GM Barcelona | miércoles, 16 de noviembre de 2016 h |

Un estudio liderado por la Universidad de Granada (UGR) ha relacionado el consumo de productos lácteos (leche, queso fresco, yogur o requesón) durante el embarazo con un menor riesgo de tener un recién nacido de bajo peso. La investigación, publicada en la revista Maternal and Child Health Journal, sugiere que por cada 100 gramos al día de incremento en el consumo de productos lácteos se podría reducir el riesgo de bajo peso al nacer un 11 por ciento.

A partir de los datos recogidos para un Proyecto de Excelencia de la Junta de Andalucía sobre nutrición en el embarazo y riesgos materno-fetales, los autores de este trabajo plantearon analizar el riesgo de tener un recién nacido de bajo peso para su edad gestacional y el consumo de lácteos maternos. En la investigación participaron un total de 1.175 mujeres embarazadas residentes en el área de referencia del Hospital, sin patología previa, dispuestas a modificar su alimentación y/o nivel de actividad física, y que fueron seguidas a lo largo del embarazo. El trabajo demostró que aproximadamente uno de cada 8-9 embarazos tuvieron como resultado un recién nacido de bajo peso para su edad gestacional (riesgo de 11,8 por ciento). Los investigadores comprobaron que aquellas mujeres que tuvieron un bebé con bajo peso para su edad gestacional habían consumido menos lácteos durante el embarazo que aquellas que tuvieron un recién nacido de peso normal: 513,9 g/día de ingesta versus 590,3 g/día respectivamente.