Los fármacos cannabinoides han demostrado su eficacia para diversas patologías en ensayos clínicos. Incluso, ya hay fármacos de este tipo comercializados para algunas enfermedades. Pero uno de los principales retos en el desarrollo de estos medicamentos es cómo reducir el efecto psicotrópico.
Recientemente, un grupo de científicos ha dado un importante paso para dar con un fármaco de este tipo que podría ser eficaz en cáncer de mama triple negativo (CMTN), un tipo de tumor especialmente agresivo y para el cual los tratamientos no son tan eficaces como en otros tumores mamarios. Como explicó Nadine Jagerovic, investigadora del Instituto de Química Médica del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas), su grupo ha desarrollado “una quinona cannabinoide que ha demostrado efectos antiproliferativos en células de tumores de mama triple negativo y en modelos de ratón”. Éste fue uno de los temas más destacados del Congreso Italo-Español de Química Médica, celebrado en el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB) y en cuya organización ha participado la Sociedad Española de Química Terapéutica.
En concreto, los investigadores han comprobado que el compuesto “produce estrés oxidativo y antiproliferativo en líneas de células cancerosas desencadenando la apoptosis, y además no afecta a las células normales”, añadió Jagerovic. Esta actividad antitumoral se confirmó in vivo en ratones sin detectar señales de toxicidad en órganos después del tratamiento. La gran ventaja de este compuesto es que en estos ensayos preclínicos ha evitado el efecto psicotrópico. Jagerovic señaló que estudios previos han demostrado que el THC (delta-9-tetrahidrocannabinol) “es antitumoral en cáncer de pulmón, próstata, mama… Genera apoptosis y reduce la angiogénesis”. Estos efectos se producen por la activación de los receptores cannabinoides CB1 y CB2. “El problema es que la activación del receptor CB1 en el cerebro es lo que causa el efecto psicotrópico indeseado de este tipo de fármacos”, apuntó Jagerovic. Pero esta quinona cannabinoide “actúa únicamente sobre el receptor de membrana CB2. No se trata de un derivado de la planta del cannabis, sino de un compuesto diseñado para que actúe selectivamente sobre los receptores CB2”. De este modo, al no activar los receptores CB1, carece de psicoactividad.
El siguiente paso, comentó Jagerovic, sería realizar ensayos de toxicidad en otros modelos animales, para, luego, dar el salto a ensayos en seres humanos. “Nosotros no podemos dar este paso, pero intentaremos vender la licencia, ya que el compuesto está patentado, a alguna empresa”, añadió.
PDE-delta en KRAS
Otro de los temas del congreso fue el reto de actuar sobre las rutas de señalización iniciadas por KRAS en cáncer de páncreas, ya que, en el 90 por ciento de estos tumores, hay mutaciones de este gen. En este sentido, Gemma Triola, investigadora del CSIC, comentó que durante su estancia en el Instituto Max Planck de Dortmund (Alemania), participó en una investigación que permitió identificar y caracterizar una nueva diana (PDE-delta), implicada en la acción de RAS. El estudio, cuyos resultados se publicaron en la revista Nature en 2013, posibilitó descubrir que bloqueando PDE delta se inhibe la señalización oncogénica de RAS en cáncer de páncreas. Como explicó esta investigadora, “para que KRAS pueda ser activo necesita una localización muy particular en la membrana plasmática. Al bloquear la función de PDE delta, que se encarga de que RAS llegue a la membrana plasmática, la señalización mediada por RAS disminuye, parando el crecimiento de las células cancerígenas”.
Posteriormente, señaló Triola, se realizó un ensayo para encontrar moléculas que bloqueen PDE delta. “Moléculas pequeñas, de síntesis, no comercializadas, que demostraron en células de cultivo y en modelos de ratón que detenían el crecimiento de los tumores de páncreas al impedir la interacción entre RAS y PDE delta”.
Un estudio ha demostrado que bloqueando PDE delta
se inhibe la señalización
de RAS en cáncer de páncreas