Uno de los síntomas más frecuentes que provoca el coronavirus es el dolor de cabeza. Sin embargo, se desconoce su evolución a largo plazo. Por ello, un estudio realizado por miembros del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN) ha evaluado la duración de la cefalea en pacientes que presentaron este síntoma durante la fase aguda de COVID-19.

Los resultados de la investigación, publicada en la revista Cephalalgia (publicación oficial de la Sociedad Internacional de Cefaleas), muestran que cerca del 20 por ciento de pacientes que presentaron dolor de cabeza durante la fase aguda de COVID-19 desarrollan una cefalea crónica diaria.

“El dolor de cabeza es un síntoma frecuente de la COVID-19 y también un síntoma habitual entre personas que han superado la enfermedad, pero apenas se han realizado estudios que nos permitan conocer la evolución de este síntoma a largo plazo. Por esa razón, realizamos este trabajo”, ha explicado David García Azorín, coautor del estudio y vocal de la SEN.

Metodología y resultados

Se trata de un estudio ambispectivo multicéntrico post-hoc que analizó la evolución de un total de 905 pacientes de seis hospitales de tercer nivel diferentes entre el 1 de marzo y el 27 de abril de 2020. Los pacientes, españoles con COVID-19 que padecieron cefalea como síntoma de esta enfermedad, completaron 9 meses de seguimiento neurológico.

La edad de los participantes estaba comprendida entre los 45 y los 65 años, el 66,5 por ciento eran mujeres y el 52,7 por ciento tenían antecedentes de cefalea primaria.

El tiempo medio de duración de la cefalea fue de 14 días. Sin embargo, en aproximadamente una quinta parte de los pacientes se volvió persistente y siguió un patrón diario crónico: persistió a los 3 meses en el 19 por ciento de los pacientes y a los 9 meses en el 16 por ciento. Asimismo, se observó que la intensidad de la cefalea durante la fase aguda se asoció con una duración más prolongada de la cefalea.

“Observamos que, en los casos en que el dolor de cabeza persiste después de 2 meses, es bastante probable que permanezca presente a lo largo del tiempo. Y también que, cuando el dolor de cabeza persiste durante un mes, existe un 50 por ciento de probabilidades de que el dolor de cabeza siga presente 9 meses después. Esto muestra la importancia de la pronta evaluación de pacientes con dolor de cabeza persistente después de padecer COVID-19″, ha afirmado Jesús Porta Etessam, coautor del estudio y vicepresidente de la SEN.

Cuando el dolor de cabeza postCOVID-19 persiste durante un mes, existe un 50 por ciento de probabilidades de que siga presente 9 meses después.

Otra de las conclusiones del estudio es que, con mayor frecuencia, los pacientes con cefalea persistente a los 9 meses tienen un dolor de cabeza con características similares a la migraña. Respecto al perfil de estos pacientes son, sobre todo, personas mayores, mayoritariamente mujeres, que con menos frecuencia habían padecido neumonía durante la COVID-19, y cuyo dolor de cabeza tiene una intensidad algo más leve, es palpitante, va acompañado de fotofobia y/o fonofobia y empeora con la actividad física.

“Desde la SEN estamos convencidos de que, si en estos pacientes se abordara correctamente este síntoma desde el inicio, se evitarían muchos de los problemas de cronificación de esta enfermedad. En todo caso, a día de hoy, no existen terapias específicas, por lo que la mayoría de los médicos tratan el dolor de cabeza postCOVID-19 basándose en la similitud de los síntomas con otras cefaleas primarias”, ha señalado Patricia Pozo Rosich, coautora del estudio. “Teniendo en cuenta el impacto del dolor de cabeza en la calidad de vida de los pacientes, se necesita urgentemente realizar estudios controlados de posibles tratamientos y de su efectividad“, ha concluido.


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