47º Congreso de la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL)

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cecilia ossorio Barcelona | viernes, 20 de abril de 2012 h |

No es un secreto que la tasa de obesidad infantil va en aumento y supone la antesala de lo que en un futuro será una población adulta enferma.

En lo que respecta a la salud del hígado, en paralelo con la enfermedad del hígado graso no alcohólica (Ehgna), la obesidad se está convirtiendo en la principal causa de patología hepática en niños. Y nuevos datos presentados durante el Congreso Internacional para el Estudio del Hígado (EASL), celebrado en Barcelona, incrementan la alerta debido a que un estudio danés relaciona directamente la obesidad en edad pediátrica con el desarrollo de carcinoma hepatocelular (CHC) a lo largo de la vida.

En concreto, el estudio liderado por T.L. Berentzen, del Instituto de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Copenhague (Dinamarca), el riesgo de cáncer hepático aumenta un 12 por ciento por cada incremento de una unidad en el índice de masa corporal (IMC) a los 7 años, y hasta un 25 por ciento a la edad de 13 años.

Según detalló en rueda de prensa Frank Lammert, miembro del Comité Científico de la EASL, en el trabajo se monitorizaron el peso al nacer y la IMC en edad escolar de 165.540 hombres y 160.883 mujeres nacidos entre 1930 y 1989. Los autores compararon el riesgo de desarrollar CHC en los 252 participantes que sufrieron esta enfermedad durante el tiempo de seguimiento.

Si bien existen otros factores que pueden influir en la aparición del cáncer, como patologías alcohólicas del hígado, la infección por hepatitis B y C, y otras enfermedades del hígado, los resultados del estudio no cambiaron cuando no se tuvieron en cuenta los pacientes con estas comorbilidades, por lo que la obesidad infantil parecía la causa principal. El trabajo se ha realizado en el marco del consorcio FLIP (Inhibición de la progresión del hígado graso), financiado por la Comisión Europea.

Por otro lado, en adultos el impacto de la obesidad se refuerza a medida que nuevos datos demuestran la asociación entre la grasa abdominal y el desarrollo de fibrosis en pacientes con enfermedad hepática alcohólica. Según un estudio liderado por la Escuela de Medicina Kochi (Nankoku, Japón), la prevalencia de enfermedad del hígado graso es igual en bebedores que en no consumidores de alcohol, y la obesidad y la adiposidad visceral ejercen una influencia mucho mayor.

Y otro estudio de la Universidad de Newcastle (Reino Unido), destacado también en la rueda de prensa oficial, revela que la enfermedad del hígado graso predispone a padecer HCH, sin cirrosis, en un 43 por ciento de los casos.

1ª Guía conjunta sobre CHC

Durante el congreso se presentó la primera guía conjunta sobre el tratamiento del carcinoma hepatocelular de la EASL y la European Organisation for Research and Treatment of Cancer (Eortc), que se ha publicado en Journal of Hepatology y la European Journal of Cancer. Como explicó a GM Josep Maria Llovet, profesor de Investigación Icrea del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps), que ha presidido la elaboración de la guía, desde el punto de vista terapéutico, incluye dos tratamientos “que antes no se consideraban eficaces, de los que ahora hay evidencias científicas”. Son la quimioembolización para estadios intermedios, y la primera terapia molecular y sistémica en cáncer de hígado, el inhibidor multiquinasa sorafenib, para estadios avanzados.

Además, este documento de consenso propone por primera vez una modificación de la clasificación Recist para cáncer de hígado —empleada para evaluar la respuesta terapéutica—. “Los resultados de 2000 a 2009 no capturaban la respuesta, y en cambio los pacientes aumentaban la supervivencia. Por ejemplo, con sorafenib, en nuestro ensayo sólo respondían un 2,7 por ciento de los pacientes, pero con Recist modificado (mRecist) responden un 20 por ciento, era un problema de la forma de medición”, aclara.

Relacionan directamente la grasa abdominal con fibrosis en enfermedad hepática alcohólica

La enfermedad del hígado graso predispone en un 43% a padecer carcinoma hepatocelular