Sostenibilidad/ Revela grandes diferencias entre dos CC. AA. con perfil similar
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E.M.C.
Madrid
Gran territorio y población envejecida y dispersa. A primera vista, tanto Castilla y León como Castilla-La Mancha ofrecen perfiles demográficos muy similares. Sin embargo, en la práctica, el análisis de varios factores relacionados con el gasto sanitario y el consumo de recursos en estas comunidades autónomas revelan importantes diferencias entre ambas y, lo que es más, ha permitido relativizar el peso del envejecimiento sobre el aumento en este tipo de gasto.
El Estudio de las pautas previsibles de utilización futura de servicios sanitarios por mayores, frente a la viabilidad financiera del sistema de Salud, coordinado por el director del Seminario de Investigación en Economía y Salud de la Universidad de Castilla-La Mancha, Álvaro Hidalgo, y realizado por la Fundación Gaspar Casal, con el respaldo de la Fundación Pfizer, aporta conclusiones novedosas. La principal, que “el efecto demográfico no es uno de los elementos más importantes para explicar el aumento del gasto sanitario”, de manera que no se considera “una amenaza”.
Aunque se calcula que el gasto sanitario de las personas mayores de 65 años es superior al gasto medio en un 2,7 por ciento en nuestro país, los autores del estudio subrayan que hay otros factores determinantes: La inercia del propio sistema, las decisiones clínicas y de gestión, así como las decisiones políticas, como la construcción de nuevos hospitales y el aumento del número de prestaciones, ofertas a las que la población responde con un uso más intensivo de los recursos y mayores expectativas, aseguran.
El trabajo, realizado sobre el análisis de las bases de datos de tarjetas sanitarias del Sescam y el Sacyl, revela un uso diferente de atención primaria, especializada y farmacia en estas comunidades, con incontables ejemplos. Uno de ellos es que a partir de los 65 años, el número de visitas a AP en Castilla y León osciló entre las 8 y las 12 anuales en 2009, frente a la media regional de cinco visitas. Sin embargo, en Castilla-La Mancha el uso del primer nivel entre los mayores se situó entre las 11 y las 17 visitas por año, por encima de una media ya superior: 6,7 visitas anuales en 2009.
El gasto farmacéutico medio por persona también es mayor en Castilla-La Mancha. Entre 664 y 1.167 anuales por encima de los 65 años, cuando la media rondó los 295 euros anuales en 2009. En Castilla y León, varió entre los 642 y los 989, sobre una media de 290 euros anuales, según el estudio.
La misma tendencia que se observa en el gasto medio en atención hospitalaria en esta comunidad, entre 620 y 1.224 euros al año en mayores, con una media de 410 euros por persona. Cuando datos en Castilla-La Mancha oscilan entre 620 y 1.393 euros anuales por persona, con una media de 348 euros.
De cara al futuro, el informe prevé una estimación de aumento de gasto sanitario público entre 2009-2020 como consecuencia única del envejecimiento del 5,45 por ciento en Castilla y León, frente al 1,67 en Castilla-La Mancha.
Así, destacan los autores, el envejecimiento por sí solo no parece amenazar la sostenibilidad sanitaria, pero sí la prestación real por persona y los cambios tecnológicos que generan más demanda.
