C. S. Madrid | viernes, 11 de marzo de 2016 h |

“Una herramienta de empoderamiento del paciente que sirve para entrenarle en la toma de decisiones sencillas, a través del autocuidado”. Así define la directora gerente del Hospital de Guadarrama y coordinadora científica de la Estrategia de Abordaje de la Cronicidad del Sistema Nacional de Salud (SNS), Carmen Ferrer Arnedo, la iniciativa ‘El diario del paciente’ puesta en marcha en 2015 en su hospital.

El Hospital de Guadarrama trabaja en el proyecto ‘Plan de Fomento de la Autonomía de los Pacientes’ donde el protagonista es el paciente y su cuidador, como explica Ferrer a GACETA MÉDICA, al tiempo que subraya que el objetivo del centro es entrenar a los pacientes en la toma de decisiones mientras permanecen en el hospital.

“Como los pacientes suelen estar una media de 30 días, tenemos tiempo suficiente para entrenarles en el autocuidado y la toma decisiones; tanto a ellos, como a sus cuidadores”, puntualiza.

¿Y cómo utiliza el paciente esta herramienta? Ferrer destaca que hay evidencia científica acerca de que las cosas más sencillas, las estrategias del cuidado de uno mismo, mejoran la salud. Por eso, con el diario, lo que se busca es que la persona realice tareas sencillas como cuidarse, chequearse y evaluarse, añade.

El documento consta de varias partes. El cuidado básico personal, la evaluación de ese proceso, la realización de un planning de tareas y la toma de decisiones en la realización de determinadas actividades son algunos de los aspectos en los que se centra la herramienta.

En el primer apartado (cuidado básico), el paciente responde a preguntas del tipo: realizo una tarea determinada, ¿solo o con ayuda?, ¿paseo por el jardín o por el pasillo del hospital?, ¿cómo me siento después de hacer eso? “Evalúa lo que hace, su capacidad para llevarlo a cabo y cómo le sienta”, precisa Ferrer.

Una vez que termina la semana y con todo el cuestionario cubierto, se puede decir que el paciente “ha avanzado en su autocuidado y esto también le permite trabajar con el equipo terapéutico”.

“No es una herramienta para todos los pacientes, sino para los que están conscientes y pueden realizar este tipo de ejercicios”, indica la directora gerente, al tiempo que agrega que una vez que el paciente recibe el alta se lleva el documento impreso “como si fuese un trofeo”.

Gracias a este diario, los pacientes se vuelven más proactivos y, aparte, según concluye Ferrer, lo valoran como “muy positivo”.