GM Madrid | miércoles, 28 de marzo de 2018 h |

Los niños en edad preescolar con trastorno del espectro autista (TEA), tienen conexiones anormales entre ciertas redes cerebrales que se pueden ver usando una técnica especial de resonancia magnética, según revela un estudio publicado en la edición digital de la revista Radiology. Los investigadores dicen que los hallazgos algún día podrían ayudar a orientar los tratamientos.

Aunque los avances en la imagen cerebral han permitido el descubrimiento de la conectividad cerebral anormal en niños más pequeños con TEA, el fenómeno aún no se ha investigado por completo a nivel de la red cerebral.

Para el nuevo estudio, los investigadores buscaron diferencias en la conectividad cerebral en niños con TEA usando una técnica de resonancia magnética llamada imágenes de tensor de difusión (DTI, por sus siglas en inglés). La técnica proporciona información importante sobre el estado de la materia blanca del cerebro.

Los investigadores compararon los resultados de DTI entre 21 niños y niñas preescolares con TEA (edad media de 4 años y medio) con los de 21 niños de edad similar con desarrollo típico. Aplicaron la teoría de grafos a los resultados de DTI para comprender más sobre el nivel de conectividad entre redes cerebrales. Al aplicar el análisis de grafos a los resultados de DTI, los científicos pueden medir las relaciones entre datos altamente conectados y complejos, como la red de conexiones que forma el cerebro humano.

En comparación con el grupo con desarrollo típico, los niños con TEA demostraron diferencias significativas en los componentes de la red de ganglios basales, un sistema cerebral que desempeña un papel crucial en el comportamiento. También se encontraron diferencias en la red paralímbico-límbica, otro sistema importante en la regulación del comportamiento.

“La conectividad cerebral alterada puede ser una característica fisiopatológica clave de TEA”, explica el coautor del estudio Lin Ma, del Departamento de Radiología del Hospital General PLA en Beijing, China. “Esta conectividad alterada se visualiza en nuestros hallazgos, proporcionando así un paso más en la comprensión de TEA”, añade.