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El 5º Congreso Nacional de Atención Sanitaria al Paciente Crónico, celebrado recientemente en Barcelona, puso de relieve que en España hay aproximadamente 20 millones de pacientes crónicos con una edad que supera casi siempre los 50 años.
En realidad, la mitad de los fallecimientos que se registran en el Estado español obedecen a alguna de estas cuatro enfermedades crónicas: cáncer, EPOC, insuficiencia cardiaca y diabetes. Es por ello que el Ministerio de Sanidad, Seguridad Social e Igualdad ha dado a conocer en la reunión de Barcelona una nueva estrategia de cronicidad aplicable al Sistema Nacional de Salud (SNS), en cuya redacción han intervenido la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC). El lema de este nuevo esfuerzo institucional es “de la patología a la persona”.
Por otro lado, una mesa moderada por Félix Rubial Bermúdez (Servizo Galego de Saúde), reunió a José Ramón Repullo Labrador (Escuela Nacional de Sanidad de Madrid), Patricia Arratibel Ugarte (Departamento de Sanidad del Gobierno vasco) i Roberto Nuño Solinis (Instituto Vasco de Innovación Sanitaria).
Repullo explicó que el SNS se ve afectado por graves problemas de sostenibilidad que pasan por dirigir de manera conveniente el rumbo de la atención a los enfermos crónicos de manera racional, orientando de manera secuencial la presentación de síntomas, las exploraciones diagnósticas y los tratamientos, y llevando a cabo una buena detección de los pacientes con edad avanzada, pluripatológicos y frágiles.
El ponente reivindicó una desfragmentación asistencial que elimine las barreras entre especialistas y pacientes, desactivando los conflictos que atañen al colectivo profesional, y estimulando la responsabilidad de los profesionales a la hora de protagonizar la gestión clínica y la integración asistencial.
Por su parte, Arratibel expuso la reforma sanitaria vasca, basada en microsistemas locales de gestión autónoma, y Nuño defendió la vigencia del sistema ‘Iemanac’ de autoevaluación, presente en una decena de comunidades autónomas, que “a pesar de su breve recorrido, avanza con firmeza hacia un modelo integrador de la cronicidad y requiere una guía de implementación consensuada”.