El impacto del cáncer no es igual entre hombres y mujeres. Las diferencias observadas en la incidencia y mortalidad de los tumores entre ambos sexos se pusieron de manifiesto en la I Jornada Cáncer y Mujer. Una visión Global del Cáncer: contribución y desafíos para la sociedad, organizada por la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO).

Según el último informe “Las cifras del cáncer en España 2022”, elaborado por SEOM, el cáncer de mama, el colorrectal y el de pulmón son los tumores con mayor incidencia entre las mujeres españolas. Si hablamos de mortalidad femenina, el cáncer de mama fue el que más vidas se cobró en 2020 en España, seguido del de pulmón y del colorrectal. Los tumores suponen la segunda causa de muerte de las mujeres en nuestro país, solo por detrás de las enfermedades cardiovasculares. Datos que varían si ponemos el foco en los hombres, tanto a nivel de incidencia, como de mortalidad.

Por ello, se está investigando cuál es el papel del cromosoma X. “Las células que tienen cromosomas XX y las que tienen cromosomas XY responden de una manera distinta a los estímulos estresantes y también a las variaciones en el microambiente”, apuntó Cristina Grávalos, del Hospital 12 de Octubre de Madrid.

“No es lo mismo un cáncer de pulmón en un hombre que en una mujer, porque presentan diferentes alteraciones moleculares, impactando sobre el diagnóstico. El conocimiento molecular del cáncer nos está permitiendo ver que realmente incluso los tumores pueden ser diferentes. Se comportan de forma distinta e, incluso, tienen diferentes toxicidades a los tratamientos. El cáncer de pulmón y el cáncer de colon son algunos de los ejemplos de tumores en los que se han podido observar estas diferencias”, explicó Ruth Vera, jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Navarra, tesorera de la Fundación ECO y coordinadora de la jornada. 

Sin embargo, Vera celebró que el avance en el conocimiento molecular del cáncer esté evidenciando, cada vez más, la influencia del género en los diferentes tipos de tumores. “Estos hallazgos son, sin duda, un elemento de gran relevancia a tener en cuenta en las investigaciones que se realicen a partir de ahora. Se trata de una variable que se debe incorporar en toda la investigación, desde la preclínica hasta la clínica“, agregó.

En cuanto a la eficacia del tratamiento, “hay una mayor reducción relativa del riesgo de muerte en los varones con los tratamientos de inmunoterapia comparado con el tratamiento control y, además, hay mayor beneficio en la supervivencia global con la inmunoterapia en los hombres que en las mujeres, con independencia de la histología, la línea de tratamiento y el tipo de fármaco”, añadió Grávalos. Y es que la quimioterapia, la inmunoterapia y las terapias dirigidas presentan mayor toxicidad en las mujeres.

Tumores ginecológicos

Al hablar del abordaje del cáncer en la mujer, es fundamental hablar de los tumores ginecológicos. Durante la jornada, se abordaron los avances y desafíos en algunos de ellos.

Ejemplo de ellos es el cáncer de ovario, como ponía de manifiesto María Jesús Rubio Pérez, del Hospital Universitario Reina Sofía, Córdoba. “El cáncer de ovario es el tumor ginecológico más letal y la quinta causa de muerte en los tumores malignos para la mujer”, detallaba. Uno de los principales problemas radica en que, según la especialista “un 70 por ciento de las pacientes que llegan a consulta presentan ya una enfermedad avanzada”. En este tipo de cáncer, el aumento del conocimiento sobre mutaciones ha sido fundamental; por ejemplo, en aquellas pacientes con mutación BRCA, la llegada de inhibidores PARP ha cambiado sustancialmente el pronóstico de la enfermedad en términos de supervivencia libre de progresión. También, la llegada de opciones como los anticuerpos monoclonales (bevacizumab), sumadas en primera instancia a quimioterapia, han supuesto un cambio de paradigma en su abordaje. En definitiva, antes de lograr nuevas herramientas, Rubio apuntaba hacia el hallazgo de mejores “para dirigirnos hacia un futuro prometedor”.

Andrés Redondo, del Hospital La Paz de Madrid, abordó los retos en cáncer de endometrio. El experto resaltó que “el cáncer de endometrio es el tumor ginecológico más frecuente en países desarrollados, aunque en general tiene buen pronóstico porque se diagnostica en fases precoces”. Sin embargo, indicaba que “en ese pequeño porcentaje de mujeres que se diagnostica enfermedad avanzada, hasta hace poco, las opciones eran escasa”. Una de las primeras opciones era el uso de combinaciones de quimioterapia, pero al igual que en cáncer de ovario, el conocimiento molecular abrió la vía a nuevas opciones. El experto señalaba que “a todas estas pacientes se les recomienda un análisis genómico”, porque al ser un tumor con alto riesgo de recaída, es muy útil conocer este perfil de cara a establecer el tratamiento adyuvante. Aquí, la inmunoterapia se utiliza en aquellos casos que las paciente progresan a quimioterapia con la combinación de pembrolizumab y levantinib. El problema, exponía Redondo, es que “es una combinación muy tóxica, por lo que hay que reducir dosis en 2 de cada 3 pacientes”. 

Por otra parte, el cáncer de cérvix no es el más prevalente a nivel global, pero sí en países en vías de desarrollo, al estar muy ligado a la infección por virus del papiloma humano. Redondo precisaba que “en primera línea se utiliza la combinación de carboplatino y paclitaxel (quimioterapia), mientras que en segunda línea sigue habiendo necesidades médicas no cubiertas”. Ahora se está estudiando para esta segunda línea el uso de diversas inmunoterapias, y una de las últimas novedades con carácter relevante es la comparación del uso de cemiplimab con quimioterapia, en la que se empiezan a ver buenos resultados en términos de supervivencia global.

En cuanto a los retos tanto en endometrio como en cérvix, estaría, primeramente, implantar la clasificación molecular rutinaria en todos los hospitales. También, encontrar la fórmula adecuada para administrar inmunoerpaia como tratamiento estándar de la enfermedad recurrente en caso de que progrese; la prevención también cobra un papel protagonista, puesto que la vacunación frente al VPH repercutiría en que menos mujeres desarrollasen estos tipos de cáncer.

En definitiva, en tumores ginecológicos, se presentan diferentes desafíos a nivel general. Según Ana de Juan, del Hospital Marqués de Valdecilla de Cantabria, estos podrían dividirse en cuatro áreas. La primera, “mejorar la fase diagnóstica y, concretamente la obtención de la muestra. EN segundo lugar, decidir cuando un pacientes en fase 3 o 4 es resecable o no en primera instancia “haciendo uso de los comités moleculares para determinar la utilidad de esa cirugía”. También aboga porque, más allá de la intervención quirúrgica, “el tratamiento esté planificado y revisado por un comité multidisciplinar”. Por último, atendiendo al alto porcentaje de recaída, instaba a “incluir muchos criterios que faciliten la toma de decisiones, no solo dependiendo del tumor sino del estado de la paciente”. Si a esto se suma una paciente informada, e involucrada en la toma de decisiones, y que “independientemente del hospital, comunidad o país donde se aborde cada caso se dé opción a las mejores opciones diagnósticas y de tratamiento, se lograría una repercusión muy positiva en las cifras de supervivencia”, concluía De Juan.

Tumores gastrointestinales

Los tumores digestivos son muy frecuentes en la mujer, pero lo son aún más en los hombres. Según las el informe de cifras de cáncer en España 2022, se estima se producirán 27.000 nuevos casos de tumores digestivos en las mujeres y unos 44.300 en los hombres. Respecto a las cifras de mortalidad, según datos del INE, fallecieron 15.000 mujeres y 21.754 hombres por un tumor digestivo.

En el caso concreto del cáncer de páncreas (séptimo tumor más frecuente en mujeres) es la tercera causa de mortalidad entre la población global. Andrés Muñoz, del Hospital Gregorio Marañón de Madrid señaló que las mujeres tienen mejor supervivencia en el cáncer de páncreas “sin ninguna buena explicación”.

Muñoz lamenta los escasos avances en este tipo de tumor: “En la última década se ha consolidado la poliquimioterapia como nuestro tratamiento estándar para la enfermedad avanzada o la localmente avanzada y hemos consolidado la terapia secuencial, pero el desarrollo de otras estrategias terapéuticas ha sido muy limitado”.

Aunque el hombre tiene mayor incidencia en tumores digestivos que la mujer, hay dos excepciones: el cáncer en la vesícula biliar y el cáncer de páncreas, donde la mujer tiene mayor mortalidad. Antonio Antón, del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, quien se centró en el tratamiento del cáncer colorrectal metastásico, explicó que la clasificación biológica del cáncer de colon “nos ha dado mucho conocimiento, pero realmente a la hora práctica no la solemos utilizar porque es muy compleja”.

Antón reseñó que los aspectos de sexo y género “no están no están incluidos en nuestras valoraciones, ni en los artículos, ni en las publicaciones y realmente hay una correlación prácticamente unívoca entre la lateralidad colon proximal y estabilidad micro satélites con el sexo femenino”. Por ello, considera que se debe plantear si es necesario hacer una “reconsideración o una reclasificación de los biomarcadores que utilizamos, teniendo cuenta el sexo femenino“.