J. A. R. Madrid | viernes, 22 de enero de 2016 h |

La transfusión de plaquetas es una estrategia terapéutica que se emplea para reponer el número de plaquetas en sangre cuando éstas se encuentren disminuidas. Por ejemplo, en caso de hemorragia o como profilaxis de ésta en pacientes trombopénicos. Pero también se plantea su uso “en medicina de regeneración, para la recuperación en caso de heridas, úlceras o problemas de las articulaciones, ya que las plaquetas son sacos de factores de crecimiento que facilitan la cicatrización normal”, explicó Eduardo Anguita, médico adjunto del Servicio de Hematología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, durante el simposio “Biología y patología de las plaquetas”, organizado por la Fundación Española de Hematología y Hematoterapia. Otro ámbito fundamental es el de las neoplasias que tienen que ver directamente con las plaquetas, como las leucemias.

En opinión de Anguita, es necesario mejorar varios aspectos en lo que respecta la transfusión de las plaquetas, “como maximizar la durabilidad de las mismas, ya que pueden ser destruidas por el sistema inmune, y, además, faltan donantes para disponer siempre de suficientes plaquetas en los bancos de sangre”. Una solución pasaría por los métodos que se emplean para producirlas in vitro, “pero son muy costosos desde el punto de vista económico”, apuntó Anguita.

De todos modos, aunque ya se ha logrado obtener plaquetas in vitro, este método topa con otros obstáculos más allá del económico. Según Anguita, “las plaquetas generadas así presentan ciertas características de inmadurez, pues se parecen más a las plaquetas iniciales que se liberan en la circulación sanguíneas, y no tanto a las que posteriormenete maduran en la misma”.

Laura Gutiérrez, investigadora Ramón y Cajal en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, destacó, además, que “todavía no se conocen con exactitud los mecanismos reales por los cuales las plaquetas se producen in vivo”. De ahí las dificultades para replicar este proceso en el laboratorio. Como explicó esta experta, en éste se generan muchas partículas que “no tienen la actividad funcional que caracteriza a las plaquetas, es decir, la capacidad de agregarse”.

Recapitular la megacariopoyesis

Una alternativa, todavía en fase experimental con modelos animales, consistiría en recapitular la megacariopoyesis, que es el proceso mediante el cual se generan las plaquetas en el organismo. La idea es que si no se pueden producir las plaquetas suficientes in vitro, se pueden extraer células progenitoras (es decir, los megacariocitos) del paciente que necesita una transfusión autóloga. De este modo, “se hacen crecer esos megacariocitos y posteriormente se transfunden al paciente”, dijo Gutiérrez. Lo que se consigue en este caso es una producción de plaquetas, pero transitoria, “ya que cuando los megacariocitos se mueren ya no producen más”, añadió.

Gutiérrez señaló que en ratones se ha visto que los megacariocitos llegan a la médula ósea y al bazo. “Y con marcadores se ha comprobado que las plaquetas que se producen derivan de esos megacariocitos”. Estas células progenitoras generan “prácticamente el mismo número de plaquetas que elaborarían si fueran endógenas, y las que anidan en la médula fabrican la cantidad adecuada”, apuntó Gutiérrez.