Con el objetivo de “transformar la enfermería a través del conocimiento para mejorar la asistencia en los cuidados de los pacientes”, el Hospital Clínico San Carlos ha llevado a cabo la implantación de dos guías de práctica clínica basadas en la evidencia, en la investigación y la evaluación constante de los resultados. Gracias a esta iniciativa el hospital ha conseguido la acreditación como centro Comprometido con la Excelencia en Cuidados.
Se trata de las guías de ‘Lactancia materna’ y de ‘Cuidados y manejo de la ostomía’, en cuya implantación han trabajado más de 300 profesionales, coordinados por la dirección de Enfermería del centro.
Tal y como subrayó el consejero de Sanidad, Javier Maldonado, es el primer hospital de la Comunidad de Madrid que recibe este reconocimiento, que forma parte de un programa internacional surgido de la Asociación de Enfermeras de Ontario, RNAO. Un programa que llegó a España de la mano del Centro colaborador español del Instituto Joanna Briggs para los cuidados de salud basados en la evidencia y de la Unidad de Investigación en Cuidados de Salud de Enfermería Investen-Instituto de Salud Carlos III.
En total, ocho hospitales españoles y 360 de todo el mundo están trabajando en la implantación de estos protocolos de Buenas Prácticas en Cuidados.
Enfermería, clave en el proceso
Durante la entrega de la acreditación, Maldonado resaltó el importante papel que han jugado los enfermeros en este proyecto y su importancia en la sanidad madrileña. Asimismo, incidió en la relación que tienen estos profesionales con los pacientes. Para el consejero una de las ventajas de los enfermeros es “la capacidad para adaptarse a los nuevos conocimientos y a las evidencias científicas y tecnológicas en la atención y cuidado de los pacientes”.
La participación de estos profesionales ha permitido que se produzcan cambios que a juicio de la responsable de implantación de las guías, Consuelo Bermejo, “enriquecen a la organización con un impacto directo en los cuidados del paciente. De este modo, Bermejo coincidió con el consejero que el liderazgo de enfermería junto al trabajo en equipo ha permitido el cambio en la atención al paciente.
Asimismo, para la directora de enfermería, Encarnación Fernández del Palacio, se pone en alza como “al reducir la variabilidad clínica con la implantación de los protocolos, mejora la calidad asistencial de los pacientes, y por tanto, se reducen los costes”. Algo que ha sido posible gracias a la involucración de los profesionales que han desarrollado una estrategia de divulgación, información y formación, buscando la implicación de los equipos multidisciplinares que intervienen en el manejo y uso de dichas guías, como enfermeras, matronas, auxiliares de enfermería, médicos y residentes, entre otros.
Implantación
Lo primero que se hizo fue analizar los ámbitos a mejorar para escoger las temáticas de las guías.
Por una parte, buena muestra del trabajo llevado a cabo en este tiempo son los 65 cursos y sesiones formativas que se han impartido a los profesionales involucrados en estos ámbitos, y fruto de ello son los resultados de lo que ha supuesto la puesta en marcha de la guía de lactancia materna exclusiva, que ha pasado de un 62 por ciento, en 2012, al 76’5 por ciento, en 2014. El resultado ha supuesto modificar hábitos para unificar la forma de trabajo y avanzar en recomendaciones.
Por su parte, la guía de cuidado y manejo de la ostomía ha permitido estandarizar los procesos y trabajar en algunas de las recomendaciones, como por ejemplo, la referida al marcaje de la ubicación del estoma en los pacientes. De este modo, el protocolo ha contribuido a que todos los profesionales involucrados en los cuidados con ostomías hayan centrado su esfuerzo en la atención integral.
Nueva guía
En definitiva unas guías que han servido como punto de partida para que el hospital siga desarrollando nuevas prácticas en este sentido. Así lo aseguró Fernández del Palacio que adelantó que están trabajando en una nueva guía más ambiciosa que quiere llegar a todo el hospital, orientada al manejo del dolor, cuyo principal reto es la transversalidad.