MEDICINA NUCLEAR/ BARCELONA CELEBRA EL CONGRESO ANUAL EUROPEO DE ESTA ESPECIALIDAD

br

Se espera que la nueva “bala mágica” esté disponible a finales del año próximo para la práctica clínica

Un fin en Medicina Nuclear con PET es disponer de productos específicos para el estudio de cada enfermedad

| 2009-10-18T18:10:00+02:00 h |

Cecilia Ossorio

Barcelona

El concepto de bala mágica va intrínseco al de los radiofármacos que se utilizan en Medicina Nuclear para el estudio de muy diversas enfermedades —para analizar el hueso utilizan fosfatos marcados con tecnecio, y para el riñón MAG-3, por ejemplo, de forma que para cada órgano existe una bala mágica distinta—.

Como explicó a GM Josep Martín Comín, presidente del Comité Organizador del Congreso Anual de la Asociación Europea de Medicina Nuclear (EANM), que ha acogido Barcelona, “la cantidad de producto que se administra no tiene ningún efecto farmacológico sobre el paciente, y a las pocas horas o como máximo al día el radiofármaco desaparece del paciente, de forma que la irradiación que sufre es muy pequeña”.

Una de las novedades presentadas en esta cita europea es un nuevo radiofármaco PET (tomografía por emisión de positrones) que permite detectar la muerte celular programada, la apoptosis. Como afirmó Martín Comín, es el estudio “más cercano” de los presentados, pues posiblemente a finales del próximo año estará disponible para la práctica clínica. Se denomina Aposense [F18]-ML-10 y su principal ventaja es que ofrece una visión “en positivo” de la efectividad del tratamiento.

“Hasta ahora, para controlar la evolución de la enfermedad se hacían exploraciones de control con glucosa marcada tras el tratamiento con radioterapia o quimioterapia, y esta práctica nos indicaba qué cantidad de tumor estaba activo”, indica el experto. El nuevo fármaco hará lo contrario, pues permitirá comprobar la parte que realmente se ha eliminado.

Pero no ha sido la única novedad, pues también se presentaron nuevos trazadores para el diagnóstico específico del cáncer de mama, de próstata o de riñón.

Otros protagonistas del congreso fueron nuevos productos para el estudio de la enfermedad de Alzheimer. Son radioisótopos de vida más larga, que marcan las placas amiloides que parecen ser el origen de esta patología y permitirían un diagnóstico pre-sintomático. “Se está focalizando la investigación de nuevos tratamientos hacia las alteraciones que ya hemos visto mediante estas técnicas”, aseveró Martín Comín.

En este sentido, hay muchos radiofármacos en fase de investigación, la mayoría marcados con carbono 11, dirigidos al estudio de enfermedades como la demencia, la esquizofrenia o la depresión. “Aún estamos en una fase precoz para tener trazadores, pero en los próximos diez años posiblemente habrá una eclosión en el diagnóstico de estas patologías”, auguró el experto.

En la actualidad, la bala mágica ha modificado el abordaje del linfoma no Hodking, que puede tratarse mediante isótopos radiactivos de forma ambulatoria, así como el de los tumores neuroendocrinos, el cáncer de tiroides, las metástasis óseas, la patología ósea benigna o la enfermedad de Crohn. Sin embargo, como la tecnología PET supone la última novedad en la especialidad, la llegada de los nuevos fármacos comienza a resolver un objetivo pendiente de la Medicina Nuclear. “Hasta ahora, con la técnica PET únicamente se disponía de forma genérica de la glucosa marcada, y el fin para los próximos años es disponer de productos específicos que optimicen el estudio concreto de cada órgano y cada enfermedad”, subrayó el presidente del congreso.

Sólo un 10% con PET

Una cuestión fundamental es que, si bien se ha hecho una fuerte inversión económica en la evolución de los equipos PET, de momento sólo representa el 10 por ciento de la práctica en todo el mundo. Según indicó Martín Comín, en los últimos años ha habido una falta de estructuración de la producción de tecnecio, el producto que utilizan cada día los servicios de Medicina Nuclear para preparar los radiofármacos. “La edad media de los cinco o seis equipos que hay en todo el mundo para producir este radioisótopo es de 47 años, y con la evolución hacia el PET, las empresas privadas son algo reticentes a invertir una gran cantidad de dinero en desarrollar este producto”, lamentó Martín Comín.

Por este motivo celebra que el Gobierno holandés ha decidido crear un nuevo ciclotrón para producir tecnecio que estará operativo en el año 2015 o 2016.

Por su parte, Francesca Pons, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Nuclear (SEMN), señaló que en España la distribución geográfica de la tecnología más avanzada no es uniforme.

Sistemas híbridos

Otro reto a corto plazo en el ámbito de esta especialidad consiste en la “hibridación” de técnicas de diagnóstico por imagen, como las gammacámaras Spect-TAC o PET-TAC. La plataforma Discovery NM/CT 670 (de GE Healthcare) es uno de los nuevos equipos que se han lanzado en el congreso. Combina la tecnología de la tomografía computarizada (TAC) de 16 cortes, una nueva estructura de soporte Spect que permite obtener una mayor flexibilidad en la posición del paciente y detectores de Medicina Nuclear.