Pregunta. ¿Cuál es la relevancia de este uno por ciento de diferencia entre evolocumab y estatinas en la reducción del volumen porcentual de ateroma que muestra el estudio Glagov?
Respuesta. El estudio ha sido presentado en el Congreso de la Asociación Americana del Corazón. Cuanto más intenso sea nuestro tratamiento, mayor será la eficacia contra la ateroesclerosis. Son buenas noticias. Los niveles de colesterol LDL se sitúan en niveles muy bajos, por debajo del objetivo terapéutico. Es una diferencia significativa, vamos en la dirección adecuada.
P. ¿Cuál ha sido el impacto de evolocumab contra las dislipidemias?
R. Los nuevos medicamentos han tenido un gran impacto desde el punto de vista clínico. Sabemos que la hipercolesterolemia es un factor importante en la ateroesclerosis, que es una causa fisiopatológica de la enfermedad cardiovascular. Somos conscientes de que el colesterol LDL es crucial en el desarrollo natural de este tipo de patologías. La reducción del c-LDL a través de los actuales tratamientos mejora el pronóstico y la supervivencia en pacientes tanto en prevención primaria como secundaria.
P. ¿Se ha conseguido un mejor control de la enfermedad?
R. Un porcentaje significativo de pacientes no consigue reducir el c-LDL y situarse dentro del objetivo de control. Debemos identificarlos. De acuerdo a las guías alrededor del 50 por ciento de estos pacientes no está bien controlado. Los inhibidores del PCSK9 han demostrado eficacia en la consecución de los objetivos y reducir el c-LDL de un modo seguro.
P. ¿Han encontrado diferencias en la utilización de evolocumab en clínica y los resultados de los ensayos clínicos?
R. Es pronto aún. Desde mi experiencia con pacientes con hipercolesterolemia familiar, lo han tolerado muy bien y se ha cumplido el objetivo de situar el colesterol LDL por debajo de los 70 mg/dl recomendados.
P. ¿Cuándo debe considerarse la combinación de medicamentos?
R. Debe considerase especialmente en los pacientes que no han respondido a estatinas y presentan riesgo cardiovascular elevado.
P. Las nuevas guías europeas se decantan por el sistema Score.
R. Es objetivo en la identificación de pacientes de alto riesgo que necesitan una respuesta intensiva. Nos permite además un mejor seguimiento de las guías.