COVID

La COVID persistente es una condición caracterizada por la prolongación de síntomas variados tras haber superado una infección por SARS-CoV-2. En este sentido, un reciente estudio llevado a cabo por el Instituto Karolinska y la Universidad de Cardiff (Reino Unido), bajo la dirección de Marcus Buggert, profesor del Departamento de Medicina del Instituto Karolinska en Huddinge, ha identificado un grupo de proteínas presentes en la sangre de personas afectadas por este problema de salud.

“Las proteínas se encontraron principalmente en pacientes con COVID persistente y problemas respiratorios graves”, afirmó Buggert. “Se trata de un patrón de biomarcador que sabemos que está vinculado a las vías de señalización inflamatoria implicadas en la muerte celular y el daño pulmonar, y que también se ha observado en otros grupos de pacientes con trastornos pulmonares graves”.

La disnea aguda, intensa y persistente es uno de los síntomas más característicos de la COVID-19 persistente. En el estudio, los investigadores también analizaron muestras de pacientes que se habían recuperado de la infección sin desarrollar secuelas, y observaron que en ellos no se detectaban las proteínas identificadas en los casos de COVID persistente.

Este hallazgo se obtuvo a partir de un análisis minucioso de muestras sanguíneas de grupos independientes de pacientes en Suecia y el Reino Unido, un enfoque que no se había aplicado previamente. En total, participaron 265 personas que contrajeron COVID-19 durante las primeras fases de la pandemia, antes de que estuvieran disponibles las vacunas.

Procesos subyacentes a la COVID persistente

Mediante técnicas avanzadas, los investigadores midieron miles de proteínas en el plasma sanguíneo y las relacionaron con los síntomas de los pacientes. También emplearon citometría de flujo para realizar análisis inmunológicos.

“Al identificar las proteínas elevadas en los pacientes afectados, estamos creando una plataforma para desarrollar herramientas de diagnóstico y nuevas terapias dirigidas”, explicó Buggert. “Esto es especialmente importante, ya que no existen biomarcadores ni tratamientos específicos para la COVID persistente”.

Los resultados del estudio revelan mecanismos biológicos que podrían explicar por qué algunos pacientes desarrollan síntomas graves mucho tiempo después de haber superado una infección por COVID-19.

Por otro lado, el estudio no halló una asociación consistente entre la enfermedad sintomática y diferencias cuantitativas en la composición del sistema inmunitario ni en la respuesta de las células T frente al virus. Sin embargo, los pacientes que se habían recuperado sin secuelas mostraban niveles más elevados de anticuerpos neutralizantes frente al SARS-CoV-2 en comparación con quienes desarrollaron COVID persistente.

Análisis fenotípicos detallados revelaron un ligero aumento en la expresión de ciertos receptores coinhibidores —especialmente PD-1 y TIM-3— en las células T CD8+ no dirigidas específicamente contra la proteína espícula del virus, en individuos con síntomas persistentes.

Además, los investigadores identificaron una firma común de biomarcadores plasmáticos que vincula la disnea con redes inflamatorias y apoptóticas centradas en proteínas como CCL3, CD40, IKBKG, IL-18 e IRAK1. Estas alteraciones están relacionadas con vías desreguladas implicadas en el ciclo celular, daño pulmonar y activación plaquetaria, y podrían ofrecer nuevas claves para el diagnóstico y tratamiento de la COVID prolongada.

Como siguiente paso, el equipo investigador se centrará en analizar tejido pulmonar y gastrointestinal con el objetivo de identificar el origen de las proteínas detectadas y evaluar si existe inflamación persistente o daño en órganos específicos de los pacientes con COVID persistente.


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