Podemos ha lanzado un mensaje de tranquilidad al sector farmacéutico y ha abierto la puerta al diálogo sobre las subastas de medicamentos, según aseguró su responsable de Sanidad, Ana Castaño, durante su encuentro con representantes del sector sanitario y del ámbito farmacéutico.
En la misma línea, desde sus inicios, la formación política ha apoyado a los genéricos, un compromiso que ha plasmado en su programa marco para las autonómicas. Los genéricos encajan a la perfección con el mantra del partido de que “cualquier inversión revierta en lo social”. Sin embargo, esta declaración de apoyo se había visto en contradicción con la postura defendida en Andalucía, donde la formación se ha posicionado a favor de las subastas, algo que el sector farmacéutico no entiende. “Si apoyáis los genéricos, ¿por qué apoyáis las subastas?”, preguntó Rafael Borrás, director de Relaciones Institucionales y Comunicación de Teva.
Castaño aseguró que Podemos no tiene un posicionamiento de defensa pura de la iniciativa de la Junta. Tratándose de un partido que cuenta con la participación entre sus principios rectores, se mostró partidaria de abrir un diálogo sobre las subastas durante el primer Encuentro Andaluz de Círculos de Salud de Podemos, celebrado este fin de semana, e invitó al sector a participar.
Como ejemplo del cambio que a su juicio podría sufrir el modelo de subastas, Castaño aludió a posibles cambios regulatorios de manera que las convocatorias “incluyan a laboratorios nacionales”. El cambio que no satisface al sector, que le transmitió que, en su opinión, las subastas no son ni la única ni la mejor herramienta para bajar los precios. “Hay dos modelos: precios de referencia, revisable cada seis meses, donde entramos todos; y las subastas, que dejan gente fuera. Si yo no estoy en las subastas es porque no creo en el modelo, porque el otro da más equidad, es igual de eficiente y da más vida al sector bajando los precios de una forma igualitaria”, explicó Borrás.
El concepto del sector
Si el componente “social” es un imprescindible en el discurso de Podemos, “entonces el valor social del medicamento se debe poner encima de la mesa”, señaló Borrás, muy interesado en conocer la valoración de Podemos sobre la industria farmacéutica. “Hay tratamientos que quizá se pueden disminuir, pero hay otros que cubren ineficiencias del propio sistema, como las listas de espera”, apuntó.
Si bien el programa marco de Podemos apoya a los genéricos, también apuesta por impulsar “la fabricación de medicamentos genéricos que sean beneficiosos para los enfermos que tienen que afrontar tratamientos costosos (como la hepatitis C)”. En esta línea, Castaño reconoció estar demasiado influida por Sovaldi. “Me viene a la cabeza gran multinacional que no ha tenido ningún fin social. Todos sabemos cómo hizo la compra de ese medicamento. Ese laboratorio hizo caja. No podemos no nombrar a estas grandes corporaciones que están haciendo una política de comercio con eso”, dijo.
Pero la industria innovadora no va a ser la única que va a tener difícil el trasladar a Podemos el valor de su aportación a la sociedad, al empleo y a la economía en general. Junto a Borrás, agentes de la Farmacia, la Distribución y la Medicina también aguardaban las líneas generales de esta formación sobre la cadena del medicamento. En general, todos comparten las líneas generales en Salud de Podemos.
Castaño explicó, por ejemplo, el funcionamiento de las Áreas de Bienestar, un modelo que propone la formación y que supondría la coordinación local de dispositivos de Salud, Educación y Servicios Sociales, y en el que por tanto entrarían tanto médicos de primaria como oficinas de farmacia. La idea gustó a Luis Amaro, tesorero del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, uno de cuyos puntos de partida es, precisamente, la integración de la farmacia en el sistema sanitario.
Sin embargo, la oficina de farmacia podría encontrarse con el mismo escollo que la industria para superar ciertas ‘reticencias’ que la formación ve en un establecimiento muy imbricado en el servicio público pero que no deja de ser un negocio. “Es interesante abrir el debate sobre la figura del farmacéutico comunitario, que en ocasiones puede ser el primer contacto con los problemas de salud, pero entramos en un terreno farragoso. Y es que se trata de un negocio local y todo lo que implique su aproximación a una financiación pública va a implementar auditorías, rendición de cuentas, transparencia…”, indicó Castaño.
En el marco de diálogo que define a Podemos no se excluye nada, salvo el Real Decreto-ley 16/2012, cuya derogación es una defensa absoluta de la formación. En este sentido se refirió, por ejemplo, al debate sobre propiedad y titularidad de las farmacias. Según Castaño, “habría que revisar qué está pasando con las leyes de Ordenación Farmacéutica”, lo que, según aclaró “no necesariamente significa tocar el modelo de farmacia”.
En el marco de diálogo que define a Podemos no se excluye nada, con la excepción del RDL 16/2012