El cáncer colorrectal, históricamente más común en personas mayores de 50 años, está experimentando un inquietante aumento entre los adultos jóvenes de 25 a 49 años. Este fenómeno, que inicialmente se observó en países occidentales, ahora se extiende a regiones como Europa del Este, Asia, América Latina y el Caribe, revelando un cambio global en el patrón de incidencia de la enfermedad.
Aunque en varias regiones del mundo las tasas de cáncer colorrectal entre mayores de 50 años se han estabilizado o incluso disminuido, sigue preocupando el aumento sostenido de este tipo de cáncer en adultos jóvenes de entre 25 y 49 años, un fenómeno que ya no se limita únicamente a países occidentales. Por primera vez, un estudio publicado en The Lancet ha constatado que la carga del cáncer colorrectal de aparición temprana (EOCRC, por sus siglas en inglés) está creciendo también en Europa del Este, Asia, América Latina y el Caribe. Los niveles más altos de incidencia de EOCRC se han registrado en Australia, Puerto Rico, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Corea del Sur. Además, según las estimaciones de los expertos, para 2030, el 11% de los casos de cáncer de colon y el 23% de los de recto podrían diagnosticarse en personas menores de 50 años.
Una de cada seis personas diagnosticadas con EOCRC presenta una mutación de la línea germinal en genes relacionados con la predisposición al cáncer, lo que subraya la importancia de la genética como factor de riesgo en adultos jóvenes. Sin embargo, dado que los patrones genéticos no han cambiado significativamente con el tiempo, este aspecto no explica el aumento sostenido de casos.
En su lugar, se apunta a un efecto generacional asociado a personas nacidas a partir de 1960, expuestas a factores ambientales y de estilo de vida específicos desde edades tempranas. Estos incluyen el impacto de economías en desarrollo, junto con un mayor índice de obesidad, síndrome metabólico, dietas occidentales, sedentarismo, consumo de alcohol y uso de antibióticos. Aunque estas asociaciones son relevantes, los datos disponibles siguen siendo contradictorios, lo que limita la posibilidad de implementar estrategias de detección más allá de la genética y los antecedentes familiares. Ante este panorama, algunos expertos sugieren adelantar la edad recomendada para las pruebas de detección en la población general como medida para abordar la creciente incidencia del EOCRC.
Exámenes de detección del cáncer
En 2018 en Estados Unidos dieron un giro significativo al reducir la edad recomendada para los exámenes de detección de cáncer colorrectal de 50 a 45 años, un cambio que Australia adoptó en 2024 a través de su programa nacional de detección. Los primeros datos indican que la detección en el grupo de 45 a 49 años ofrece resultados comparables a los de mayores de 50 años. Sin embargo, esta ampliación de criterios sigue generando debate, especialmente por la preocupación de que los recursos destinados a esta población puedan restarse a aquellos con mayor beneficio potencial, destacan en el estudio.
Actualmente, la mayoría de los casos de cáncer colorrectal de aparición temprana no se identifican a través de pruebas preventivas, sino cuando los pacientes presentan síntomas, a menudo en etapas avanzadas de la enfermedad. En el estudio destacan que aproximadamente el 25% de los afectados tiene antecedentes familiares que habrían justificado un diagnóstico precoz. Además, las recomendaciones de tratamiento son uniformes para todas las edades, los pacientes con EOCRC suelen enfrentarse a regímenes más agresivos, cuyo impacto en la supervivencia es limitado.
El aumento de casos de cáncer colorrectal en menores de 50 años plantea un desafío significativo para los profesionales de la salud, acostumbrados a tratar a pacientes de mayor edad. Uno de los principales retos es el diagnóstico temprano. De acuerdo con el estudio, los médicos de Atención Primaria reportan dificultades para diferenciar síntomas sospechosos de dolencias benignas y temor a “sobrerremitir” pacientes a atención especializada. Al mismo tiempo, muchos pacientes con cáncer colorrectal de aparición temprana indican que sus síntomas fueron subestimados, perpetuando la creencia errónea de que esta enfermedad afecta exclusivamente a personas mayores.
Adaptarse a las necesidades de los adultos jóvenes
Tras el diagnóstico, la atención debe ser integral y adaptada a las necesidades únicas de los adultos jóvenes, quienes suelen estar en etapas vitales cruciales: trabajando, estudiando, formando familias o cuidando de hijos pequeños. La investigación señala que este grupo enfrenta un mayor impacto psicosocial, con niveles más altos de ansiedad y preocupaciones sobre la imagen corporal después del tratamiento multimodal, además de disfunciones intestinales, urinarias y sexuales derivadas de la cirugía. El enfoque de observación y espera para el cáncer rectal está ganando aceptación en estos pacientes, aunque inicialmente generó resistencia.
Este estudio subraya que aunque la tasa de cáncer colorrectal de aparición temprana sigue siendo relativamente baja, representando aproximadamente uno de cada 20 casos de cáncer intestinal en el Reino Unido, la creciente carga de esta enfermedad y sus causas subyacentes no pueden ser ignoradas. Es esencial continuar investigando los efectos generacionales asociados a las cohortes de nacimiento y los modelos de riesgo en diferentes poblaciones, especialmente ahora que la incidencia de EOCRC ha dejado de ser un fenómeno exclusivo de los países occidentales.
La revisión de las pautas de detección debería considerarse en aquellos países donde el aumento de casos sea más pronunciado, mientras que los médicos deben ajustar su enfoque clínico para abordar las necesidades específicas de esta población más joven. Esto incluye enfrentar los desafíos únicos que presentan los pacientes con EOCRC, desde el diagnóstico temprano hasta el manejo integral de las secuelas físicas, emocionales y sociales de la enfermedad y su tratamiento.