El número de cánceres diagnosticados en España durante el 2021 se estima que alcanzó los 276.239 casos, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM)2. Uno de los denominadores en común de diferentes tipos de cáncer es el dolor3, un síntoma que deben tener en cuenta los profesionales sanitarios en el abordaje del paciente oncológico. Y es que, según algunos estudios, hasta el 90 por ciento de los pacientes oncológicos presentará dolor en algún momento de su enfermedad y este será muy intenso o insoportable en un 25-30 por ciento de los casos4,5.

Distintos oncólogos especialistas coinciden en una serie de diálogos: #ElCáncerTambiénDuele.

Ana Lluch, Catedrática de Medicina de la Universidad de Valencia, y Jefa del Servicio de Oncología Médica y Hematología del Hospital Clínico de Valencia, lo señala rotundamente: “Sí, se puede decir que el cáncer de mama también duele y es algo sobre lo que debemos estar atentos porque gracias a la gran cantidad de alternativas terapéuticas, las pacientes no tienen por qué sufrirlo”.

Desde su punto de vista, Rosario García Campelo, Jefa del Servicio de Oncología del Complejo Hospitalario Universitario A Coruña (CHUAC), destaca que “el cáncer de pulmón es uno de los tumores que más frecuentemente se asocian a sintomatología dolorosa”.

Pilar Barrentina
Pilar Barretina, oncóloga ICO Girona.

Asimismo, Elena Élez Fernández, Facultativo Especialista del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Vall d’ Hebrón puntualiza que “el buen estado del paciente con esta enfermedad hace pensar que el dolor es menos frecuente en el cáncer de colon. Nada más lejos de la realidad”.

Además, el dolor en cáncer no siempre es producido por el propio tumor, sino que en muchas ocasiones lo producen los efectos secundarios de los tratamientos o las cirugías6. En este sentido, Pilar Barretina, Oncóloga Médica del Hospital Universitario Dr. Josep Trueta (ICO Girona), subraya que “No hay que olvidarse que no solo duele la enfermedad sino los efectos secundarios”.

Dolor Irruptivo Oncológico

El dolor irruptivo oncológico (DIO) se define por ser un dolor de rápida instauración, de corta duración (usualmente inferior a unos 20-30 minutos), suele ser muy intenso y bastante invalidante para el paciente7.

Según diversos estudios el DIO afecta a más de la mitad de los pacientes con cáncer8y tiene un impacto sustancial en su calidad de vida, afectando al sueño, las relaciones sociales y las actividades de la vida diaria9. Por lo que tratar bien y desde el principio el dolor oncológico es imprescindible para los pacientes que lo sufren.

La evaluación de este dolor en las consultas de oncología, para García Campelo debe ser “prioritaria”. Ya que “cuanto más minuciosos sean en la anamnesis mejor podrán ofrecer un tratamiento personalizado”.

Para Ana Fernández Montes, Facultativo Especialista del Servicio de Oncología Médica del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), “es fundamental la anamnesis, que se conozca la analgesia de base, y el número de picos que tienen los pacientes. Así como cuánto duran estos”.

Por su parte, Enric Carcereny i Costa, Oncólogo del Instituto Catalán de Oncología (ICO) de Badalona destaca “la importancia de dar espacio al paciente para poder expresar todos los síntomas, así como el tiempo necesario para poder abordar todo lo que le está ocurriendo”.

Abordaje del DIO

El trabajo multidisciplinar y en equipo es fundamental para ayudar al paciente. Según Enric Carcereny “trabajar de la mano con la unidad del dolor y cuidados paliativos desde el principio nos ayuda a ofrecer el mejor tratamiento y soporte a nuestros pacientes con síntomas dolorosos complejos”.

Además, señala que es primordial el uso de terapias adecuadas para tratar este dolor. “No podemos usar tratamientos donde su pico de acción tarde mucho tiempo o aquellos que permanezcan mucho en el organismo porque no estaremos tratando bien el dolor irruptivo oncológico”.

Santiago González Santiago, Oncólogo del Complejo Hospitalario Universitario de Cáceres.

Santiago González Santiago, Oncólogo del Complejo Hospitalario Universitario de Cáceres Hospital San Pedro de Alcántara, coincide con Carcereny en que para el tratamiento del DIO es necesario un abordaje multidisciplinar. “En este sentido, los compañeros de cuidados paliativos aportan muchísimo valor a la atención integral del paciente”, añade el especialista.

A este respecto, la Responsable de la Unidad de Ensayos Clínicos de Oncología Médica en el Hospital Universitario de Badajoz, Marta González Cordero, considera que no se debe permitir que el dolor afecte a la calidad de vida de las pacientes con cáncer de mama. “Una de nuestras prioridades es preservar la calidad de vida de nuestras pacientes y tener en cuenta las preocupaciones de las mismas”, subraya.

DIO, un síntoma invalidante

El dolor irruptivo constituye un síntoma incapacitante e invalidante. Se asocia a una morbilidad significativa, interfiere de forma importante en las actividades diarias y deteriora la calidad de vida y la capacidad funcional de los pacientes7.

“Las pacientes están muy preocupadas por tener una mala calidad de vida”, apunta Ana Lluch. “Toda esta situación conlleva connotaciones psicológicas muy importantes porque el dolor es un círculo vicioso que puede llegar a generar depresión”, añade la especialista.

Rosario García Campelo, Jefa de oncología del CHUAC
Rosario García Campelo, Jefa de oncología del CHUAC.

Asimismo, García Campelo coincide con ella en relación con el dolor en cáncer de pulmón y añade que el dolor es un pésimo compañero de viaje en cualquier situación vital. “Yo creo que el dolor en una situación de proceso oncológico es terrible.”

“El dolor irruptivo es siempre, sobre todo si es intenso, un síntoma invalidante y le recuerda al paciente cada segundo que está enfermo”, apunta González Santiago.

Concienciación

Una de las grandes asignaturas pendientes es la concienciación entre los profesionales sanitarios sobre el dolor irruptivo oncológico en cáncer. Así coinciden los oncólogos.

González Cordero considera que oncólogos como Ana Lluch han allanado el terreno, desmitificando e incentivando la investigación en fármacos contra el DIO, del que, por desgracia, sigue existiendo poca concienciación en los servicios de Oncología.

“Tenemos que concienciar a nuestros residentes para que sepan manejar el dolor y a tener mucha sensibilidad con este tema”, puntualiza Lluch.

García Campelo hace autorreflexión e indica que la concienciación sigue siendo una “asignatura pendiente.” Y añade que hoy en día los oncólogos tienen armas para tratar mucho mejor el dolor irruptivo en cáncer.

“Es fundamental que un oncólogo, casi antes de saber manejar la quimioterapia, sepa manejar la analgesia”, concluye González Santiago.


Referencias

  1. Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Las cifras del cáncer en España 2021. Disponible en: https://seom.org/images/Cifras_del_cancer_en_Espnaha_2021.pdf. Último acceso Enero 2022.
  2. Jara C et al. SEOM clinical guideline for treatment of cancer pain (2017). Clin Transl Oncol 2018; 20:97–107
  3. Schrijvers D. Pain control in cancer: recent findings and trends. Ann Oncol. 2007;18 Suppl 9:ix37-42
  4. Aguilar JL et al. Dolor en hematología clínica. Rev Soc Esp. Dolor. 2010; 17(1):32-50
  5. Pérez C. et al. Guía para el Abordaje Interdisciplinar del Dolor Oncológico GADO. 2021
  6. Gómez González L. et al. Manual SEOM de Cuidados Continuos. 3ª Edición. 2019
  7. Fallon M et al. Management of cancer pain in adult patients: ESMO Clinical Practice Guidelines. Ann Oncol. 2018; 29(4):iv166–iv191
  8. Camps Herrero C et al. Breakthrough cancer pain: review and calls to action to improve its management. Clin Transl Oncol. 2020; 22(8):1216-26.