
Rafael López es el jefe del Servicio de Oncología Médica en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela y lidera el Grupo de Oncología Médica Traslacional (Oncomet), del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS).
Además, López lleva ocho años organizando el Simposio de Biopsia Líquida, que este 2023 tuvo lugar en Santiago de Compostela durante los días 26, 27 y 28 de enero.
Pregunta. ¿Cuál es la situación actual de la biopsia líquida como prueba de detección?
Respuesta. La situación de la biopsia líquida como detección precoz o cribado del cáncer se encuentra investigación, fundamentalmente en Estados Unidos e Inglaterra. Hay datos prometedores y muchos ensayos en marcha. Recientemente se ha aprobado por la FDA en Estados Unidos un test para 15 tumores que está comercializado. De todas formas, la sensibilidad de dicho test es muy baja todavía y no sería recomendable para un sistema público como el europeo. Pero sin duda alguna es el inicio de una carrera imparable y esperemos que en pocos años esta sensibilidad aumente y se pueda utilizar en la población general y en muchos tumores.
P. ¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta el área de la biopsia líquida?
R. Actualmente, los retos de la biopsia líquida en España son varios. Uno de ellos es el acceso, que está limitado en primer lugar por el precio, pero también por un miedo a lo desconocido, a cambiar los hábitos y la costumbre, por la falta de estandarización y de garantía de calidad, la gran fragmentación de centros en nuestro país, la escasa cultura de innovación y finalmente la exigencia mayor de evidencia a ciertas pruebas y métodos, sobre todo no invasivos. Es una pena porque fuimos un país líder en biopsia líquida.
P. ¿En qué tipo de tumores está más implantada esta práctica?
R. Actualmente, en enfermedad avanzada en cáncer de pulmón. Es más, creo que para hacer una oncología de pulmón de calidad se necesita disponer de acceso a técnicas de biopsia liquida. En segundo lugar continúa el cáncer de colon, y va a ser necesaria para nuevos fármacos que se van a autorizar en cáncer de mama. En tumores de origen desconocido y otros tumores digestivos se está aumentando su utilización.
P. ¿En qué tipo de tumores hay mayor proyección de la biopsia líquida?
R. La proyección es que en muchos o casi todos los tumores se utilice la biopsia líquida en casi todo el proceso del cáncer. Evidentemente su desarrollo va parejo al desarrollo farmacológico. Cuantos más fármacos diana tengamos, más desarrollo de la biopsia líquida.
También la biopsia líquida va a contribuir al desarrollo farmacológico y al conocimiento del cáncer al descubrir nuevos biomarcadores y nuevas alteraciones moleculares.
Pero sin duda, el desarrollo más espectacular a corto y medio plazo es lo que llamamos enfermedad mínima residual. Un ejemplo sería pacientes que se operan de cáncer de colon en estadios localizados que tengan presencia de mutaciones en plasma. Además de ser el mayor factor pronóstico conocido, nos va a indicar si precisa quimioterapia u otro tratamiento, y va a permitir adaptar la intensidad del tratamiento a la presencia o no de tumor, y por lo tanto escalar o desescalar los mismos con los ahorros en toxicidad y económicos que nos podemos imaginar.
Y aunque a medio y largo plazo el mayor impacto de la biopsia líquida será en el cribado o diagnóstico precoz de cáncer, se necesita aumentar la sensibilidad posiblemente añadiendo otras técnicas.
P. ¿Cuál es el papel de esta práctica en tumores no frecuentes?
R. En tumores poco frecuentes, siempre es más difícil incorporar nuevas técnicas, aunque en este caso se tiene que beneficiar del mayor conocimiento biológico y del mayor desarrollo farmacológico. Así ya tenemos ejemplos en GIST, tumores cerebrales y cáncer de endometrio.
P. ¿Qué balance hace del VIII Simposio de Biopsia Líquida?
R. El balance es muy positivo, ya que hemos celebrado el octavo simposio de forma presencial después de dos años en formato virtual. En un simposio de estas características es muy importante la interacción y el networking, ya que se generan ideas proyectos.
Llegamos a 400 inscritos, que es el nivel más alto de todos los simposios presenciales. Finalmente, y posiblemente lo más importante, es que la calidad de las ponencias fue muy alta, que yo calificaría de impresionante.
Esto nos permite y nos da pie a plantear el noveno simposio, ya que hay interés científico de la comunidad investigadora y asistencial por seguir avanzando en este campo, que sin duda será la herramienta clave en la oncología de precisión.
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