Esther Martín del campo Madrid | viernes, 20 de febrero de 2015 h |

Contar con el apoyo casi inmediato de un especialista capaz de almacenar en su memoria los tratamientos y resultados de miles de pacientes, un arsenal de publicaciones científicas, las terapias más efectivas, las comorbilidades más frecuentes y de conocer, al mismo tiempo, hasta el menor de los detalles del paciente que tiene ante su mesa es poco menos que un sueño para muchos profesionales de la Medicina. Una aspiración que la tecnología IBM Watson, que da un paso más en el análisis de los big data hacia la denominada computación cognitiva, ha convertido en realidad en centros como el MD Anderson Cancer Center de Houston.

Desde la compañía explican que esta tecnología pionera de computación cognitiva, que ya está disponible en España, es capaz de interaccionar con el ser humano de manera similar a como lo hacen las personas. Entiende el lenguaje natural, responde a preguntas complejas y, ante estas, formula hipótesis y selecciona la respuesta que le aporta un mayor nivel de confianza.

Bajando a un plano práctico, los especialistas de este centro pueden acceder al prototipo Oncology Expert Advisor a través del ordenador o de dispositivos móviles compatibles. La herramienta es capaz de guiar la toma de decisiones con una serie de recomendaciones que parten del análisis de una gran cantidad de datos introducidos en el sistema: el historial clínico de los pacientes del centro, resultados de sus tratamientos, publicaciones médicas, ensayos clínicos, etc. Junto a estos datos, también procesa toda la información sobre el paciente en cuestión: diagnóstico, pruebas, tratamientos aplicados, molestias asociadas a cada una de las terapias, volumen del tumor a lo largo del tratamiento, mutaciones genéticas, etc.

Mara Antonoff, instructora clínica del MD Anderson Cancer Center de Houston, explica que la información del paciente se combina con datos estructurados y desestructurados de distintas fuentes de gran valor para el facultativo. En una misma ficha, asegura, aparece toda la información sobre el paciente, el histórico de diagnósticos con las apreciaciones de los especialistas que le han tratado previamente, resultados de pruebas y demás. El programa, además, llama la atención sobre un aspecto que considere especialmente relevante, como puede ser una mutación genética, y a partir de ahí permite consultar la trayectoria habitual en ese caso y comprobar si el paciente ha recibido el tratamiento que, en base a la experiencia acumulada con otros pacientes, ha ofrecido los mejores resultados.

Es una información dinámica, subraya, que permite ver la evolución de los pacientes y profundizar en aspectos que resulten interesantes a ojos del clínico, sin pasar por alto las comorbilidades de las diferentes terapias, el efecto de cada uno de los tratamientos en el tamaño del tumor o la información sobre ensayos clínicos en marcha que puedan resultar interesantes para el paciente.

La especialista destaca que “todas las recomendaciones son buenas cuando se trata de dar al paciente el mejor tratamiento posible” y recuerda que uno de los objetivos del centro es avanzar hacia la medicina personalizada, conseguir trayectorias que permitan mejorar los tratamientos en función del perfil del paciente, un aspecto que también repercute en los costes.

Por ahora, el sistema cuenta con un gran pool de datos de pacientes tratados en este centro médico y proporcionados por la industria farmacéutica, pero a medida que avance su implantación en otros centros se incorporarán nuevos datos que ampliarán el volumen de conocimiento de esta tecnología, que, además, es capaz de retroalimentarse y “aprender” de la información que genera de forma continua.