E.M.C. Madrid | viernes, 21 de septiembre de 2012 h |

El abordaje de la cronicidad, eje central del 34 Congreso de Semergen, inunda la programación desde todas las perspectivas posibles. De manera directa, en cuatro mesas específicas, pero, además, cada foro sobre diabetes, hipertensión y otras muchas patologías recuerda a los profesionales el perfil de los pacientes que acuden mayoritariamente a su consulta.

Rosa Sánchez, vicepresidenta del Comité Científico del Congreso, explica la importancia del lema de este año, y asegura que se están planteando cambios en el sistema sanitario hacia modelos que mejoren la coordinación y la gestión de los recursos sociosanitarios destinados a estos pacientes para hacerlo sostenible. Rafael Micó, coordinador de la mesa sobre el “Abordaje integral del paciente crónico en la atención primaria en relación al marco estratégico de atención a la cronicidad” profundiza en esta idea: “El sistema atendía de modo mayoritario a pacientes con procesos agudos que, ahora con los cambios demográficos, económicos y sociosanitarios, debemos reorientar hacia los crónicos”, matiza, y recuerda que hay ejemplos en marcha en diferentes comunidades autónomas y en otros países, pero que “cualquiera de estos modelos que haya sido validado necesita después la formación de los profesionales y la adaptación del entorno”.

Además, Sánchez hace hincapié en que existe también un porcentaje cada vez mayor en los equipos de atención primaria para atender a los pacientes crónicos, “muchos de ellos con un elevado nivel de complejidad que precisan de una actualización de conocimientos permanente”. No en vano, “en el paciente crónico hay que tener en cuenta no solo los procesos clínicos, sino la situación social y el contexto familiar y el grado funcional”, y “la AP es el único nivel asistencial que puede garantizar esta valoración integral y la atención longitudinal del paciente, por lo que existe un acuerdo unánime en que debe ser este nivel el que asuma la coordinación de la atención al paciente crónico”.

En este contexto, la atención primaria debe ocupar, en opinión de Micó, simplemente el papel que marca la legislación vigente. “La cartera de servicios dice que es el nivel básico e inicial de atención, garantiza la globalidad y continuidad de la atención a lo largo de toda la vida, actualmente como gestor y coordinador de casos y regulador de flujos”, puntualiza, solo hay que facilitar al profesional los recursos para el mejor desarrollo de sus funciones.

En cualquier caso, para hacerlo posible, es necesario acometer algunos cambios. La vicepresidenta considera fundamental mejorar la coordinación médico enfermera, así como evitar la excesiva medicalización e implicar a otros sistemas o servicios complementarios de la comunidad.

Para Micó, el profesional también debe cambiar su esquema de trabajo actual para dar respuesta a las necesidades: “el abordaje de la cronicidad es un trabajo que viene desarrollándose en los últimos años. La experiencia nos da la oportunidad para planificar el trabajo y conocer la realidad de nuestros pacientes hoy en día”, añade.

Junto al cambio de modelo, también se definirán estrategias que favorezcan la implicación activa del paciente crónico y su entorno familiar en el control de su enfermedad. Según Rafael Micó, el paciente experto sería el modelo óptimo de implicación, un paciente que educa a pacientes y los conciencia en su salud. Sánchez coincide en esta idea, y recuerda que para ello, deben facilitar una información sanitaria de calidad, objetivos que pueden cumplirse con el soporte de las nuevas tecnologías, que, insiste Micó, deben ser complementarias a estos nuevos enfoques de formación y actuación clínica.

Aparte de la moderada por Rafael Micó, otra de las mesas, organizada en colaboración con la Asociación Andaluza de Enfermería Comunitaria lleva por título “El paciente crónico en el centro de salud”. Pretende abordar de manera práctica el día a día de la atención al paciente en su entorno natural, destacando la importancia del trabajo coordinado dentro de los equipos de AP y el papel de la enfermería comunitaria en la promoción del cuidado.

La cronicidad también está en el centro de otra de las mesas esenciales del congreso, que ha conseguido aunar en este foro a los presidentes de las tres sociedades científicas de primaria más importantes a nivel nacional. Sobre su misión, Micó cree “las sociedades científicas son la pieza clave de la formación del profesional y deben certificar y evaluar periódicamente al mismo tiempo para que la administración tenga seguridad en la competencia de sus médicos”. La estrategia de Semergen en este punto pasa por su herramienta DPC. “Es líder en su desarrollo. En nuestro entorno sanitario europeo y occidental está normalizado cualquiera de estos procedimientos de acreditación profesional y el ciudadano tiene garantía de calidad en su atención sanitaria”, puntualiza.

Igualmente, habrá una mesa específica sobre prescripción prudente y un taller en el que se presentará una herramienta para optimizar la organización de la atención a estos pacientes, el Instrumento para la Evaluación de Modelos de Atención a la Cronicidad (Iemac).

Con esta apuesta, Semergen refuerza sus líneas. De hecho, en los últimos meses la sociedad ha presentado su cátedra de Cronicidad en Valencia, la primera en España, que trabaja en la formación necesaria para el profesional de AP. Además, según anuncia Micó, la sociedad científica colaborará con pacientes y asociaciones para colaborar en la organización del primer congreso nacional de pacientes crónicos. Su intención es que el paciente tenga un foro adecuado para dar a conocer sus necesidades y vivir la realidad que le une al médico.

“La AP es el único nivel asistencial que puede garantizar una valoración integral y la atención longitudinal del paciente, por lo
que debe coordinarla”