El abordaje del cáncer de pulmón ha experimentado una revolución en los últimos años. Además de la prevención, fundamental para evitar el desarrollo de estos tumores, el conocimiento sobre la biología molecular y la investigación han supuesto un cambio de paradigma en su tratamiento. Mariano Provencio, presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), explica en Gaceta Médica la situación actual del y los retos en cáncer de pulmón, poniendo en valor el papel de grupos independientes como el GECP y su contribución a los avances en investigación.
Pregunta. Como publicaban recientemente, el cáncer de pulmón ha aumentado su letalidad en España. ¿Por dónde urge empezar a trabajar para mejorar el pronóstico y las cifras?
Respuesta. Las dos vías principales para frenarlo son la prevención y la investigación. Ambas requieren de mayor atención y presupuesto por parte de la Administración. Sin duda nos queda mucho por avanzar en políticas antitabaco y debemos reforzar el apoyo público a la investigación del tumor.
P. El primer paso que podría reducir los nuevos diagnósticos en cáncer de pulmón es la prevención, mediante la adopción de hábitos saludables. ¿En qué sentido se debe trabajar para que este mensaje cale entre la sociedad?
R. Como decía, nos queda mucho por avanzar en política antitabaco. La ley actual se ha quedado estancada y no ha sabido tampoco adaptarse a los cambios de consumo, con la irrupción de productos como los vapeadores, cigarrillos electrónicos o el tabaco de liar, muy en auge entre los jóvenes y con percepción de inocuos. Desde luego hay que hacer mucha prevención y promoción más agresiva y a mayor escala. Como siempre decimos desde el GECP, todos recordamos campañas de la DGT, pero ninguna contra el tabaco.
“Queda mucho por avanzar en política antitabaco; la ley actual se ha quedado estancada y no ha sabido adaptarse a los cambios de consumo”
P. Desde la Unión Europea, hace unos meses, se recomendó iniciar programas de cribado en cáncer de pulmón entre los Estados miembro. ¿Qué efecto se prevé que tenga la implementación del screening en estos tumores? ¿Cómo avanza su aplicación en España?
R. El diagnóstico precoz del cáncer de pulmón es verdaderamente el talón de Aquiles de este tumor. No es fácil la implementación de estos programas. Recientemente en el pasado Congreso del GECP se contrapusieron las bondades, pero también los retos a los que nos enfrentamos, como la detección de la población diana, la adhesión de los participantes, la gestión de los falsos positivos y la nada desdeñable sensación de ‘protección’ que pueden tener los grandes fumadores con la incorporación de estos circuitos. Su aplicación en España pasa ahora por estudiar con evidencia científica como ponerlo en marcha. En este sentido, el estudio ‘Cassandra’ de SEPAR busca aportar estos datos.
“Los cribados en cáncer de pulmón tienen bondades pero también retos como la detección de la población diana, la adhesión de los participantes, la gestión de los falsos positivos y la nada desdeñable sensación de ‘protección’ que pueden tener los grandes fumadores”
P. A nivel de diagnóstico, tanto la detección precoz como el diagnóstico molecular juegan un papel muy importante en el pronóstico de la enfermedad. ¿Están ambos implantados en nuestro país de una manera adecuada y equitativa para los pacientes?
R. La introducción de la medicina de precisión ha supuesto una mejora significativa en el tratamiento del cáncer de pulmón. La determinación de biomarcadores y el diagnóstico molecular son actualmente necesarios para las decisiones terapéuticas. Sin duda, el acceso ha mejorado progresivamente y los análisis más recientes de los datos del Registro de Tumores Torácicos del GECP muestra que esta información se obtiene en más del 85% de los casos. En este sentido, me gustaría destacar que a pesar de la falta de un proyecto nacional y protocolo estándar en España que regule la determinación de biomarcadores, la situación es similar a otros países europeos. Sin embargo, dado el creciente número de determinaciones diferentes y su alta positividad, se necesitan con urgencia estrategias nacionales para implementar la secuenciación de próxima generación (NGS) de manera integrada y rentable en el cáncer de pulmón. Sería necesaria una planificación y organización de los recursos para el diagnóstico molecular.
P. Gracias al avance de la medicina de precisión y teniendo en cuenta que en cáncer de pulmón hay definidas diferentes alteraciones genéticas -con tratamientos dirigidos a esas dianas ya autorizados o en fases avanzadas de investigación-, ¿Cómo cree que se debe trabajar para que estos tratamientos estén disponibles cuanto antes, teniendo en cuenta que a nivel cuantitativo acumulan un menor nivel de evidencia?
R. Sin duda hay que agilizar el proceso, hacerlo más eficiente y transparente. Desde el GECP llevamos años reclamando una mayor agilidad en la llegada de la innovación terapéutica a las personas afectadas por el cáncer de pulmón. Nos mostramos muy preocupados por la situación actual que estamos viviendo en España. Disponemos de fármacos e indicaciones que sabemos suponen una mejoría para nuestros pacientes, pero que sufren retrasos en su llegada al SNS de más de año y medio sobre el plazo establecido legalmente en España.
Me gustaría insistir en este punto. En la actualidad nuestro país está incumpliendo reiteradamente el plazo máximo para la incorporación de un fármaco al SNS. Nuestros pacientes no tienen una segunda oportunidad.
P. El trabajo multidisciplinar es uno de los pilares del trabajo del GECP. ¿Diría que este espíritu multidisciplinar está bien implantado en nuestro país o hay algún aspecto que sea necesario mejorar en este ámbito?
R. Creo que el trabajo de grupos de investigación como el GECP debería estar mucho más reconocido. Estamos generando investigación clínica independiente, con un alto valor añadido y reconocida mundialmente, que, sin embargo, dentro de casa, en España, no cuenta con soporte ni ayudas.
“El trabajo de grupos de investigación como el GECP debería estar mucho más reconocido; estamos generando investigación clínica independiente, con un alto valor añadido y reconocida mundialmente”
P. Actualmente el GECP cuenta con diferentes estudios en marcha en cáncer de pulmón. ¿Cuáles diría que son los más avanzados o prometedores que se están llevando a cabo hoy en día?
R. Sin duda han sido muy relevantes los resultados de NADIM y NADIM II que han permitido un cambio en la estrategia terapéutica de los tumores de pulmón en estadios III a nivel mundial, mejorando las actuales cifras de respuesta al tratamiento y supervivencia. Estamos trabajando en nuevos esquemas de adyuvancia así como en carcinoma microcítico con fármacos nuevos; por otra parte tenemos el estudio ATLAS con detección de marcadores moleculares y el sustrato epidemiológico con detección de gas radón como inductor del cáncer.
P. Para finalizar, el GECP establece como su objetivo final “avanzar en la curación de una patología de alto impacto”. ¿En qué escenario diría que estamos actualmente y cuáles son las acciones prioritarias a corto, medio y largo plazo que acometer para seguir avanzando?
R. Los avances que hemos vivido en los últimos años eran impensables. Hace unos años, solo hablábamos de “cáncer de pulmón”, como una única entidad. Hoy, sin embargo, más del 50% de los cánceres de pulmón tienen algún marcador molecular identificado que permite afinar el tratamiento, dirigirlo. La inmunoterapia, además, ha cambiado de manera radical el pronóstico de muchos de nuestros pacientes: hablamos de años de supervivencia en enfermedad metastásica cuando antes eran semanas. Estamos en un momento importante en cuanto a avances y muchos pacientes se van a poder beneficiar de ello.