El investigador Miguel Gallardo, coordinador de la Unidad de Investigación Clínica de Tumores Hematológicos H12O-CNIO que dirige Joaquín Martínez en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha participado en el descubrimiento de que la sobreexpresión del gen hnRNP K contribuye al desarrollo de linfomas de linfocitos B, los tumores de la sangre más frecuentes. Gracias al descubrimiento de que este gen supresor de tumores puede ser también un oncogén, se podrían encontrar nuevos métodos para la evaluación de pacientes y el desarrollo de nuevos enfoques terapéuticos. Los resultados del estudio, dirigido por Sean Post, del Departamento de Leucemia del MD Anderson Cancer Center (Estados Unidos), y en el que, además del CNIO, también han participado el Hospital Universitario 12 de Octubre y la Universidad Complutense, se han publicado en la revista Journal of the National Cancer Institute (JNCI).
Los linfocitos B son glóbulos blancos que fabrica la médula ósea para elaborar anticuerpos contra los agentes causantes de las enfermedades. Los diferentes tipos de linfomas que afectan a estas células son la clase más común de tumores sanguíneos, y su pronóstico y tratamiento a seguir dependen del tipo y el estadio del cáncer, ya que pueden ser de crecimiento lento (malignos) o de crecimiento rápido (muy malignos).
Miguel Gallardo fue quien, en 2015, caracterizó al gen hnRNP K como supresor de tumores, en una publicación en la revista Cancer Cell, durante su estancia postdoctoral en el MD Anderson. Se sabía que hnRNP K regula un gran número de procesos celulares y está asociado el desarrollo de enfermedades tanto con el aumento como con la disminución de su expresión, y ya se había observado una expresión elevada del gen en pacientes con tumores sólidos de alto grado. Esta función promotora de tumores es confirmada ahora en los linfomas de linfocitos B por el estudio que se publica en JNCI. Gallardo es co-primer autor del trabajo junto a Prerna Malaney, investigadora del centro estadounidense.
“La sobreexpresión de hnRNP K suele estar asociada con una baja tasa de recuperación de la enfermedad y supervivencia”, explica Gallardo. “Esto se ha confirmado con estudios que revelan que la sobreexpresión del hnRNP K en ratones transgénicos conduce al desarrollo de linfomas y a una reducción de la supervivencia”.
El equipo ha descubierto que el potencial oncogénico de hnRNP K proviene de su capacidad de regulación del oncogén c-MYC, que suele estar asociado a los tumores hematológicos. Los resultados del estudio indican que, cuando hay una sobreexpresión de hnRNP K, este actúa como un oncogén y representa un nuevo mecanismo de activación de c-MYC, alternativos a los observados hasta ahora en otros tipos de tumores. Los pacientes con este tipo de tumores podrían beneficiarse de terapias más personalizadas, dirigidas contra hnRNP K o c-MYC. A este respecto, la Unidad de Investigación Clínica de Tumores Hematológicos H12O-CNIO está colaborando activamente con otros miembros del CNIO para el desarrollo de nuevos moduladores de hnRNP K de cara a su futuro uso clínico, como Inés Muñoz, Ramón Campos-Oliva y Sonia Martínez, de la Unidad de Cristalografía e Ingeniería de Proteínas, la Unidad de Espectroscopía y RMN y la Sección de Química Médica, respectivamente.