28th European Congress of Clinical Microbiology and Infectious Diseases (Eccmid)

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CARMEN M. LÓPEZ Madrid | viernes, 04 de mayo de 2018 h |

Cualquier precaución es poca. Una afirmación que se desprendió del 28 Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (Eccmid), que tuvo lugar hace unas semanas en Madrid.

La rapidez con la que se propagan las bacterias va más rápida que la búsqueda de alternativas para flanquearlas. Así lo demuestran varias investigaciones que se presentaron durante el encuentro.

Las precauciones de contacto, junto con las precauciones estándar, el nivel básico de control de infección aplicado a todos los pacientes, “no limitó ni previno la propagación de bacterias resistentes a los medicamentos en las salas de hospital de la unidad de cuidados intensivos (UCI)”, según un estudio presentado en el cónclave. Precisamente, en este trabajo, elaborado por servicios de distintas partes del mundo, ha participado el Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal.

Los autores explican que las salas hospitalarias son focos de bacterias que producen betalactamasas de espectro extendido (BLEE), una enzima que hace que los antibióticos más clásicos usados ​ comúnmente, como la penicilina y las cefalosporinas, sean ineficaces. El resultado para los pacientes infectados con enterobacterias productoras de ESBL, como Escherichia coli (E. coli) y Klebsiella pneumonia (K. pneumonia) pueden ser mortales.

Friederike Maechler, del Instituto de Higiene y Medicina Ambiental de la Charité de Berlín, examinó las tasas de colonización con estas bacterias para determinar si las precauciones adicionales tenían algún efecto sobre la incidencia de colonizaciones adquiridas en el hospital. Maechler y su equipo evaluaron a los pacientes y monitorizaron los protocolos de precaución: contacto, precauciones estándar, así como protocolos de higiene de manos. Entre enero de 2014 y agosto de 2016, 38.345 pacientes ingresaron en el hospital durante al menos dos días. Con el 84 por ciento de los pacientes examinados al menos una vez, la prevalencia de ESBL-E fue casi igual entre los protocolos de precaución. La prevalencia de las bacterias resistentes a los medicamentos fue del 9,7 por ciento para las precauciones de contacto y del 9,6 por ciento para las precauciones estándar al momento de la admisión. “Incluso con un extenso protocolo de detección para identificar todos los portadores de ESBL-E, nuestros datos no muestran ningún beneficio para las precauciones de contacto en las UCIS que no sean para prevenir la propagación de ESBL-E”, aseguró Maechler.

Las precauciones de contacto están indicadas cuando se atiende a pacientes que se sabe o sospecha que tienen una enfermedad grave, como una enfermedad gastrointestinal, que se transmite fácilmente por contacto directo con el paciente o por contacto indirecto con artículos en el entorno del paciente.