La hemorragia en el cerebro o hemorragia intracerebral se asocia con un mayor riesgo de desarrollar demencia después de un accidente cerebrovascular, según un estudio presentado en la Conferencia Internacional sobre el Ictus 2016, organizada por la Asociación Americana del Ictus. La hemorragia intracerebral, que resulta de un vaso debilitado que se rompe y sangra en el cerebro, representa el 13 por ciento de todos los accidentes cerebrovasculares. Los responsables del trabajo siguieron a una población de 218 pacientes con accidente cerebrovascular intracerebrales, que estaban libres de demencia en los primeros seis meses tras el ictus.
Los autores de esta investigación, del Hospital Universitario de Lille, en Francia, observaron que el 20 por ciento había desarrollado demencia un año después del accidente cerebrovascular y que 63 pacientes desarrollaron demencia de nueva aparición durante un seguimiento medio de 5,4 años. Los factores de riesgo asociados con un mayor riesgo de demencia después de la hemorragia intracerebral incluyen ubicación de la hemorragia cerebral, edad avanzada, historia de un derrame cerebral o ataque isquémico transitorio, puntuación alta de la gravedad del accidente cerebrovascular y accidente cerebrovascular recurrente durante el seguimiento. Los factores de riesgo identificados en las imágenes cerebrales estaban particularmente vinculados con una causa muy frecuente de sangrado en los accidentes cerebrovasculares llamada “angiopatía amiloide cerebral”.