Para el director del Oncohealth Institute, de la Fundación Jiménez Díaz, Jesús García-Foncillas Horizon Europe abrirá un nuevo periodo donde Europa apostará de manera definitiva por la innovación. El objetivo no es otro que fortalecer la estructura tecnológica de investigación; potenciar la capacidad de innovación, sin perder de vista la generación de empleo.

El punto de partida de este nuevo escenario es el Horizonte 2020, donde ya se habían identificado los objetivos en el campo de la medicina.

“Muchas conclusiones han servido para plasmar lo que sí y lo que no deberíamos hacer”

Director del Oncohealth Institute, de la Fundación Jiménez Díaz, Jesús García-Foncillas

Para trabajar en innovación “hay que hacerlo de forma reglada”. Frente a esto, explica el oncólogo, es necesario racionalizar los recursos y la inversión. “Estamos atravesando un momento delicado. Hay que sacar el máximo beneficio posible. Tenemos que animar a la participación, pero esta tiene que estar marcada por la excelencia”.

El impacto a nivel científico está claro: “Una ciencia de alta calidad”. Sin embargo, ¿cómo encajar este contexto con la agencia reguladora?. La respuesta es clara: coordinación. Como apunta García-Foncillas se han mantenido reuniones conjuntas con la EMA para articular la hoja de ruta. De esos encuentros se desprenden cinco objetivos que buscan potenciar el retorno de la innovación farmacéutica. El foco está claramente en la medicina de precisión. “No podemos plantear un desarrollo que no venga medido por ella”, dice García-Foncillas. Asimismo, es necesario plantear la generación de evidencia.

“Tenemos que empezar a plantear modelos distintos del desarrollo de fármacos que no siga el modelo actual”

Director del Oncohealth Institute, de la Fundación Jiménez Díaz, Jesús García-Foncillas

Esto significa trabajar con la EMA en modelos no clínicos y al mismo tiempo implica la innovación en el diseño de ensayos clínicos. Sin olvidar tampoco a los pacientes.

Con todo, “Europa tiene que prepararse y no lo estamos para todas las amenazas de salud”. La situación actual, matiza, es un claro ejemplo de ello. No obstante y para avanzar, no hay que olvidar que la innovación y la investigación no pueden ser mundos separados de las agencias reguladoras.

“Hay que buscar la colaboración con las redes de investigación clínica independiente y con la industria farmacéutica”, acota el experto.