Colecciona sellos, no se pierde una procesión, le gusta cuidar sus plantas y pasear por Málaga, además de la música de artistas de la ciudad… Las aficiones de Juan José Sánchez Luque son tan variadas como su vida profesional, en la que combina la consulta como médico de familia con el despacho de presidente del Colegio de Médicos de Málaga.
Pregunta. Como aficionado a la filatelia, ¿en qué se nota el sello Juan José en la presidencia del Commálaga?
Respuesta. Hay que poner lo mejor de uno mismo cuando se asume una responsabilidad de este tipo. Me caracterizo por el trabajo, por el sentido de la responsabilidad e intentar, sobre todo, no abandonar el ejercicio de mi profesión como médico, que fue un elemento que me marqué cuando llegué a la presidencia en el 2006. Esas son las claves de mi sello.
P. El sello más caro del mundo se vendió en 1996 por dos millones de euros, ¿’soltarías’ uno tuyo por ese precio?
R. Si lo tuviera, lo vendería, pero mis sellos no tienen ese precio. Sí tienen el valor emocional de haber encontrado algunos que me costó mucho trabajo acceder a ellos y, aunque no sean de un valor económico elevado, sí lo tienen simbólico. Además, confío mucho en los equipos y los sellos no son elementos aislados, forman parte de colecciones.
P. Dicen que la Plaza Real de Barcelona es la ‘Meca’ de los filatélicos, ¿alguna vez has peregrinado hasta allí, por lejos que te pille?
R. No, pero sí he estado en la Plaza Mayor de Madrid. Cuando empecé a coleccionar sellos, siempre aspiraba a poder encontrar en un mismo espacio físico muchos establecimientos, muchos coleccionistas, y la Plaza Mayor es como la plaza de los pueblos para los filatélicos.
P. Eres de Málaga y no te pierdes una procesión… ¿eso es como ser médico y prescribir, que va en el cargo?
R. La Semana Santa es un elemento fundamental para mí, viviendo en Málaga y habiéndola vivido desde pequeñito. He participado activamente como nazareno, luego llevando algunos tronos, especialmente la imagen de Jesús de la Pasión, y desde el 2006 participo en las Reales Cofradías Fusionadas, donde el Colegio de Médicos es hermano mayor honorario, no he faltado ningún año.
P. Midamos tus devociones. Entre una procesión y cuidar tus plantas… ¿Dónde hay más pasión?
R. Me quedo con las procesiones, es algo especial porque soy católico y va más allá de que se transforma la ciudad. A veces se critica que en las cofradías todo es aspecto externo, pero hay otra vertiente muchas veces desconocida que es la de ayuda a los más necesitados. En cuanto a las plantas, se trata de ver el nacimiento y también como se marchitan… Los médicos hacemos eso, cuidamos desde el nacimiento hasta que las personas se enfrentan a la muerte.
P. En el escaso avance de la AP estos años… ¿la procesión va por dentro?
R. Sí, va por dentro, como médicos de familia no podemos manifestar delante del paciente ese auténtico esfuerzo que supone ver en una mañana a más de 50 personas. Eso un día tras otro supone una auténtica procesión por la que van pasando cada uno de esos penitentes pidiéndonos nuestra ayuda.
P. Contrastemos tu sangre malagueña con tu profesión… ¿me recomiendas un rebujito?
R. Sí, y sobre todo un vino de Málaga, que en dosis moderadas aumenta el colesterol HDL. Venir a Málaga, mezclar ese vino con el mar y los chiringuitos donde hay mucha dieta mediterránea constituye una magnífica terapia, aunque no vaya en píldoras.
P. ¿Los recortes en el sector son como la ‘ola del Melillero’, que pasan tan a menudo que ya son algo cotidiano?
R. Son una auténtica marejada y, además, están llegando sin dar tiempo a que la arena sedimente. Ya parece que bajo el paraguas de la crisis todo vale y los brotes verdes no los veo, aunque me gusten las plantas.
P. ¿En Sanidad, en qué hemos pasado de Málaga a Malagón?
R. Por ejemplo, antes el médico tenía una gran autonomía y nadie objetaba cuando pedía una prueba complementaria, establecía un tratamiento… Ahora, con un objetivo basado en criterios economicistas, se pone en duda, a veces con una vertiente que nos plantea interrogantes desde el punto de vista ético.
P. Te gusta la música, y si es de artistas malagueños, mejor… ¿en tus referentes en medicina también barres para casa?
R. Tengo la enorme suerte de vivir en una provincia donde tengo colegiados de primer nivel, reconocidos nacional e internacionalmente. Musicalmente, Málaga también está en un buen momento, desde un Pablo Alborán que encandila a los más jóvenes, a personas con las que tengo el honor de tener un rayo de amistad como son Pasión Vega y Ana Navarro.
¿Feria de día o de noche? Mientras el cuerpo aguante, feria de día y feria de noche.
¿A quién invitarías a un espeto? Al próximo consejero para que vea que detrás de un buen espeto hay mucho trabajo. Tiene que bajar al terreno y no solo saborear los resultados, sino ver el esfuerzo que hay detrás del producto sanitario.
¿Malagueñas o sevillanas? En Málaga se baila de todo. Me gustaría que la malagueña se recuperara, también la vestimenta de malagueña, aunque ir con este traje en feria con el calor ‘tiene tela’, como decimos allí.