Un año más, CRIS contra el cáncer quiere apoyar el movimiento Movember, que cada mes de noviembre da visibilidad a una enfermedad que padecen más de 35.000 hombres al año en España: el cáncer de próstata.

Con ello, la fundación quiere poner en valor la importancia de la investigación contra los tipos más agresivos y complicados de cáncer de próstata, el tercer tipo de tumor que más muertes causa en hombres, con más de 5.000 casos al año.

Aunque por lo general es un tipo de cáncer que se cura, algunos pacientes presentan formas complicadas y agresivas de esta enfermedad, que no responden a los tratamientos convencionales y que son las que causan la mayoría de las muertes. Por ello, la fundación ha comprometido cerca de 3 millones de euros en proyectos de este tipo de investigación.

«Es verdad que la mayoría se va a curar y que ‘solamente’ un porcentaje del 15-20 por ciento van a desarrollar la metástasis y van a necesitar nuevos tratamientos. Puede parecer un grupo pequeño en el global de la población, pero tenemos que trabajar por estos pacientes”, explica Joaquín Mateo, médico investigador del Vall d’Hebron Institute of Oncology (VHIO) y ganador del Programa CRIS de Talento Investigador, dotado con 400.000 euros en cinco años».

Desde la fundación aseguran que, a través de estos proyectos, los investigadores quieren comprender e identificar nuevas maneras de tratar el cáncer de próstata metastásico y, en última instancia, implementar estas nuevas terapias en la práctica clínica, tanto nacional e internacional.

Alteraciones heredadas

Una de las claves de conseguir este propósito consiste en el estudio de las alteraciones genéticas (y otras características moleculares) de estos tumores. Gracias a ello, se podría identificar y predecir mejor qué pacientes podrían desarrollar las formas más agresivas del cáncer de próstata, mejorar y personalizar la elección de los tratamientos, y diseñar nuevas terapias.

Al tratarse de mutaciones heredadas, los investigadores afirman que los datos obtenidos no sólo tienen impacto en los pacientes, sino en sus propias familias, y pueden ayudar a identificar precozmente otros casos de cáncer.

En algunos casos, explican desde CRIS, algunas alteraciones muy concretas de las células tumorales pueden desencadenar formas muy agresivas de este tipo de cáncer. El grupo de David Olmos, del CNIC, lleva años trabajando en el papel del gen BRCA2, dentro de este campo de la oncología.

Recientemente han observado que los errores en otra proteína llamada RB1 (relacionada con el momento en el que la célula decide dividirse) pueden también estar relacionadas con un peor pronóstico.

«Curiosamente» se ha visto que en ciertos tumores de próstata muy letales aparecen con frecuencia alteraciones en los dos genes a la vez, en BRCA2 y RB1.

Asimismo, desde CRIS aseguran que, en última instancia, la causa de la muerte de los pacientes del cáncer de próstata son las metástasis en diversos órganos. Por ello, entender cuándo y cómo se producen es esencial para poder ayudar a estos pacientes.

La comprensión de los mecanismos de las metástasis es compleja. Los tumores no son homogéneos, no todas las células tumorales son iguales y presentan múltiples alteraciones.

Para conseguir un mejor entendimiento, Isabel Mendizábal, investigadora del CIC bioGUNE, utiliza un enfoque «totalmente novedoso» para comprender este proceso. Partiendo de una gigantesca cantidad de información sobre tumores localizados y tumores metastásicos, utilizará técnicas computacionales para trazar la evolución de las células tumorales hacia células metastásicas, hasta comprender cuáles son las causas originales que desembocan en que un tumor se disemine.

Volver vulnerable al tumor

En este sentido, Joaquin Mateo destaca la importancia del trabajo en red en equipo entre los distintos laboratorios y proyectos que financia CRIS para identificar subgrupos dentro del cáncer de próstata, ver cómo hay determinados fármacos que sólo funcionan con algunos perfiles concretos y estudiar distintos conceptos entorno a las mutaciones.

Trabajos, dice, que han permitido la validación de un fármaco que ha tenido impacto en pacientes. A esto se le añade, además, que se haya conseguido que las guías clínicas internacionales, como de Europa o de EE. UU., adopten la recomendación de que todo paciente con cáncer de próstata metastásico debería hacerse un perfil molecular de genes antes de la decisión sobre el tratamiento.

«Es un cambio de paradigma que, a corto plazo, sí permite tener un fármaco nuevo, pero a largo plazo nos abre un montón de posibilidades y seguro va a ser el catalizador de muchos más fármacos que iban a venir para nuestros pacientes en los próximos años”, prosigue el experto.

Para los profesionales todavía es más importante este tipo de investigaciones, puesto que los tumores no son entidades estáticas, sino que evolucionan, y es durante esa evolución cuando pueden comprender cuál es el mejor momento para atacarlo.

«El panorama del cáncer de próstata avanzado ha cambiado radicalmente los últimos años, y ha sido gracias al esfuerzo de los investigadores, que están logrando nuevas terapias y están mejorando la personalización de los tratamientos. Esto es importante, ya que en cada paciente la enfermedad se presenta de forma diferente», señala Marta Cardona, directora de CRIS contra el cáncer.

Somos Osos, pero solidarios

Con la Navidad a la vuelta de la esquina, Panda, Polar y Pardo, protagonistas de la serie Somos Osos, vuelven estas fiestas «para darle un zarpazo» al cáncer infantil con CRIS contra el cáncer.

Un año más, Famosa, Warner Bros y Alcampo se unen en la campaña “Somos Osos Solidarios” para conseguir fondos, a través de la venta de estos peluches, para la investigación de cáncer infantil en la Unidad de Investigación y Terapias Avanzadas del Hospital la Paz.  

«La investigación cura el cáncer, y vamos a conseguirlo todos juntos. En esa tarea, estos osos, son una gran ayuda. Desde CRIS ponemos los fondos donde sabemos que se va a investigar de verdad, se va a mejorar tratamientos y a dar oportunidades donde no las hay», afirma la directora de la fundación.

Desde 2019, las tres empresas colaboran y ya han conseguido 210.000 euros donados íntegramente a CRIS contra el cáncer.

«Es muy duro en nuestro día a día no tener alternativas para pacientes que recaen y no tenemos acceso a medicamentos que aún no están aprobados para niños. Con esto lidiamos todos los días los que nos dedicamos a la investigación en cáncer. Queremos ser capaces de poder tratar en tiempo y forma a estos enfermos», lamenta y concluye Antonio Pérez Martínez, director de la Unidad CRIS de Investigación y Terapias Avanzadas, y jefe de hemato-oncología y pediatría de este hospital.


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