Nada que ver con las antiguas prótesis auditivas que algunos todavía tenemos en la cabeza. Los audífonos que utilizan las personas con pérdida auditiva en la actualidad son modernos miniordenadores auditivos, capaces de realizar 800 millones de operaciones por segundo, con un aspecto elegante y tecnológico y que incorporan prestaciones tan actuales como la conectividad directa o la inteligencia artificial.
Hemos querido hablar de todo ello con Jaume Forner, gerente de Formación de la red de centros auditivos Aural.
Según explica Forner, los modernos audífonos que se adaptan actualmente en centros auditivos como los de Aural cuentan con prestaciones inimaginables años atrás.
Es el caso de la conectividad directa, que permite que el usuario oiga directamente en el móvil los audios de su móvil o de su tablet, tanto si tiene sistema operativo de iOS como si de Android.
Junto a la conectividad directa, otra de las prestaciones que recientemente se han incorporado a los audífonos ha sido la Inteligencia Artificial. Fue precisamente la red de centros auditivos Aural la primera que en España tuvo un audífono con Inteligencia Artificial, es decir, un audífono que aprendía de las preferencias del usuario para proporcionarle la mejor audición.

¿Cómo funciona la Inteligencia Artificial? La explicación es más sencilla de lo que parece: Un usuario de audífonos acude a un partido de baloncesto. El audífono automáticamente se ajusta a ese entorno (con unos parámetros diferentes a los que había utilizado, por ejemplo, cuando el usuario iba por la calle camino del pabellón). Pero si el usuario no está del todo cómodo con esos ajustes automáticos puede ajustar sus audífonos desde una app del móvil, guardando un programa específico para esa situación. Posteriormente, cuando esa persona esté en un ambiente sonoro similar al del partido de baloncesto, el audífono recordará los parámetros que fijó el usuario en ese pabellón y se ajustará a esa audición.
Otra prestación que ha llegado para quedarse, según afirma Forner, es la recargabilidad. Los audífonos del siglo XXI ya no llevan pilas, sino que ahora se cargan como un móvil, lo que tiene múltiples ventajas para los usuarios. Son formatos más fiables, que se averían menos, y cuentan con una calidad de sonido más estable. Además, son más respetuosos con el medio ambiente.
Sin embargo, lo fundamental de un audífono, es la calidad del sonido. Y en esto la industria también ha logrado avanzar a pasos agigantados. Nos lo explican desde Aural, que fueron los primeros, en 2020, en lanzar lo que llamaron “el primer audífono que no suena como un audífono”. ¿Qué hay tras este eslogan? El propio Forner nos lo explica: “Hasta ese momento, rememora, todos los audífonos, incluso los mejores, siempre habían proporcionado un sonido algo metálico, un poco artificial. Esto sucedía porque el sonido que procesa un audífono llega al oído más tarde que el sonido que recibe el oído directamente. Por eso a muchos usuarios les costaba dar el paso de adaptarse unos audífonos. En 2020, con el lanzamiento de WIDEX MOMENT, cambiamos esa realidad: WIDEX MOMENT lograba procesar la señal de sonido más rápidamente que cualquier otro audífono digital y reducir el retardo de procesamiento a menos de 0,5 milisegundos, con lo que eliminaba ese sonido desincronizado que tanto molestaba a los usuarios. Todo un hito para el sector de la tecnología auditiva”.
Todo ello para dar respuesta a las necesidades de unos usuarios que ya no son como el de antaño. El usuario de audífonos de hoy en día quiere seguir viviendo su vida plenamente, quiere seguir haciendo con normalidad las actividades que hacía antes, y no está dispuesto a que la pérdida auditiva le aísle. Exige lo mejor, y la tecnología, afortunadamente, es capaz de dárselo.