J. A. R. Barcelona | viernes, 13 de noviembre de 2015 h |

Investigadores del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) han dado un importante paso en el diagnóstico y el seguimiento de los tumores cerebrales al diseñar la primera biopsia líquida en líquido cefalorraquídeo (LCR) para este tipo de cáncer. Hasta ahora, para establecer el diagnóstico de estos tumores, era necesario realizar una biopsia cerebral, con el riesgo que ello implica para el paciente ya que exige perforar el cráneo y llevar a cabo una punción dirigida, que no siempre es tan precisa como se pretende.

Además, como explica Joan Seoane, líder del Grupo de Expresión Génica y Cáncer del VHIO, “se sabe que los tumores no son sólo diferentes entre los pacientes, sino que en el tumor de un paciente puede haber diferencias entre las células tumorales”. La biopsia cerebral permite extraer únicamente una parte del tejido a analizar, “por lo que no es posible realizar un diagnóstico de todo el tumor, y quizás se elige un tratamiento que es eficaz para las células del tejido extraído pero no para otras células tumorales”, añade.

Gracias a la biopsia líquida que ha diseñado el grupo de este experto, se evita un método tan agresivo como la biopsia cerebral y se logra una fotografía más precisa de la enfermedad. Seoane explica que la idea de llevar a cabo este proyecto deriva del éxito que han tenido en los últimos años las biopsias líquidas en sangre para analizar tumores. Pero el problema en el cáncer cerebral es que la concentración de ADN de células tumorales en plasma es muy baja. “Así que nos planteamos si era posible encontrar ADN tumoral en líquido cefalorraquídeo, ya que este fluido baña el encéfalo y la médula espinal, y está en contacto directo con las células tumorales”, señala Seoane. Para ello, realizaron una biopsia cerebral a 23 pacientes, que incluían tumores primarios y tumores con metástasis en mama y pulmón, y compararon las muestras con análisis de líquido cefalorraquídeo obtenido mediante punción lumbar. “Y observamos que la biopsia líquida aporta mucha más información, ya que hay ADN tumoral circulante a tan altos niveles que nos permiten detectar y caracterizar tumores con alta sensibilidad”, indica Seoane.

Tratamiento más personalizado

De este modo, el diagnóstico de esta patología es mucho más preciso. “Y se pueden administrar tratamientos más personalizados, ya que el ADN tumoral ofrece información más representativa de todo el tumor, porque tenemos información de toda la heterogeneidad del mismo, y podemos atacar a sus diferentes subclones”, señala Seoane. Asimismo, como esta prueba es menos agresiva que una biopsia cerebral, se puede realizar muchas veces para seguir la evolución del tratamiento.

Este experto también hace hincapié en que la biopsia líquida puede servir como prueba complementaria en el diagnóstico de la carcinomatosis leptomeníngea. Esta patología se produce en algunos casos de cáncer de mama cuya metástasis llega a las meninges. “El diagnóstico por imagen es complicado, porque se ve una inflamación, pero no se sabe con seguridad que sea cáncer”, comenta Seoane. Hasta la fecha, era necesario realizar tres punciones lumbares para descartar que la metástasis hubiera alcanzado las meninges. Gracias a la biopsia líquida, “sólo será necesario realizar un punción para descartar la presencia de la patología”, añade Seoane.