SANDRA PULIDO Madrid | viernes, 05 de enero de 2018 h |

El Hospital Universitario Vall d’Hebron utiliza cirugía robótica para tratar a pacientes con síndrome de la apnea obstructiva del sueño (SAOS).

La hipofaringe y la base de la lengua son dos componentes anatómicos de obstrucción importantes en esta patología. La utilización del Sistema Da Vinci para la resección de parte de estas estructuras, de difícil acceso por vía convencional, permite un abordaje mínimamente invasivo, sin traqueotomía.

“Esta cirugía robótica tiene una serie de ventajas respecto a la práctica clínica convencional”, explica a GACETA MÉDICA Juan Lorente, jefe del Servicio de Otorrinolaringología. “Para empezar te da una visión tridimensional, eso te permite ver toda la estructura anatómica y el manejo a distancia de los brazos robóticos dentro de la hipofaringe evita el temblor manual que tenemos todas las personas en la mano”, añade.

“Otro beneficio es que se trata de una intervención más corta al no tener que hacer una cirugía abierta” reduciendo el tiempo de intervención a unos 90 minutos y la estancia media hospitalaria media, así como las secuelas estéticas y funcionales que puede sufrir el paciente.

Comparado con los otros tipos de abordaje, la cirugía robótica logra una mayor resección de tejido, reduce el número de apneas, garantiza menos somnolencia diurna y una mejor oxigenación nocturna. En la intervención, los cirujanos tienen una visión del área mejor y más estable y un control más preciso de los instrumentos, con más libertad de movimientos.

Hasta ahora han sido siete los pacientes tratados con esta técnica en el Vall d’Hebron. Las personas que se pueden beneficiar de esta técnica son aquellos que sufren apnea obstructiva del sueño en los cuales no funciona el tratamiento convencional con la presión positiva continuada sobre la vía aérea (CPAP), y que tengan tejido linfoide, mucoso o muscular obstruyendo la vía aérea superior.

Para dominar esta técnica los especialistas del centro catalán han realizado cursos teóricos y prácticos de cirugía robótica en España y Francia.

Falta de adherencia

La apnea obstructiva del sueño es un problema de salud cada vez más frecuente en el mundo desarrollado.

Consiste en la interrupción recurrente completa (apnea) o parcial (hipoapnea) del flujo aéreo durante la noche. Tiene una prevalencia de entre el 4 y el 6 por ciento en los hombres y de entre el 2 y el 4 por ciento en las mujeres. Se calcula que en España hay entre 1.200.000 y 2.150.000 personas afectadas, de las cuales sólo se ha diagnosticado y tratado entre el 5 y el 9 por ciento.

Esta patología provoca hipoxemia nocturna (disminución anormal de la presión parcial de oxígeno a la sangre de las arterias), excitación repetida y posterior somnolencia diurna excesiva.

Se asocia con enfermedades graves, como la hipertensión pulmonar y sistémica, la diabetes, el infarto de miocardio y otros problemas cardíacos graves, el accidente cerebrovascular y la muerte causada por accidentes de tráfico.

El principal tratamiento es la CPAP, con la cual se reduce el riesgo de desarrollar secuelas cardiovasculares y neurológicas graves. Pero la tasa de adherencia de los pacientes al tratamiento se mueve entre el 50 y el 70 por ciento.

“Lo que pasa con el CPAP es que para ser eficaz tiene que ponerse cada noche y hay pacientes que no aguantan mucho con ello porque es un instrumento que es molesto tanto para el paciente como para el entorno”, puntualiza Lorente.

El aparato consta de un motor que genera y transmite presión a lo largo un tubo corrugado hacia una mascarilla adaptada a la nariz y fijada con un arnés.

La presión positiva se trasmite a toda la vía aérea superior impidiendo mecánicamente su colapso mientras que el nivel de presión es predeterminado por el médico en función de las necesidades de cada paciente.

Entre sus efectos secundarios se encuentran la obstrucción nasal, la irritación de la piel alrededor de la mascarilla sequedad de garganta y nariz y trastornos del sueño causados por el ruido producido por el motor y la fuga de aire a través de la mascarilla.