INVESTIGACIÓN/ El congreso Barcelona BioMed se centró en la ingeniería de las proteínas pequeñas

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| lunes, 02 de noviembre de 2009 h |

Cecilia Ossorio

Barcelona

¿Qué lenguaje hablan las proteínas durante el reconocimiento celular? Es la cuestión que pretende resolver el grupo de Ernest Giralt, jefe del programa de Química y Farmacología Molecular del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona). Desde hace pocos años se sabe que las proteínas se alían en complejos multiproteicos, pero se desconocen los criterios de interacción.

La aplicación en el campo de la biomedicina de esta investigación básica pasa por estudiar los procesos de reconocimiento molecular “narcisista”, en la que una proteína se una con ella misma, como ocurre en la enfermedad de Alzheimer. Así, la beta amiloide se une formando agregados neurotóxicos que provocan muerte celular en el cerebro. “Estamos diseñando pétptidos que inhiban la formación de estos agregados”, señaló el experto. En la actualidad trabajan de forma conjunta con el equipo de Isidre Ferrer, del Instituto de Investigación de Bellvitge, testando los compuestos en un ratón transgénico que éstos últimos han desarrollado.

Es uno de los trabajos destacados del Congreso Barcelona Biomed, organizado por el IRB y la Fundación BBVA, en el que participaron una veintena de expertos mundiales en ingeniería de proteínas pequeñas por debajo de los 50 aminoácidos (los péptidos).

Aminoácidos D

Lo fundamental de la vía de investigación de Giralt es que están trabajando con moléculas con un tiempo de vida media en el organismo muy prolongada (de horas o incluso días). Se trata de aminoácidos D, que han venido a sustituir a los naturales, los L, que sólo permanecían en la sangre durante unos minutos. “De esta forma las peptidasas no los atacan y conseguimos que sean muy eficaces”, matizó el experto. De momento, así lo han demostrado tanto “en el tubo de ensayo” como en cultivos celulares.

Ahora, con el trabajo en el modelo animal el objetivo es dilucidar si estos péptidos, además de ser activos, son capaces de atravesar la barrera hematoencefálica. De hecho, están realizando dos experimentos en paralelo. En uno inyectan el péptido directamente al cerebro, y en el otro lo hacen de forma intraperitoneal.

Por otro lado, Samuel I. Stupp, director del Instituto de BioNanotecnología Médica de la Universidad Northwestern de Estados Unidos presentó resultados prometedores en regeneración celular en ratones en lesiones de médula espinal. Ha generado nanoestructuras con péptidos que se ensamblan en forma de fibras y guían el crecimiento de los axones de las neuronas que habían quedado comprometidas, para que se regenere el tejido nervioso.