Según un estudio realizado por investigadores del Hospital Bicêtre, Assistance Publique-Hôpitaux de Paris/Université Paris-Saclay, los pacientes asmáticos no presentan mayor riesgo de desarrollar una forma grave de COVID-19. El trabajo, realizado sobre una cohorte de pacientes hospitalizados por neumonía derivada de este coronavirus, se ha publicado en el European Respiratory Journal.

Aquellas infecciones relacionadas con los virus de tropismo respiratorio, tales como el rinovirus, el virus sincitial respiratorio o el virus de la gripe, son la principal causa de exacerbación del asma. Estas, pueden estar asociadas a episodios respiratorios graves en pacientes asmáticos. Para explicar esta predisposición a infecciones virales en asmáticos, prioritariamente el papel de la inflamación de tipo 2, se han propuesto varios mecanismos fisiopatológicos. De este tipo de inflamación se cree que reduce las respuestas inmunitarias innatas y, en concreto, la síntesis de diferentes tipos de interferones esenciales para la respuesta antiviral.

Una de las características que se ha dado con frecuencia en la pandemia de COVID-19, es que en sus formas graves, la enfermedad se caracteriza por la aparición de una neumonía grave que provoca un síndrome de dificultad respiratoria aguda potencialmente mortal. Este hecho podría suscitar preocupación por el aumento del riesgo de formas graves en los asmáticos. Y es que, el trofismo respiratorio de los coronavirus es muy conocido como ya se ha observado en epidemias de neumopatías graves como el SARS o el MERS.

Coronavirus y exacerbaciones respiratorias

En 2018 se publicó una revisión general en la que se reflejaba la detección de un coronavirus en muestras respiratorias durante una exacerbación del asma; esta, oscilaba entre el 8,4 por ciento en niños y el 20,8 por ciento en adultos. Con ello, esta familia de virus se convertía en el segundo virus más común identificado en adultos, después de los rinovirus. En el caso de los niños, los coronavirus fueron los cuartos más comunes por detrás de los rinovirus, el virus sincitial respiratorio y los enterovirus.

Con esto, se planteó la preocupación de que la epidemia fuera acompañada de un aumento del riesgo de infección por el SARS-CoV-2 en pacientes asmáticos. Esto quedaría, en principio, ligado a enfermedades pulmonares graves y/o exacerbaciones asmáticas. Pero al contrario de lo que se pensaba, en las primeras publicaciones emitidas en países como China, Italia o Estados Unidos, los pacientes de asma no aparecían como sobrerrepresentados; sobre todo, si se tiene en cuenta la prevalencia del asma, que varía entre el 7 y el 10 por ciento en función de cada país.

El objetivo de este grupo de investigadores era describir las características clínicas y el destino de los pacientes asmáticos hospitalizados por COVID-19. El estudio se ha llevado a cabo en la primavera de 2020 en el Hospital Bicêtre. Al observar un grupo de 768 pacientes hospitalizados entre el 15 de marzo y el 15 de abril, el 4,8 por ciento eran asmáticos. Esta proporción coincide con el porcentaje de pacientes con asma sobre el total de la población en Francia. Un dato que destaca es que los pacientes con asma eran más jóvenes que aquellos ingresados por COVID-19 pero no padecían esta afección respiratoria. Entre los pacientes ingresados por este coronavirus con asma, predominaron las mujeres.

Datos positivos

Al observar la evolución de los pacientes con asma, ninguno de ellos presentó un ataque grave que justificara un tratamiento específico en el momento de su admisión en el hospital. Esto confirma que la COVID-19 tiene menos impacto en la exacerbación del asma que en otras infecciones virales respiratorias. Tampoco hay pruebas que apunten a un aumento de la morbilidad o la mortalidad en estos pacientes. Cabe destacar que el tratamiento del asma no se alteró durante los ingresos, y se observó que la continuación de tratamiento no parece ser nociva en pacientes con asma y COVID-19.

Además, el estudio muestra que los asmáticos no están sobrerrepresentados en una cohorte de pacientes hospitalizados por enfermedades pulmonares graves relacionadas con la COVID-19. Tampoco se ha observado un aumento en la mortalidad de los pacientes asmáticos infectados por SARS-CoV-2 en comparación con la población general. Por último, se ha llegado a la conclusión de que en pacientes de asma, debe mantenerse el tratamiento habitual a pesar de detectarse una infección por COVID-19.


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