GM Madrid | viernes, 23 de junio de 2017 h |

La incidencia de cáncer de tiroides (CT) ha aumentado dramáticamente en las últimas décadas con respecto a otros tumores y, en la actualidad, el carcinoma de tiroides se sitúa como el quinto tumor más frecuente en la mujer.

En España se diagnostican entre dos y cuatro cánceres de tiroides por cada 100.000 habitantes con datos de supervivencia global, especialmente en los tumores diferenciados, debido a diversos factores como el diagnóstico precoz por el uso de pruebas de imagen más sensibles, especialistas dedicados a esta patología, así como el uso de biomarcadores en punciones de nódulos tiroideos y abordajes quirúrgicos más selectivos.

Así se puso de manifiesto en el Simposio ‘Actualización en Carcinoma Diferenciado de Tiroides. Abordaje Multidisciplinar’, organizado desde el Hospital Universitario Rey Juan Carlos, integrado en la red sanitaria pública madrileña.

“El cáncer de tiroides es tal vez uno de los tumores que más controversias generan en relación a su diagnóstico, tratamiento y seguimiento posterior y en su manejo se ven involucrados muchos especialistas que deben actuar con la máxima coordinación bajo el amparo del trabajo multidisciplinar”, afirma Manuel Durán, jefe de Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo.

A su juicio, la identificación de biomarcadores en las punciones nodulares aumentará la precisión diagnóstica y permitirá el diseño de tratamientos individualizados para cada paciente.

Entender su biología molecular resulta trascendental para determinar “cuál será su pronóstico, evidenciar causas de resistencia al tratamiento y permitir el desarrollo de terapias biológicas dirigidas en pacientes refractarios al radioyodo. La visión histológica pura de estos tumores es el pasado y a día de hoy debemos interpretarlos desde el punto de vista molecular”, añade el experto.

Este esfuerzo investigador ha dado sus frutos en la identificación de la proteína BRAF como factor pronóstico. “La identificación de una mutación del gen que codifica esta proteína, entre otras, ha supuesto un cambio en el abordaje quirúrgico del cáncer de tiroides y debe plantearse en la práctica clínica real en todos los pacientes al diagnóstico” recuerda Durán.