GM Madrid | martes, 07 de mayo de 2019 h |

¿Hay solución para los pacientes con incontinencia urinaria severa que en ocasiones supone perder más de medio litro de orina al día? Los expertos tienen clara la respuesta: “sí”. Sin embargo, en la práctica diaria un gran porcentaje de los varones afectados no consulta con su médico por vergüenza y/o desconocimiento, ya que lo consideran un proceso asociado al tratamiento (en la mayoría de casos oncológico) que han recibido, o en algunos casos al envejecimiento.

Aunque erróneamente es una patología socialmente asociada a mujeres, afecta también a muchos hombres mayores de 60 años. Y, aunque si bien puede presentarse a edades más tempranas, a ellos les suele costar más que a las mujeres enfrentarse a este problema y buscar una solución. Con el objetivo de romper con el estigma que rodea a estos pacientes varones, en el contexto del Día Mundial de la Risa, la Asociación Nacional de Cáncer de Próstata (ANCAP) lanza la campaña “Ríe sin miedo”, que invita a los afectados a recuperar su calidad de vida, riendo con ganas y sin miedo a que la incontinencia aparezca en el momento menos oportuno.

Causas de incontinencia

La incontinencia en el varón puede tener varias causas: cirugía radical prostática y radioterapia por cáncer de próstata, cirugía o traumatismo pélvico que afecta musculatura del suelo pélvico y al esfínter que controlan la micción, la hiperplasia benigna de próstata o la diabetes, entre otras patologías. Tal y como destaca Eldiberto Fernández, jefe clínico del Servicio de Urología del Hospital San Rafael y Médico Adjunto del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, “la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la incontinencia urinaria como uno de los siete problemas que requieren mayor atención sanitaria y, sin embargo, sigue siendo un tabú para los hombres y un trastorno no suficientemente atendido. Más de 50 millones de personas en el mundo lo sufren en silencio”.

Fernández hace hincapié en que la incontinencia urinaria es un tema que debería adquirir más empatía social ya que “uno de cada cinco españoles lo sufrirá a lo largo de su vida y en conjunto afectará al 20 por ciento de la población”. El correcto diagnóstico es fundamental para aplicar el tratamiento adecuado. “La rehabilitación del suelo pélvico y el uso de fármacos son los primeros escalones terapéuticos eficaces. Y en el caso de la incontinencia severa, el esfínter urinario artificial recupera la función natural del esfínter, por lo que el paciente vuelve a tener una micción normal”, añade.

Como explica Antonio Prieto, presidente de ANCAP, los hombres tienden al aislamiento social, debido al impacto psicológico de este trastorno y a la limitación a todos los niveles que implica en su vida. Los pacientes tienen miedo de reír, de estornudar, de hacer algún tipo de esfuerzo que les pueda generar una pérdida de orina. Prieto ilustra las situaciones que limitan a estos pacientes varones que tienen entre 55 y 70 años y que, por tanto, podrían tener una calidad de vida excelente. “La incontinencia urinaria severa puede provocar pérdidas de más de medio litro de orina diarios. Esto supone un gran trastorno para el paciente, afectando en su día a día y llegando a condicionar su vida social notablemente: viajes, actividades deportivas, comidas familiares, relaciones sexuales y reuniones con amigos… Además, surgen complicaciones tópicas locales, como eritemas de la piel e infecciones resultantes de estar mojados de forma constante.

Esfínter urinario artificial

A juicio de Argimiro Collado, Jefe Clínico de la Unidad de Urología Funcional de la Fundación IVO (Instituto Valenciano de Oncología), además de la vergüenza y el estigma, el principal problema por el que los pacientes varones con incontinencia severa no optan a la técnica del esfínter urinario artificial (de elección en estos casos) es: “La mayoría de las veces el paciente desconoce que existe una solución efectiva para su incontinencia. Pero es que además, en ocasiones, algunos urólogos también desconocen la eficacia del esfínter urinario artificial, a pesar de ser una intervención sobre la que existen más de 40 años de evidencia científica, y que recomienda el 96 por ciento de los pacientes que se ha sometido a la técnica”.

A este respecto, Fernández añade que “las estadísticas dicen que, en España, más de 200.000 personas usan diariamente absorbentes y pañales para su incontinencia, lo que supone un gasto de alrededor de 210 millones de euros al año a la Seguridad Social”.

Collado, por su parte, recalca la eficacia del esfínter urinario artificial, que libra del uso de compresas y pañales a un 80 por ciento de los pacientes intervenidos, e insiste en la seguridad de la técnica, que cuenta con casi 40 años de experiencia clínica (lo que otorga mucha confianza tanto a los pacientes como a los urólogos). Ahora bien, el experto puntualiza que, si bien consiste en la implantación relativamente sencilla de un dispositivo 100 por cien biocompatible, “requiere de un equipo médico y de enfermería que cuente con experiencia reconocida y especialización en esta técnica, tanto en la implantación como en el seguimiento”. También resulta imprescindible el apoyo de la pareja del paciente, que suele ser el principal impulso para acudir a consulta. “De ahí la importancia de campañas como ésta que ayuden a visibilizar la gran carga de la incontinencia a nivel social, laboral y personal, y conciencien a la población de que existe una solución efectiva”, puntualiza el experto.