innovación/ El sistema PEA iniciado hace cuatro años en el Hospital Marqués de Valdecilla aporta fiabilidad a la transmisión de las órdenes médicas
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Los profesionales acceden a la información de los fármacos en el mismo momento en que deciden recetarlos, dispensarlos y administrarlos
Este programa agiliza los procesos una vez que se han establecido protocolos de trabajo para situaciones patológicas concretas
MÓNICA RASPAL
Madrid
La posibilidad de que todos los profesionales (médico, farmacéutico y enfermero) del centro hospitalario accedan a la información de los fármacos en el mismo momento en que deciden recetarlos, dispensarlos o administrarlos a un enfermo concreto es la principal característica del sistema de Prescripción Electrónica Asistida (PEA), implantado y desarrollado con éxito durante los últimos cuatro años en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV) de Santander.
Según ha explicado a GM la responsable del servicio de Farmacia Hospitalaria del centro, Marta Valero, la base de datos que han elaborado contiene información “fidedigna y verificable” tomada directamente de la ficha técnica de cada medicamento que han publicado las agencias españolas o europea o bien han suministrado los laboratorios fabricantes.
Como en cualquier programa de PEA, el objetivo es aumentar la seguridad del uso del fármaco, previniendo y alertando de los errores en la prescripción generados, en muchas ocasiones, simplemente por una interpretación errónea de las órdenes médicas a causa de una letra ilegible o por omisión de algunos datos.
Estándares y protocolos
En este sentido —señala Valero— la prescripción electrónica ha permitido “estandarizar” la comunicación entre profesionales y también los procesos con protocolos integrados, de forma que con un solo clic se indican actividades, dietas, pruebas o fármacos. Además, el PEA genera alertas ante posibles interacciones, alergias o dosis inadecuadas para que el médico adecúe la prescripción a las características del paciente.
Por ello, los beneficios detectados hasta ahora con un sistema que se encuentra en la recta final de su implantación se resumen, fundamentalmente, en una mayor fiabilidad de la transmisión de las órdenes médicas (OM) entre los participantes del sistema de medicación, tal y como explica la jefa del servicio. Así, la prescripción que el facultativo introduce en el ordenador se trasforma automáticamente en la pauta para que Farmacia dispense los medicamentos de cada enfermo por un periodo de tiempo y para que la enfermera los administre según un horario predeterminado, un proceso que, según indica Valero, ha obligado a revisar algunos procesos de trabajo establecidos para concretar ambigüedades, como en la generación automática de horarios de administración de enfermería o la integración en PEA de los intercambios terapéuticos automáticos aprobados en el hospital que pueden generar errores en la conciliación de la medicación —proyecto que fue premiado en el último Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (Sefh)—, lo que supone un importante reto para el servicio.
Aunque por el momento no se ha realizado un estudio exhaustivo para cuantificar las mejoras de una aplicación —dado que exige una planificación previa y dedicar personal y tiempo que usualmente no están disponibles— que además se está modificanto al mismo tiempo que se implanta para adecuarse a las incidencias del día a día, Valero asegura que disponen de la suficiente información bibliográfica sobre los beneficios que pueden esperar, por lo que han intentado hacer que el sistema sea robusto y permita ser comparado con otros ya implantados con éxito.
Nuevas exigencias
La responsable incide en que no se trata de una simple transformación de un sistema manual a otro informático, sino de una reingeniería del proceso de prescripción, es decir, de un cambio que demanda nuevas exigencias con resultados y medios diferentes.
“Que la seguridad del paciente mejora impidiendo que se produzcan situaciones de riesgo potencial el algo que ya ha sido probado con sistemas de PEA pues evita la ambigüedad de la interpretación de la orden médica de tratamiento, mejorando la legibilidad de la misma y automatizando la trascripción al farmacéutico y enfermero. Además indica, por defecto, las dosis habituales de cada fármaco con su periodicidad y horario de administración de forma predeterminada, limitando las vías de administración y permitiendo el acceso a información del medicamento”, reitera.
Valero matiza que, aunque el médico gana en accesibilidad a la información, también debe dedicar más tiempo a la prescripción, sobre todo en los estadios iniciales de utilización de la aplicación. A su jucio, el PEA agiliza los procesos una vez que se han establecido protocolos de trabajo para situaciones patológicas concretas pues ofrece más seguridad y rapidez de elección y facilita la selección del objeto —medicamento, dosis, vía, forma en una sola línea—, eliminando ambigüedades.
Además, facilita los procesos posteriores a la prescripción, como la tramitación de la orden médica y permite la automatización de la dispensación de fármacos desde el Servicio de Farmacia, así como el registro informático de administración de medicamentos por enfermería, eliminando procesos como el transporte de las OM o su trascripción, fuente conocida de errores.
Consenso multidisciplinar
Este cambio en la dinámica de trabajo —señala su responsable—se ha topado con ciertas reticencias, que no rechazo, de una parte del personal, aunque desde el inicio de su implantación un equipo multidisciplinar ha ido consensuando todos los cambios y mejoras y analizando las sugerencias y aportaciones de los usuarios de la aplicación.
La clave para su correcto funcionamiento ha sido, a su juicio, la formación y colaboración del personal y la supervisión continua para detectar cualquier incidencia y resolverla lo más rápido posible, aunque también el apoyo de la Dirección Médica y de la Gerencia del centro, así como la implicación de la Dirección de Enfermería, han resultado fundamentales para su éxito, sin dejar de tener en cuenta la “paciencia” de todos los usuarios de la aplicación que todavía registra “críticas” por problemas que debe resolver y otros nuevos que van surgiendo.
Y es que el programa aún demanda mejoras para adecuarse a la práctica asistencial en unidades como la de cuidados intensivos y de cara, por ejemplo, a la prescripción de medicamentos en situaciones de urgencia. Esta es una de las causas —precisa Valero— de que todavía no está operativo en todas las unidades del hospital, además de la falta de recursos asociados como carros de unidosis en algunas plantas, sistema con el que se ha querido institucionalmente asociar la PEA.
Son muchos los hospitales de otras comunidades que cuentan con sistemas similares al del HUMV —pionero en Cantabria— pero, como señala su responsable, representan un porcentaje global bastante bajo, cerca del 10 por ciento, cuanto la Sefh ha fijado como objetivo que estén implantados en el 80 por ciento de los centros en 2020.
Diez farmacéuticos, siete residentes, tres enfermeros, 18 técnicos de laboratorio, 27 auxiliares de enfermería, cautro administrativas y dos celadores forman parte del Servicio de Farmacia del Hospital Maqués de Valdecilla, un departamento central del hospital que, según su responsable, Marta Valero, siempre se ha interrelacionado con prácticamente la mayoría de los servicios a través de sus actividades diarias que giran en torno al medicamento y que participa activamente en varias comisiones del hospital. Sin embargo, esta relación con el resto de equipos se ha intensificado con puesta el marcha del programa Prescipción Electrónica Asistida (PEA), durante cuya implantación y desarrollo han descubierto las peculiaridades y ritmos de trabajo diferentes de cada unidad clínica, con sus tratamientos y horarios de administración habituales que dicho sistema electrónico tiende a estandarizar. Además, según Valero, éste ha sacado a la luz problemas de base —como sobre la actitud tomar ante las órdenes médicas verbales— y, como línea estratégica del centro, seguirá haciéndolo durante toda su expansión a las nuevas unidades, dado que se trata de un programa flexible capaz de adecuarse a las necesidades y como tal fue reconocido en el 55º Congreso Nacional de la Sefh.