ROCÍO CHIVA Enviada especial a San Francisco | viernes, 12 de diciembre de 2014 h |

La triple terapia con el inhibidor del proteosoma carfilzomib más lenalidomida y dexametasona (KRd) ofrece tasas de respuesta global (TRG) del 87,1 por ciento en pacientes con mieloma múltiple (MM) en recaída, frente al 66,7 por ciento de pacientes respondedores con la combinación de lenalidomida y dexametasona (Rd) —unilateral p<0,0001, bilateral p<0,001—. Además, la mediana de duración de la respuesta del primer grupo fue de 28,6 meses, mientras que la del segundo grupo fue de 21,2 meses. En cuanto a la calidad de vida, el estudio en fase III Aspire, presentado en el marco de la 56º Reunión Anual de la Sociedad Americana de Hematología (ASH), celebrado en San Francisco, informó de una mejora en la calidad de vida global de esta muestra de 792 pacientes (392 en el grupo experimental y 389 en el brazo control) durante los 18 ciclos de tratamiento —unilateral p=0,0001, bilateral p<0,001—.

Estos datos respaldan los ya presentados en el 50º Congreso de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO), celebrado a finales de mayo en Chicago, que demostró que el brazo en tratamiento con la triple terapia (KRd) experimentaba una mejora en la supervivencia libre de progresión (SLP) de 8,7 meses en comparación con el brazo en tratamiento con Rd. Así, mientras que el primer grupo alcanzó una SLP de 26,3 meses, los pacientes del brazo control se quedaron en 17,6 meses (HR=0,69; IC 95 por ciento: 0,57-0,83; p<0,0001).

De lo que aún no hay datos maduros es de supervivencia global (SG), si bien el análisis de los últimos resultados presentados durante el congreso muestra una tendencia a favor del brazo experimental, en comparación con el grupo control (HR=0,79; IC 95 por ciento: 0,63-0,99; unilateral p=0,018, bilateral p=0,04). Con el objetivo de confirmar que efectivamente esta triple terapia consigue beneficios en SG, continúa el seguimiento.

En cuanto a sus efectos secundarios, Meletios A. Dimopoulos, de la Universidad Nacional y Kapodistríaca de Atenas, en Grecia, señaló que “son similares al añadir carfilzomib”. Según los datos del Aspire, un 15,3 por ciento de los pacientes en tratmiento con KRd tuvieron que abandonar el tratamiento, frente al 17,7 por ciento de los tratados con Rd. En cuanto a la neuropatía periférica, uno de los efectos secundarios más comunes con este tipo de tratamientos, fue del 17,1 por ciento en el grupo que recibió la triple terapia con carfilzomib, comercializado como Kyprolis por Amgen, comparado con el grupo que recibió la combinación de lenalidomida y dexametasona.

Pero el potencial de esta molécula no se queda aquí ya que, como señaló Keith Stewart, líder del Aspire, “probablemente también sea eficaz en pacientes de nuevo diagnóstico”. De hecho, el estudio Clarion, actualmente en fase de reclutamiento de pacientes, estudia la combinación de carfilzomib más melfalan y predinosona frente a bortezomib más melfalan y prednisona. Además, también hay otro ensayo en fase III en marcha, el Endeavor, de comparación de carfilzomib más dexametasona y bortezomib más dexametasona en pacientes con mieloma de nuevo diagnóstico.