La poliomielitis continúa siendo una enfermedad endémica (el poliovirus salvaje tipo 1) en dos países: Afganistán y Pakistán con apenas 13 casos —entre ambos— en lo que va de año. Sin embargo, los casos ocurridos en Nueva York, Londres y Jerusalén han hecho saltar todas las alarmas de las autoridades sanitarias.

Este virus, que había sido erradicado en gran parte del mundo gracias a la vacunación, ha sido hallado en las aguas residuales de estas tres ciudades tras la detección de un caso de polio en un residente del condado de Rockland (EE. UU.) en el pasado mes de junio y de otro en Jerusalén en febrero. Sin embargo, las muestras identificadas en las tres áreas sugieren que el virus vuelve a circular en regiones certificadas “libres de polio” por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero, ¿por qué ahora?

“Los casos detectados son casi todos debidos a las cepas de polio incluidas en la vacuna de virus vivos atenuados (oral) y no del poliovirus salvaje típico de los países donde todavía circula”, explica a Gaceta Médica Cristina Calvo Rey, jefe de Sección de Pediatría, Enfermedades Infecciosas y Tropicales del Hospital Universitario La Paz y Presidenta de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP).

Se trata del primer caso de polio en EE. UU. desde 2013, también la segunda ocasión en la que se demuestra transmisión en la comunidad desde 1979 y, aunque el caso no involucra a un poliovirus salvaje, implica riesgos de propagación de los poliovirus salvajes y los relacionados con la vacuna (VPdv) en poblaciones con brechas de inmunización, según destaca el CAV-AEP.

El poliovirus salvaje circula actualmente solo en los dos países anteriormente mencionados, pero el poliovirus derivado de la vacuna aparece periódicamente en otros lugares, particularmente en África y Asia. Estos casos provienen de una vacuna oral ampliamente utilizada que contiene virus vivos debilitados.

“Los casos en Occidente preocupan porque indican que las coberturas vacunales de la población no son adecuadas y que existen grupos de personas susceptibles. Con la crisis sanitaria de la COVID-19, su administración se ha retrasado u obviado”, puntualiza la especialista.

En marzo de 2022, la OMS informó de un brote de polio en Israel. Se trataba de un caso de polio paralítica en un niño no vacunado de casi 4 años de edad (virus derivado de la vacuna tipo 3, VPdv3) y se trata del primer caso de polio desde 1989. Tras el estudio consecuente, según informa el CAV-AEP, se ha detectado la presencia del mismo virus en muestras procedentes de otros ocho niños asintomáticos. También se ha detectado la presencia de un virus (VPdv2) en aguas residuales de la región. 

Las autoridades sanitarias en Londres han lanzado una campaña para vacunar “con urgencia” a 1 millón de niños contra la enfermedad. Por su parte, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU. priorizarán la vigilancia de aguas residuales para la poliomielitis en comunidades con escasa vacunación vinculadas al caso de parálisis.

Por su parte, la pediatra recuerda que las vacunas que se administran en las zonas endémicas no son las mismas que las que se utilizan en el resto de países (inactivadas). “En los países endémicos se administran vacunas de virus vivos (VPO) que son más eficaces, son orales y pueden causar polio vacunal. Por ello, es muy importante que en los países occidentales se completen muy bien los calendarios que incluyen las cuatro dosis”, ha subrayado.

Es importante destacar que solo 1 caso por cada 750.000 dosis administradas de VPO causan poleo vacunal.

Síntomas y propagación de la polio

La infección habitualmente es asintomática en el 95% de los casos, o cursa con astenia, anorexia y malestar general. Sin embargo, los CDC estiman de que de 1 a 5 personas por cada 100 con infección por el virus de la poliomielitis desarrollarán meningitis y 1 de cada 200 personas presentará parálisis irreversible.

“El virus de la polio es muy contagioso y se transmite fácilmente de persona a persona por vía fecal, oral y respiratoria, y ha sido responsable de numerosos casos de parálisis y muerte en todo el mundo. La vacunación y las mejoras sociosanitarias han hecho que la enfermedad desparezca de muchos lugares del mundo que han sido certificados como “libres de polio”. Pero, sin el mantenimiento de un nivel adecuado de coberturas de vacunación, la enfermedad puede ocasionar brotes importantes”, puntualiza Calvo.

En 2014 la OMS declaró una emergencia de salud pública de interés internacional (PHEIC, en inglés) debido a los riesgos de propagación de la poliomielitis.

TRES CEPAS DE POLIOVIRUS

Existen tres cepas de poliovirus salvajes individuales e inmunológicamente diferenciados. Sintomáticamente, las tres cepas son idénticas, ya que causan parálisis irreversible o incluso la muerte. Pero existen diferencias genéticas y virológicas que hacen que estas tres cepas sean tres virus distintos que deben ser erradicados individualmente.

En octubre de 2019, la OMS declaró que el virus salvaje de la polio tipo 3 (WPV3, por sus siglas en inglés) había sido erradicado a nivel mundial. WPV3 es la segunda cepa del virus de la polio que ha sido erradicada, tras la certificación de la erradicación del WPV2 en 2015, ya que el último virus de este serotipo fue detectado en India en 1999.

El tipo 1 sigue circulando en solo dos paísesAfganistán y Pakistán. En África, no se ha detectado ningún virus salvaje de la poliomielitis tipo 1 en ningún lugar del continente desde 2016.


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