El cáncer de pulmón es actualmente el segundo tumor más frecuente en el mundo y el que provoca más muertes a nivel global. Se calcula que cada 20 minutos fallece una persona a causa de esta enfermedad, lo cual subraya la necesidad de un diagnóstico temprano para mejorar la supervivencia de los pacientes y enfrentar este problema de salud pública. Diversos estudios sugieren que el cribado de cáncer de pulmón podría reducir la mortalidad general entre un 6,7% y un 20%, y disminuir la mortalidad específica por este tipo de cáncer entre un 20% y un 39%.
La evidencia en pro del cribado en cáncer de pulmón sigue creciendo, respaldada por múltiples estudios que destacan su efectividad. Asimismo, se ha demostrado que la contaminación ambiental eleva el riesgo de desarrollar este tipo de tumor. Estos temas fueron abordados en la IV edición de ‘Juntos Ahora’, un evento organizado por la Lung Ambition Alliance (LAA), una colaboración de varias organizaciones comprometidas a redefinir los enfoques para mejorar la supervivencia en pacientes con cáncer de pulmón.
El tabaquismo es responsable de aproximadamente el 90% de los casos de cáncer de pulmón, por lo que su reducción sigue siendo esencial en la prevención de esta enfermedad. No obstante, en el evento, los expertos destacaron la necesidad de que las políticas públicas aborden no solo el tabaquismo, sino también la contaminación atmosférica como un factor que contribuye a la prevalencia de esta patología. La evidencia muestra que, a partir de ciertos niveles de partículas en suspensión, la contaminación puede actuar como un agente desencadenante del cáncer de pulmón, incluso en personas no fumadoras. Se estima que al menos un 9% de las muertes por este tipo de cáncer están vinculadas a la exposición a la contaminación.
Los expertos coinciden en que las políticas de salud pública deben combinar acciones preventivas con programas de cribado que faciliten el diagnóstico temprano del cáncer de pulmón, incrementando así las tasas de supervivencia. La diferencia en la supervivencia es notable: en pacientes diagnosticados en estadio IA, es decir, cuando el tumor solo está en el pulmón y mide 3 cm o menos, la tasa de supervivencia a cinco años puede superar el 90%, mientras que en estadio IV desciende a menos del 10%. Por ello, el diagnóstico precoz resulta fundamental para mejorar las perspectivas de los pacientes con esta enfermedad.
Screening
“En el proyecto Lung Ambition Alliance, el radiólogo desempeña un papel central al actuar como eje en los comités multidisciplinares, facilitando la comunicación y coordinación entre las distintas especialidades médicas”, explica Eliseo Vañó, presidente de la sección cardiotorácica de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM). “Los radiólogos lideran la optimización del screening mediante el uso de TAC de tórax de baja dosis de radiación, una herramienta que ha demostrado aumentar la supervivencia de los pacientes, perfeccionando protocolos que permiten una detección temprana y precisa de lesiones pulmonares con un riesgo mínimo para el paciente”, afirma.
Además, el experto señala que el radiólogo es el profesional que tiene la capacidad de implementar la “detección oportunista” de otras patologías con alta morbimortalidad, como la enfermedad cardiovascular y EPOC durante el mismo examen, maximizando el valor diagnóstico y preventivo del procedimiento.
En esta línea, el proyecto CASSANDRA (Cancer Screening, Smoking Cessation and Respiratory Assessment) busca demostrar la viabilidad, factibilidad y costo-efectividad de programas de cribado para el cáncer de pulmón en España. Este programa integra la prevención primaria, mediante el apoyo a la cesación tabáquica, y la prevención secundaria, a través del cribado con tomografía computarizada de baja dosis en fumadores y exfumadores que cumplan los criterios de inclusión. La iniciativa, impulsada por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), cuenta con la colaboración de 39 hospitales y centros de atención primaria en 16 comunidades autónomas.
La implementación de herramientas de inteligencia artificial (IA) en el ámbito médico, y concretamente en el radiológico, también son claves a la hora de detección precozmente este tumor. “La experiencia de los radiólogos es fundamental para supervisar y guiar la implementación de herramientas de IA, asegurando que estas tecnologías se integren de manera efectiva y segura en los flujos de trabajo clínicos, comprendiendo que la IA es un aliado que potencia su capacidad diagnóstica y no un adversario”, asegura Vañó, que además señala que “al combinar su experiencia con las capacidades avanzadas de la IA, pueden aumentar la precisión diagnóstica, reducir errores y mejorar la eficiencia en la detección de nódulos pulmonares, entre otros hallazgos, optimizando así el diagnóstico y tratamiento de los pacientes”.
Experiencia de pacientes
La jornada también incluyó una mesa redonda centrada en la experiencia de los pacientes con cáncer de pulmón, donde se discutió la calidad del trato y la humanización de la atención sanitaria. Margarita Majem, oncóloga del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, destacó la importancia de “promover un enfoque integral que ofrezca acceso a servicios de psicooncología y fisioterapia para ayudar a los pacientes a enfrentar el impacto funcional, emocional y social de la enfermedad”.
Por otro lado, se presentaron el documento ‘Recomendaciones para la elaboración de un Proceso Asistencial Integrado de cáncer de pulmón’, una guía desarrollada por la Lung Ambition Alliance (LAA) para mejorar y estandarizar la atención desde el diagnóstico hasta el tratamiento. Florentino Hernando, jefe del Servicio de Cirugía Torácica del Hospital Clínico San Carlos, explicó que “el primer paso es monitorear el proceso para identificar ineficiencias y áreas de mejora”. Así, añadió que “la información clínica del paciente debería recogerse de manera estandarizada, facilitando así la coordinación entre los profesionales sanitarios y promoviendo la toma de decisiones conjuntas para brindar un tratamiento adecuado y personalizado”. Hernando subrayó que “este documento es un gran avance para asegurar que todos los pacientes reciban atención de calidad, independientemente de su lugar de residencia”.
Durante el evento de la Lung Ambition Alliance (LAA), se entregaron los II Premios a Proyectos de Investigación y los IV Premios a Proyectos de Innovación para la detección precoz de cáncer de pulmón, reconociendo los avances en este campo. En la categoría de investigación, se premió el proyecto liderado por José Luis Pérez Gracia de la Clínica Universidad de Navarra, que busca identificar biomarcadores genéticos para el diagnóstico precoz del cáncer de pulmón, mediante la secuenciación del exoma y el uso de inteligencia artificial. Por otro lado, en el área de innovación, el galardón fue para el proyecto de Joaquín Dopazo, director de la Plataforma de Medicina Computacional de la Fundación Pública Andaluza Progreso y Salud, que utiliza datos clínicos de más de 15 millones de pacientes del Sistema de Salud Andaluz para crear un modelo predictivo basado en IA, con el fin de identificar a personas con alto riesgo de cáncer de pulmón y optimizar los programas de cribado.
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