Investigadores del Barcelona Institute of Science and Technology (Bist) han desarrollado un implante de retina que podría dar respuesta a la degeneración visual causada por enfermedades como la retinosis pigmentaria.
El nuevo implante, basado en el grafeno, es un dispositivo electrónico que se sitúa en contacto con la retina, con una serie de electrodos cuya función es “estimular las neuronas ganglionares que tienen que enviar los impulsos al cerebro”, ha explicado el investigador del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2) e integrante del proyecto Theia, Antonio Garrido.
Una retina sana contiene células fotorreceptoras que convierten los cambios de luz en impulsos nerviosos que el nervio óptico lleva al cerebro, que descodifica estos impulsos en imágenes.
Se han realizado ya estudios clínicos de dispositivos que insertan electrodos en contacto con la retina, con resultados relativamente positivos en cuanto a la recuperación de la visión, pero la estimulación de las células ganglionares es “compleja”.
Los promotores del implante han defendido que se tienen que introducir impulsos eléctricos sin dañar las células, pero con suficiente inyección de energía para conseguir la estimulación requerida.
Potencial futuro
En la fase semilla del BIST Ignite Program, el proyecto Theia ha demostrado el potencial del nuevo dispositivo mediante ensayos ‘in vitro’ con retinas de roedores.
Para este año 2018, con los fondos recibidos, se desarrollará un prototipo flexible para su ensayo ‘in vivo’ con modelos animales.
En concreto con cerdos pequeños, cuyos órganos oculares tienen grandes similitudes con los de los seres humanos.
Garrido ha dicho que es un proyecto que requerirá entre 10 y 15 años para que el dispositivo esté disponible para comercializar, pero su potencial es enorme porque “podría ofrecer una respuesta clínica a la degeneración macular, que se extenderá con el envejecimiento de la población”, concluye el experto.