta los requerimientos energéticos individuales de cada mujer.