Las urgencias pediátricas de los hospitales han tenido esta primavera-verano una sorprendente visita: el virus respiratorio sincitial (VRS), la bronquiolitis, un virus muy común que infecta normalmente a niños de menos de dos años y que les provoca serios problemas respiratorios.

Este virus, es ya un viejo conocido, pero su aparición sorprende a pediatras y enfermeras ya que están acostumbrados a recibir a niños con esta patología durante los meses de otoño-invierno.

Paula Vázquez, pediatra en el Hospital Gregorio Marañón y presidenta de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP) señala que, desde finales de abril, cuando empezó a bajar algo la incidencia del coronavirus hubo un desplazamiento de este virus por otros.

“Empezaron a aparecer virus que habían estado dormidos durante todo el invierno: el bocavirus, el parainfluenza, el metapneumovirus pero sobre todo el virus respiratorio sincitial que es el que más nos preocupaba a los pediatras”

Paula Vázquez, pediatra y presidenta de la SEUP

Esa preocupación se debe a que es uno de los virus que más problemas provoca en las urgencias y causa una alta tasa de ingresos. Entre sus síntomas más comunes están la rinorrea, la fiebre, la tos, los estornudos, y la dificultad respiratoria.

Vázquez cuenta que nunca habían tenido bronquiolitis en esta época del año y aunque los casos no han llegado a saturar las urgencias, el incremento de niños con esta patología hizo tener problemas de camas en los hospitales españoles.

Repunte de casos

Los expertos señalan que hay varias teorías en relación con el repunte de virus respiratorio sincitial en los hospitales. En primer lugar, se cree que como el virus no circuló durante los meses de otoño-invierno en las guarderías, los niños no han adquirido la llamada “inmunidad adaptativa” y, por tanto, han transmitido el virus a lactantes. Por otro lado, existe la teoría de desplazamiento del virus: cuando hay un virus que coge preponderancia desplaza al resto.

“Es lo que creemos que ha ocurrido en esta ocasión. Durante los meses de otoño e invierno la incidencia de casos de coronavirus era alta y no tuvimos casi otros virus. En cuanto empezó a bajar, en los meses de abril y mayo, hubo un repunte inesperado de casos de VRS. Ahora, que tenemos de nuevo una incidencia muy importante de COVID-19, está empezando a descender poco a poco la bronquiolitis”

Frenar el virus

Pero… ¿Hay alguna manera de frenar la propagación de este virus entre los más pequeños? La presidenta de SEUP señala que todas las medidas de protección ya conocidas que usamos para protegernos de la COVID-19 son las que se deben utilizar para frenar los contagios de otros virus. Mascarilla, lavado de manos, ventilación de espacios, distanciamiento social y no coger a niños pequeños en brazos son algunas de las que destaca.

Por otro lado, explica que, en concreto para el virus respiratorio sincitial, existe una gammaglobulina que se pone para prevenir que las bronquiolitis sean graves. Cuando empieza a circular el virus, esta se administra a niños de riesgo: grandes prematuros o niños con problemas de corazón o pulmonares.

“Este año como el virus no circuló en invierno, no se puso. Se ha empezado a suministrar este anticuerpo en los niños en el mes de mayo”

Preocupación por el próximo otoño-invierno

Con la mirada al frente, los expertos afrontan los próximos meses de otoño invierno con pies de plomo y con cierta preocupación.

“Esta pandemia del coronavirus está causando un cambio epidemiológico de muchos virus. Antes sabíamos que ciertos virus llegaban en una época y estábamos preparados y ahora en cambio, estamos viendo cosas totalmente inusuales e inesperadas”, ha señalado Vázquez.

La pediatra ha indicado que suelen fijarse en lo que ocurre en otros países donde se encuentran en otra estación del año, por ejemplo, en el hemisferio sur. Según señala, en Nueva Zelanda, que ahora mismo es invierno, han tenido un repunte de bronquiolitis más alto que en los últimos 10 años y les ha colapsado completamente las urgencias.

Por ello, temen que esto ocurra de manera similar en nuestro país y se junten los protocolos del doble circuito de las urgencias y las pruebas diagnósticas de la COVID-19 -que ralentiza todo- junto con un repunte de casos de VRS. “Esto podría llevarnos a un colapso también”.

“Nuestro reto, y preocupación va a venir de cara a invierno, a ver cómo se comporta el coronavirus con la bronquiolitis. El verano ya se va a mostrar cómo estamos viendo: mucho coronavirus y los últimos casos VRS que todavía circula”

Paula Vázquez, pediatra y presidenta de la SEUP

También te puede interesar…