En las secuelas de la última Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), las inundaciones han planteado una serie de riesgos para la salud pública, particularmente infecciones asociadas a la exposición prolongada a aguas estancadas. María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), advierte de los principales peligros de infecciones que enfrentan los residentes y trabajadores en las zonas afectadas.
Las inundaciones han planteado una serie de riesgos para la salud pública, particularmente infecciones asociadas a la exposición prolongada a aguas estancadas
No obstante, la especialista remarca que implantando medidas de protección y prevención, el riesgo disminuye notablemente. Sin embargo, dentro de ese riesgo Tomás señala las posibilidades de las diferentes tipos de infección que pueden surgir. Siendo las más probables, bacterias gastrointestinales y las más remotas el cólera o el tifus. Aunque, la especialista hace especial hincapié en la diferencia entre probabilidad y realidad. Por ello, recalca la importancia de implantar medidas de prevención y protección, además de fomentar una información rigurosa y realista.
1. Infecciones gastrointestinales por contaminación bacteriana
La contaminación de las aguas debido al arrastre de aguas residuales y estiércol es una consecuencia inmediata de las inundaciones. Estos residuos contienen bacterias como Escherichia coli, Campylobacter, Shigella y Salmonella, patógenos que pueden provocar infecciones gastrointestinales graves al contaminar agua y alimentos. La combinación de agua estancada y residuos orgánicos crea un entorno propicio para la proliferación bacteriana, incrementando el riesgo de gastroenteritis en personas expuestas al agua contaminada. Por ello, la especialista señala la importancia de contar con la protección adecuada si se va a estar en contacto con agua estancada, lavar las manos regularmente con agua y jabón, y desinfectar heridas expuestas al agua.
La combinación de agua estancada y residuos orgánicos crea un entorno propicio para la proliferación bacteriana
En este sentido, añade que es esencial que las personas eviten consumir alimentos o agua que puedan haber estado en contacto con aguas contaminadas. Asimismo, la portavoz subraya la importancia de la utilización de botas, así como de mascarillas, para tapar nariz y boca, en las tareas de limpieza, porque aunque no haya un “consumo” de ese agua el contacto de las mucosas puede provocar también una afectación
2. Infecciones de heridas
En ambientes inundados, incluso pequeñas heridas pueden ser puertas de entrada para bacterias presentes en el agua estancada. Esto es especialmente relevante en el caso de personas inmunodeprimidas o con lesiones abiertas, quienes enfrentan un riesgo mayor de desarrollar infecciones complejas. Patógenos comunes en estos casos incluyen bacterias como Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes, las cuales pueden desencadenar infecciones graves si entran en contacto con tejidos dañados.
Patógenos comunes en estos casos incluyen bacterias como Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes, las cuales pueden desencadenar infecciones graves si entran en contacto con tejidos dañados
En este sentido, la portavoz de SEIMC recalca que el uso de botas impermeables, guantes y ropa protectora es fundamental para aquellos que trabajen en limpieza o en áreas afectadas. También se recomienda lavar las heridas con agua y jabón y desinfectarlas con productos adecuados.
3. Tétanos
Por su parte, el tétanos es una amenaza siempre presente en situaciones de inundación debido al riesgo de exposición de heridas a esporas de Clostridium tetani, una bacteria que puede estar en el suelo. Esta enfermedad, aunque menos frecuente, puede ser grave, afectando el sistema nervioso de personas no vacunadas o con el calendario de vacunación incompleto.
“Se están poniendo las primeras vacunas contra el tétanos a voluntarios y vecinos”
En este sentido, el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, ha afirmado que “no está descartada una posible epidemia” debido a las aguas estancadas y contaminadas tras la DANA, y que ya “se están poniendo las primeras vacunas contra el tétanos a voluntarios y vecinos”. Asimismo, Mazón anunció en una entrevista en COPE que la Generalitat ha solicitado al Ministerio de Sanidad la formación de un comité exprés de epidemiólogos para evaluar la situación.
4. Enfermedades transmitidas por vectores: dengue
A medio plazo, las aguas estancadas representan un ambiente ideal para la proliferación de mosquitos, los cuales pueden actuar como vectores de enfermedades como el dengue. Aunque los casos de dengue autóctono en España son poco comunes, las condiciones creadas por las inundaciones aumentan el riesgo de brotes, especialmente si la situación de humedad y temperaturas cálidas persiste en las próximas semanas.
Las aguas estancadas representan un ambiente ideal para la proliferación de vectores de enfermedades como el dengue
De hecho, la especialista señala que ya hubo brotes de Dengue en Cataluña, aunque no muy potentes, por lo que hay que tener especial cuidado, ya que los brotes pueden ser mas potentes. “Si ahora vienen humedad y calor la proliferación estos vectores, de estos mosquitos en las aguas estancadas puede ser un riesgo real”, remarca Tomás.
5. Leptospirosis
La leptospirosis es una infección bacteriana transmitida principalmente a través de la orina de animales infectados, como roedores, que pueden sobrevivir en condiciones húmedas. En el contexto de las inundaciones, esta enfermedad, aunque poco común, podría aparecer si las aguas estancadas son contaminadas con la bacteria Leptospira, que puede infectar a humanos por contacto con piel lesionada o mucosas. Además, hay que añadir que la imposibilidad actual de recoger los residuos y su consiguiente acumulación es un factor de riesgo muy importante para la aparición de estos roedores.
La leptospirosis es una infección bacteriana transmitida principalmente a través de la orina de animales infectados, como roedores
Por ello, la profesional sanitario recomienda buscar una solución con la acumulación de residuos, porque puede ser un foco claro de infección. No obstante, Tomás reconoce que la situación es muy complicada y hay prioridades mayores que el transporte de los residuos, pero no se debe de dejar, ya que a medio plazo puede ser un riesgo importante
6. Infecciones menos probables: hepatitis A, cólera y tifus
A largo plazo, aunque se consideran menos probables, otras infecciones como la hepatitis A, el cólera y el tifus podrían surgir en caso de una falta de control sanitario adecuado. La hepatitis A es una infección viral que se transmite por ingestión de alimentos o agua contaminados y podría afectar a las personas que no hayan sido vacunadas. Por otro lado, aunque tanto el cólera como el tifus están prácticamente erradicados en España, el riesgo de aparición de casos aislados aumenta si las condiciones sanitarias se deterioran. De hecho, la portavoz apunta que el año pasado ya hubo un brote de cólera en el Reino Unido. Lo que debe de ser una señal clara de que no se puede bajar la guardia y reivindicar la seguridad sanitaria, aunque el riesgo de infección sea bajo. La prevención y la información es fundamental en este tipo de situaciones.
El riesgo de infecciones como la hepatitis A, el cólera y el tifus es muy bajo, pero podrían surgir en caso de una falta de control sanitario adecuado
En cuanto a la prevención de estas enfermedades Tomás explica que el camino pasa por la vacunación para hepatitis A ya que es la medida preventiva efectiva, especialmente en poblaciones vulnerables. En cuanto a cólera y tifus, aunque el riesgo es muy bajo, es fundamental mantener una vigilancia activa y tomar medidas de desinfección y saneamiento en áreas afectadas.
Prevención y el control sanitario
Aunque el riesgo general de infecciones graves tras las inundaciones es bajo, la exposición al agua estancada y la falta de servicios de saneamiento pueden aumentar la incidencia de enfermedades, especialmente infecciones gastrointestinales y de heridas. Por ello, Tomás destaca la importancia de mantener una respuesta sanitaria rápida y una educación preventiva para evitar complicaciones mayores.
El riesgo general de infecciones graves tras las inundaciones es bajo, la exposición al agua estancada y la falta de servicios de saneamiento pueden aumentar la incidencia de enfermedades
En este sentido, el Ministerio de Sanidad ha indicado que ante la posibilidad de que algunas aguas o lodos estén contaminados y transmitan infecciones digestivas, provocando diarreas o vómitos, es fundamental ponerse en contacto con las autoridades y profesionales con formación específica. De hecho, alertan que las aguas estancadas representan un riesgo importante porque pueden albergar patógenos y atraer vectores de enfermedades, como mosquitos, aumentando el riesgo de infecciones. Por ello, recomiendan evitar el contacto y seguir las recomendaciones de limpieza, alimentación y seguridad.