José Luis Zamorano ha sido nombrado presidente del Comité de Guías de la Sociedad Europea de Cardiología

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| martes, 04 de septiembre de 2012 h |

Pregunta: ¿Cuáles han sido las cuestiones más relevantes que se han abordado en el Congreso Europeo de Cardiología, celebrado en Múnich a finales del mes de agosto?

Respuesta: Ha habido cosas muy interesantes. Por ejemplo, en el campo de las guías terapéuticas se ha presentado una actualización de las de Fibrilación Auricular (FA) y también las guías de los enfermos valvulares. En la FA se ha puesto de manifiesto el uso de los nuevos anticoagulantes realmente es una alternativa terapéutica a la warfarina, con muchos datos nuevos presentados. También en este sentido la ablación de las venas pulmonares ha entrado con una categoría superior en las guías y yo creo realmente esta actualización en la FA va a ser un cambio de actitud en el tratamiento de nuestros pacientes. Además, ha habido muchas actualizaciones en las valvulopatías. Y así, el tratamiento percutáneo de la esclerosis aórtica, es decir, sin abrir el tórax al paciente e implantándole la válvula por vía percutánea, también ha aumentado su poder en la recomendación de las guías europeas. Una cosa muy interesante que hemos visto en el congreso es una nueva esperanza para nuestros pacientes hipertensos, muy numerosos en España, ya que se han presentado datos a largo plazo que señalan que la ablación de las arterias renales para aquellos pacientes con hipertensión refractaria no solo es muy efectiva sino que también reduce la muerte súbita. En el diagnóstico, obviamente el papel del escáner, que ve las coronarias de forma no invasiva. Y ha añadido además, en un estudio japonés, información pronóstico. Qué pacientes con unas determinadas coronarias van a fallecer antes o después de acuerdo al patrón que tienen en el escáner.

P: Cuando hablamos de guías, hablamos de protocolos de trabajo, ¿qué aporta y significa una guía?

R: Una guía es un grupo de expertos que revisan todo lo que hay en la ciencia médica y recomiendan qué hay que hacer con cada enfermedad. Es decir, un paciente que ha tenido FA. Primero los expertos definen qué significa esta arritmia, el paciente ha perdido su ritmo cardíaco normal. Y luego revisan todos los estudios científicos que hay y ven cuál es el mejor tratamiento que hay para estos pacientes y escriben qué habría que hacer. Pero no se acaba ahí, sino que el proceso es mucho más complejo. Luego hay un grupo de expertos que revisan meticulosamente esta guía que se ha escrito. Entonces al final tenemos un documento muy exacto, muy preciso y muy bien revisado con unas recomendaciones para todos los cardiólogos o médicos con cómo hay que tratar cada enfermedad. Las guías de la Sociedad Europea de Cardiología dan unas series de niveles de evidencia, o sea hay unas cosas que no son controvertidas y que deben hacer todos los médicos, pero hay otras que en la guía se señalan como controvertidas, por tanto el médico que tienen al enfermo delante (cada enfermo es diferente) tiene un margen de maniobra. Hay cosas que no son discutibles, pero otras que dependen del juicio del médico.

P: Nos ha hablado del factor pronóstico con el escáner y de un estudio japonés innovador en este sentido. ¿Qué han descubierto estos investigadores?

R: Este grupo japonés ha descubierto que el escáner nos permite el TAC coronario de cuál es la morfología de si un paciente tiene las enfermas abiertas, cerradas, enfermas o menos enfermas. Y hasta ahí se quedaba. Estos investigadores han expuesto que con el escáner, además de ver las arterias, podemos ver el músculo del corazón. Entonces, hay dos cosas que pueden aparecer en el corazón: unas gotas de grasa específicas, unas partes de fibrosis, que han identificado que aquellos pacientes que aunque sus coronarias sean sanas (y esto es lo importante) tienen más riesgo de muerte súbita, tienen más riesgo de arritmia ventricular y de que puedan fallecer. En ese sentido, ha sido una aportación muy interesante, porque los japoneses también han presentado en el congreso qué les ha pasado a la población que sufrió un tsunami, y tuvieron un gran aumento de infartos de miocardio en este año posterior. Algo muy interesante.

P: Usted ha hablado antes de los nuevos anticoagulantes. Hemos visto que la experiencia clínica con dabigatrán (pradaxa) supera el millón de pacientes al año de tratamiento y a partir de estos datos se calcula que puedan haber salvado a unas 40.000 personas de sufrir un ictus relacionado con una FA. ¿Realmente la experiencia clínica con dabigatrán nos permite indicarnos que este es el camino a seguir en el futuro?

R: Este tema también ha sido muy debatido porque la experiencia clínica yo creo que tiene muchísima importancia, porque cuando nosotros hacemos ensayos clínicos, es decir, cuando cogemos a miles de pacientes y les sometemos a un tratamiento y vemos cómo evolucionan, sacamos una experiencia científica. Pero claro, la experiencia científica luego hay que ponerla en la calle y no en todos los casos puede cumplirse o puede verse la experiencia clínica cuando hacemos un uso generalizado de la medicina. Entonces, por eso, el que un fármaco que ha tenido una serie de ensayos clínicos muy positivos, luego no tenga efectos secundarios graves en su aplicación diaria y confirme lo que salió en el estudio clínico, es mucho más sólido a la hora del medicamento.

P: ¿Cómo se puede manejar a un paciente que esté mal controlado con el sintrom?

R: El sintrom es un fármaco que lleva utilizándose décadas, entonces hay algunos pacientes que tienen interacciones farmacológicas con otros medicamentos que toman, a veces pueden tener interacciones con la comida. En definitiva, están mal controlados con el sintrom. La buena noticia es que tenemos una buena alternativa, y la buena noticia científica es que esa alternativa ha sido recogida en las guías de práctica clínica. Hoy en día tenemos alternativas.

P: ¿Hay alguna recomendación especial para el manejo de la FA, tanto para pacientes como para los propios cardiólogos o médicos?

R: Tenemos recomendación de hacer un control. En el caso del sintrom los pacientes vienen a consulta cada 15 días o cada mes a hacerse un control. Y en el caso de los anticoagulantes no quiere decir que les demos una pastilla y no vengan a revisión, el paciente siempre tiene que estar controlado, lo que sucede es que le ahorramos el pinchazo del control, pero tenemos que seguir viéndole y, por ejemplo, monitorizando su función renal. No olvidemos que el enfermo es un enfermo y no una enfermedad.

P: ¿Qué ha aportado su equipo en este Congreso Europeo de Cardiología?

R: Tuvimos el honor de ser el único centro de Europa que retransmitimos en directo a toda la comunidad cardiológica los pacientes que tenían enfermedad del miocardio, es decir, que su corazón no contraía suficiente, y estuvimos moderando el doctor Fuster y yo, en Múnich. Y desde el Ramón y Cajal de Madrid enviamos dos pacientes realmente complejos y mostramos todas las nuevas tecnologías de las que disponemos en el Hospital Ramón y Cajal.