La enfermedad meningocócica invasiva (EMI) se configura como uno de los grandes problemas de Salud Pública a nivel mundial, ya que, a pesar de presentar una baja incidencia, dependiendo de geografías, es una enfermedad grave, que en ocasiones puede dejar importantes secuelas y es potencialmente mortal.

En el contexto de una situación extraordinaria como la que estábamos viviendo debido a la crisis sanitaria del Covid-19, un grupo de especialistas multidisciplinares debaten en el ‘Panel de Expertos: Meningitis y Desigualdad’, promovido por GSK y Fundamed, bajo la coordinación de Ángel Gil, catedrático en Medicina Preventiva y Salud Pública, en el que un grupo multidisciplinar de especialistas intercambiaron distintas perspectivas sobre cómo incrementar las coberturas de vacunación sistemática recomendadas y en particular frente a la enfermedad meningocócica, que se han visto especialmente afectadas por la crisis sanitaria provocada por la Covid-19, y analizar la posibilidad de prevenir la aparición en el futuro nuevos brotes, de enfermedades prevenibles mediante vacunación.

“La vacunación ha bajado en un 30% debido al miedo a acudir a los centros de salud, y esta bajada tan acusada podría tener como consecuencia la reaparición de enfermedades inmunoprevenibles”

Ángel Carrasco, presidente de la Confederación Europea de pediatras de atención primaria (ECPCP), alertó sobre la disminución de las coberturas vacunales que, con carácter general, se está produciendo en toda Europa en los últimos meses “Ha bajado en un 30% debido al miedo a acudir a los centros de salud, y esta bajada tan acusada podría tener como consecuencia la reaparición de enfermedades inmunoprevenibles. Los pediatras estamos muy preocupados por la posible aparición de brotes que podemos llegar a observar a consecuencia de esto”

Esther Redondo, miembro del Grupo de Trabajo de Actividades Preventivas y Salud Pública de SEMERGEN, ponía de manifiesto que “durante la emergencia Covid 19 han llegado a suspenderse las vacunaciones sistemáticas, salvo para los menores de 15 meses, embarazadas y pacientes de riesgo, por lo que no se estaría vacunando vacunas prioritarias a niños mayores de esa edad ni a adolescentes”.

“Hay que buscar alternativas como pueden ser las farmacias o los servicios hospitalarios”

José Martínez Olmos, profesor en la  Escuela andaluza de Salud Pública, subrayaba que “no debemos  dejar de pensar en mecanismos para que no se abandonen las coberturas de vacunación. Hay que buscar alternativas como pueden ser las farmacias o los servicios hospitalarios”, añadía.

El descenso de la vacunación, unido a lo impredecible que puede ser la aparición de brotes de enfermedades infecciosas, podría dar lugar una situación crítica en los próximos meses más si tenemos en cuenta que el desconfinamiento progresivo, el incremento de la movilidad e incluso la apertura de centros educativos y guarderías podrían suponer un riesgo potencial ya que esta bajada de coberturas podría hacer que se perdiera la protección colectiva, denominada habitualmente como protección de rebaño, obligando a implementar estrategias más complicadas e incluso más costosas, para recuperar esta protección de grupo.

“Sumado al incremento de los serotipos emergentes, la enfermedad cursa en brotes que son impredecibles”

Respecto de la enfermedad meningocócica, Amos García, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV) señaló que debe tenerse en cuenta que una de las características de esta enfermedad es que “sumado al incremento de los serotipos emergentes, la enfermedad cursa en brotes que son impredecibles,”.

En lo que respecta a España y a la enfermedad meningocócica, durante la temporada 2017-2018, el serogrupo B fue el que produjo las tasas de incidencia más elevadas, siendo responsable del 41% del total de casos confirmados, seguido del serogrupo W (13,9%), C (11,6%) e Y (10,7%).

Afecta a cualquier edad

Exuperio Diez Tejedor, jefe de Servicio de Neurología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, considera que, respecto de la meningitis, “sí existe una cierta alerta al tratarse de una patología muy grave”. Tan pronto se detectan los síntomas, se administran antibióticos y se intenta ganar tiempo incluso antes de que lleguen los resultados microbiológicos. “Sí creo que hemos reducido la mortalidad” y, aunque entre las secuelas destacan los déficits motores y sensitivos, “un 70 por ciento se recuperan”, añadía.

Por su parte, Pablo Aldaz, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, remarcaba “que se nos olvida que la meningitis puede afectar a personas de cualquier edad y en España tenemos pocos estudios sobre ello”.

Panel de Expertos: Meningitis y Desigualdad”,
Panel de Expertos: Meningitis y Desigualdad”

Coste-efectividad de la vacuna

En la actualidad existen dos tipos de vacunas que previenen la aparición de la meningitis, la tetravalente ACWY, y las que protegen frente al serogrupo B, actualmente el serogrupo causante del mayor número de casos en España. Ambas están disponibles en las farmacias, pero si bien la tetravalente ACWY está incluida en el calendario vacunal gratuito, aún no se ha llegado al consenso suficiente para la inclusión de la del serogrupo B en las recomendaciones de vacunación sistemática del conjunto del país (sólo disponible en los calendarios de Castilla y León y Canarias), si bien las Asociaciones y Sociedades Científicas de Pediatría la recomiendan en las primeras edades de la vida.

“De cara a valorar una vacuna se deberían tener en cuenta otros criterios que no sean exclusivamente económicos”

Respecto a esta situación, Javier Castrodeza, jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Clínico de Valladolid, resaltó que a él le resulta “sorprendente” el elevado nivel de requisitos y complejidad, así como la lentitud que envuelve los procesos de evaluación de las herramientas de inmunoprevención que son las vacunas. “Se exige mucho a las vacunas en comparación con los medicamentos, y considero que a veces nos excedemos en la evaluación de parámetros cuando hablamos de un calendario que debería de incluir todas aquellas vacunas que hayan demostrado efectividad”, continuó. “De cara a valorar una vacuna se deberían tener en cuenta otros criterios que no sean exclusivamente económicos”.

La enfermedad meningocócica causada por serogrupo B tiene una baja incidencia, pero dado que puede producir secuelas graves o muy graves, cuando no la muerte, en aquellos que la sufren, también conlleva una gran carga económica, no solo desde el punto de vista del Sistema Sanitario, sino también para, el sistema social, así como para los pacientes y su contexto familiar.

“Hay que romper de alguna forma la desigualdad en el acceso a la vacuna, no merece la pena echar más números”

En esta misma línea, Exuperio Diez Tejedor, jefe de servicio de Neurología del Hospital Universitario La Paz, señaló que “si en el proceso de evaluación económica de las vacunas se considerasen los costes derivados de su impacto social, el resultado final estaría más que compensado. Hay que romper de alguna forma la desigualdad en el acceso a la vacuna, no merece la pena echar más números”.

Pedro Serrano Aguilar, del Servicio de Evaluación y Planificación del Servicio Canario de la Salud (SESCS), recordaba que “en la actualidad no se perciben movimientos, ni por parte de la autoridad sanitaria, ni de las agencias evaluadoras, que permitan tomar en consideración distintos niveles o valores en la definición de umbral de coste-efectividad en función de la enfermedad que se analiza, de forma que pueda establecerse si la ratio de coste-efectividad de medicamentos o vacunas analizados es adecuado o no de cara a la decisiones políticas. Sí que se observa un ligero debate en torno a este tema en la literatura internacional, pero no se perciben cambios ni a corto ni a largo plazo”.

“Tenemos que hacer el sistema sostenible, por eso es importante tener en cuenta la coste-efectividad. Pero las decisiones para financiar las vacunas son muy exigentes y con otros tratamientos no lo son tanto. Tenemos que homogeneizar”, subrayaba Amos García, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV).

“Las vacunas deberían ser una prioridad ya que hay que centrarse en la salud de los niños y escuchar las preocupaciones de los profesionales del sistema sanitario y del contexto familiar”

Desde la Asociación Española Contra la Meningitis (AEM), su presidenta, Cristina Regojo, criticaba que las decisiones de financiación se tomen por número de casos. “No es lo mismo en una enfermedad que en otra. Las vacunas deberían ser una prioridad ya que hay que centrarse en la salud de los niños y escuchar las preocupaciones de los profesionales del sistema sanitario y del contexto familiar, y más en una enfermedad que puede producir secuelas de carácter muy grave o directamente la muerte”.

Cuando los pacientes llegan a los servicios de urgencias con EMI suelen llegar en un estado muy avanzado de la enfermedad. “Se trata de un abordaje con un coste muy elevado, porque hay que poner en marcha un protocolo especial, se administran antibióticos de alto coste y a esto hay que añadir los costes de la rehabilitación, hospitalización…”, puntualizaba Ruth Figueroa, del servicio de Microbiología Clínica y Control de la infección del Hospital Universitario de Basurto.