Gastroenterología/ Se llama Abiliti y ha sido implantado en la Clínica La Luz
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Redacción
Madrid
Por primera vez en España se ha implantado a dos pacientes con obesidad mórbida un dispositivo, similar a un marcapasos, que les permitirá adelgazar entre el 21 y el 35 por ciento en un año.
Las intervenciones fueron realizadas en la Clínica La Luz de Madrid por el jefe del Servicio de Cirugía Digestiva, Manuel Mirás, para quien este nuevo sistema es “una alternativa” para el tratamiento de la obesidad, que va a superar “con creces” a la banda gástrica y al balón intragástrico, ya que no es “nada agresiva” y ofrece “mayores beneficios”.
El dispositivo se coloca mediante laparoscopia en la pared exterior del estómago “sin tocar para nada su morfología y permite al paciente sentir que está saciado con una cantidad de comida muy inferior a la que ingería habitualmente”, asegura el jefe de la Unidad de Medicina Interna de la clínica, Manuel Serrano. “Se introduce un sensor en el estómago que va unido a un segundo marcapasos. Cuando come, éste manda información sobre los alimentos al marcapasos que, según las características previas del paciente, revierte un estímulo a la pared gástrica. Este estímulo provoca una distensión precoz que hace que la persona piense que ya está lleno y deje de comer”, añade Mirás.
Asimismo, posibilita un seguimiento exhaustivo por parte del especialista, ya que registra todos los alimentos que han sido ingeridos. Desde un ordenador, el médico puede controlar vía wifi los datos acumulados en el dispositivo y ajustar el sistema en función de las características del paciente.
Abiliti está indicado en personas cuyo índice de masa corporal está entre 35 y 55 y también en casos en los que “los afectados presenten ya problemas derivados de la obesidad”, detalla Mirás.
En la implantación el cirujano realiza tres o cuatro pequeños orificios en la pared abdominal para acceder al estómago. Una vez allí, sujeta el cable al estómago y lo hace pasar por la cavidad abdominal, donde lo conecta al estimulador gástrico. Finalmente, se implanta el estimulador y se cierran los orificios. El procedimiento no implica grapas en el estómago ni desviar los intestinos y dura menos de una hora, con el paciente bajo anestesia general.