El año 2023 ha sido el año más cálido registrado a nivel global y el segundo más cálido en Europa y, derivado de estas temperaturas, más de 47.000 personas han muerto en el continente. Los investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) han estimado en un estudio que si no fuera por la adaptación solar al calor, pues la vulnerabilidad a las altas temperaturas ha disminuido progresivamente durante el presente siglo, hubiera habido un 80 por ciento más de muertes por esta causa.
En el 2022, el ISGlobal valoró que las muertes por calor fueron más de 60.000, siendo el periodo de mayor mortalidad por altas temperaturas de los últimos diez años. Los resultados de ambos estudios se han publicado en la revista Nature Medicine.
Una subestimación
Aunque se trata de cifras alarmantes, los investigadores advierten de que el número de muertes por calor en el 2023 podría ser mayor y que las más de 47.000 muertes sean una “subestimación” de los datos. Esto se debe a que, como no existen unos registros diarios y homogéneos de la mortalidad durante el 2023, los autores del estudio han usado recuentos semanales de muertes en Eurostat, que ya advirtieron que podían no ser del todo precisos en un artículo publicado en The Lancet Regional Health.
De esta forma, tras una revisión de los resultados, desde el ISGlobal estiman que es probable que el número de muertes relacionadas con el calor en 2023 haya sido de 58.000.
La adaptación social al calor
Uno de los datos más relevantes del estudio es que la llamada “adaptación social al calor” ha prevenido un 80 por ciento más de muertes. Los investigadores afirman que si estas características climáticas se hubieran dado en el periodo del 2000 al 2004, se habría superado la cifra de 85 mil muertes en comparación con los resultados del periodo 2015-2019.
“Nuestros resultados muestran cómo ha habido procesos de adaptación social a las altas temperaturas durante el presente siglo, que han reducido drásticamente la vulnerabilidad y la carga de mortalidad relacionada con el calor de los veranos recientes, especialmente entre las personas mayores”, afirma Elisa Gallo, investigadora del ISGlobal.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores ajustaron el mismo tipo de modelo a datos de temperatura y mortalidad de los períodos 2000-2004, 2005-2009, 2010-2014 y 2015-2019. Luego, aplicaron las temperaturas y cifras de mortalidad de 2023 a cada uno de los cuatro modelos para estimar el número de muertes que se hubieran dado en cada periodo si las temperaturas hubieran sido tan altas como en 2023.
España, el cuarto país con más muertes
Si se observan los datos a nivel europeo, se aprecia que hay seis países del continente europeo que destacan por sus cifras de defunciones ligadas a las altas temperaturas. El primero de ellos es Grecia, que reúne 393 muertes por cada millón de habitantes, seguido de Bulgaria, con 229, e Italia, llegando a 209. España ocupa el cuarto puesto, con 175 defunciones por cada millón de habitantes, Chipre, con 167, y en sexto lugar está Portugal, con 136.
De esta forma, se llega a la conclusión de que los países del sur de Europa son los que ostentan las tasas más altas de mortalidad relacionada con el calor.
La metodología del estudio
Tanto para extraer los datos referentes al 2022 como a los del 2023, los investigadores han usado una metodología similar. Han accedido a los registros de temperatura y mortalidad de 823 regiones en 35 países europeos para el período 2015-2019 para ajustar modelos epidemiológicos y estimar la mortalidad relacionada con el calor en cada región europea durante todo el año 2023.
Hay que tener en cuenta que de un año a otro se han dado diferencias en la distribución del calor: mientras que el verano de 2022 se caracterizó por temperaturas extremas persistentes desde mediados de julio hasta mediados de agosto, no se han registrado grandes anomalías térmicas durante las mismas semanas en 2023. Sin embargo, dos episodios concretos de altas temperaturas a mediados de julio y finales de agosto han representado más del 57 por ciento de la mortalidad estimada total el último año del que se tienen registros, con más de 27.000 muertes.
