Mar Barberá Barcelona | viernes, 22 de junio de 2018 h |

Revisar los factores que se tienen en cuenta para tratar el cáncer de colon metastásico (CCRM) en primera y segunda línea ha sido uno de los asuntos que se han puesto sobre la mesa en la XX edición del Congreso Mundial de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés) en Cáncer Gastrointestinal. El congreso, que se celebra en Barcelona del 20 al 23 de junio, abarca los tumores malignos que afectan a todos los componentes del aparato gastrointestinal y los aspectos relacionados con el cuidado de los pacientes con cáncer gastrointestinal, incluyendo la investigación, el diagnóstico y las últimas opciones en el manejo de los tumores comunes y no comunes.

El cáncer de colon es el tumor de mayor incidencia en España, con 34.000 nuevos casos al año. Por este motivo, avanzar hacia la medicina de precisión en los pacientes diagnosticados de cáncer de colon ha sido otro de los grandes objetivos que se ha destacado en el simposio “Aproximando datos a la práctica clínica en paciente con cáncer metastásico colorrectal: un debate interactivo entre iguales” organizado por Sanofi en el marco de esta nueva edición del Congreso EMSO.

En este foro se han revisado los factores o los subanálisis del estudio Velour, en el que se destaca que los enfermos con tumores mutados pueden tener una combinación claramente efectiva.

Así, la comunidad científica avanza en el camino de los tratamientos especializados, diseñados a medida para cada tipo —y subtipo— de tumor. En esta línea se ha referido Teresa Macarulla, oncóloga del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, quien ha destacado que “nos encontramos en un punto bueno porque estamos aprendiendo cuáles son los factores que nos ayudan y por este motivo podemos personalizar más los tratamientos dirigidos al colon derecho o el izquierdo. Tenemos algunos biomarcadores como el BRAF y sabemos a que aspecto responde la inmunoterapia”.

Por su parte, Dirk Arnold, del Instituto CUF de Oncología de Lisboa, ha señalado la integración de los tratamientos locales y ablativos, así como el uso de las opciones después de la quimioterapia como las vías para mejorar la supervivencia en tumores colorrectales.

Sin embargo, en el caso de los andiendogénicos, segun Macarulla, “todavía nos queda mucho camino por recorrer porque aun no tenemos biomarcadores y es clave encontrarlos”.